La vida es simple, el amor no lo es (Izuku Adulto X Mirko)

Capitulo 11: Segundas oportunidades.

Izuku se paró afuera de la puerta de acero de la sala de espera mientras su supervisor paseaba nerviosamente de un lado a otro del pasillo alfombrado.

--"Midoriya, por favor, trata de ser profesional."-- El hombre corpulento calvo dijo con ansiedad. --"Sé que no tienes la mejor historia con Mirko, pero ella sigue siendo una heroína profesional al final. El director Fujikawa nos arrancará la cabeza si la prensa se entera de vuestros umm... desacuerdos."--

Izuku asintió y respiró hondo mientras colocaba su mano en el pomo de la puerta de metal. --"Lo intentaré, señor, solo quiero que todo esto termine."--

El supervisor de Izuku asintió y comenzó a alejarse para darle un poco de privacidad a su subordinado. --"Bien dicho, seré el único que mirará las cámaras, así que no te preocupes por si alguien mete la nariz en tu vida personal."--

Dándole a su supervisor un asentimiento agradecido, Izuku esperó hasta que el hombre mayor se perdió de vista y luego abrió la puerta de la sala de espera.

Al entrar en la habitación alfombrada de color beige, Izuku cerró la puerta detrás de él e inspeccionó su entorno. Solo había lo mínimo indispensable en la habitación, dos sillas plegables de metal y una mesa de plástico entre ellas. No había ventanas, y en las esquinas superiores de la habitación pequeñas cámaras de seguridad giraban constantemente grabando todo lo que veían.

Entonces finalmente dirigió su mirada a la figura solitaria sentada en la mesa.

Mirko estaba vestida con ropa informal que consistía en jeans azules, una sudadera con capucha negra y zapatillas blancas ajustadas a la medida. En el momento en que Izuku entró en la habitación, las orejas de conejo de la pro-héroe se animaron y ella se enderezó en su silla, claramente ansiosa por discutir lo que tenía en mente.

Suspirando con cansancio, Izuku se sentó en la silla de metal frente a Mirko y le dirigió una mirada apática.

--"Así que aquí estoy."-- Dijo fríamente el agente de pelo verde. --"Pensé que había dejado bastante claro que no quería hablar contigo. Así que más vale que esto sea muy importante."--

Anticipando otra pelea de gritos, Izuku casi se cae de la silla por la sorpresa cuando Mirko simplemente asintió dócilmente.

--"Bueno... creo que es importante."-- La prohéroe dijo en voz baja cuando sus ojos se encontraron con los de Izuku. --"Midoriya, sé que odias posiblemente cada átomo de mí, pero solo te pido que escuches lo que tengo que decir."-- Ella se quedó en silencio por un momento antes de continuar con una voz muy apagada. --"Solo quería disculparme por, ya sabes, todo."--

Izuku miró sospechosamente a la mujer anormalmente tranquila frente a él y se cruzó de brazos mientras hablaba. --"Está bien, ¿qué está pasando realmente aquí? ¿Es algún tipo de broma enferma que me estás gastando? ¿Qué te hace pensar aunque sea por un segundo que realmente te creo?"--

Inclinándose hacia adelante, Mirko miró a la agente de campo mientras su voz adquiría un tono indignado. --"Mira Midoriya, estoy tratando de disculparme por lo que hice, pero estás siendo un verdadero gilipollas con esto. Sé que piensas que soy una especie de enferma mental que disfruta lastimar a la gente, ¡pero estoy tratando de cambiar, maldita sea! ¡Deja de ser tan idiota y escúchame por una vez!"--

Izuku puso los ojos en blanco mientras rechazaba con desdén las palabras de Mirko. --"¿Realmente esperas que te crea? Mi apuesta es que solo estás haciendo esto porque tu agente te lo dijo. Así que puedes aceptar tu disculpa y dejarla, porque de ninguna manera me voy a creer una mentira tan estúpida."--

Izuku sintió una pequeña cantidad de satisfacción cuando Rumi gruñó con molestia y golpeó su puño de metal sobre la mesa mientras se levantaba.

--"¡Eres increíble!"-- Ella exclamó en voz alta. --"¡Tienes que ser la persona más odiosa y mezquina que he conocido! ¡Aquí estoy tratando de hacer las cosas bien y tú insistes en tratarme como una mierda! ¡¿Qué tengo que hacer para que me creas?!"--