El funeral de Andrés se llevó a cabo una vez que sus padres llegaron a la ciudad. Desde la distancia los observé a ambos, y aunque Francisco y Tomás me pidieron ir a saludarlos, no pude presentarme correctamente a ellos, no podía, no cuando aún sentía que era mi culpa.
Aunque el día era precioso, no aminoró la tristeza que claramente se reflejaba en los rostros de quienes fueron a despedirlo. Quizás él nunca lo supo, pero, a pesar de su personalidad, Andrés era muy querido, y perderlo de esa manera rompió el corazón de todos, y el mío aún más.
Pasó una semana y logré tomar mis vacaciones pendientes, mientras duraron me encerré en mi departamento. Lloré mucho. Volver a perder a alguien, pero sin estar preparada, fue más doloroso de lo que creí.
El tiempo transcurrió, y el día antes de volver a trabajar decidí por fin enfrentarme a la realidad, fui a dejarle flores a Andrés. Desde entonces se volvió parte de mi rutina.
—Esta vez son tulipanes, ¡qué bonitos! Yo traje claveles blancos.
—Sí, ya veo —no supe qué más decir.
Tomás también iba constantemente al cementerio. Entre los dos manteníamos hermoso aquel lugar.
—Por cierto, te traje esto. No había tenido la oportunidad de entregártelo.
Era un bolso con la ropa que le había prestado a Andrés en aquella ocasión. Tomás los tenía porque él fue quien llegó primero al hospital ese día, y un auxiliar médico se los entregó.
—Gracias.
Lo abrí e inmediatamente salió una fragancia a café..., a Andrés. Pero también había algo más.
—¿Y esto?
—De Andrés, una bitácora de su trabajo. Pero creo que luego se convirtió en algo más —sonrió—. Bien, me voy. Nos vemos.
Me quedé sentada con sus cosas en mis manos. Y mientras observaba sus flores, poco a poco lo que había logrado contener se derramaron por mis mejillas. Mis lágrimas cedieron al sentir su olor, al volver a recordar, al escuchar nuevamente ese último mensaje de voz, pero aún más cuando inicié la lectura de su bitácora.
"17 de septiembre: encontré una servilleta escrita".
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Mi amargo y dulce barista
Short Story✓(♡) Debido a un desperfecto doméstico Violeta comienza a asistir regularmente a la nueva cafetería que se instaló a unos cuantos pasos de su trabajo, sin sospechar que, las características del café que tanto le deleitaban, no solo las encontraría e...