Marcus se encontraba exhausto y sudoroso. Habían corrido por los pasillos dirigiéndose hacia la enfermería. Planeaban huir de la base sin que el agente Rifftod lo supiera, pero no podían irse sin uno de los muchachos del sargento Jefferson, el cual se encontraba herido y reposaba en la enfermería principal del edificio.
—¿Qué pasa si nos ven? —preguntó Marcus tomando aire justo cuando se detuvieron frente a la doble puerta del lugar.
Jefferson no respondió. Abrió las puertas de un solo empujón y se adentró en la enfermería. Marcus lo siguió y para su sorpresa se encontró con una persona inesperada.
—Alice... ¿Qué haces aquí? —preguntó con el ceño fruncido. Su compañera estaba sentada frente a un escritorio, examinando unas muestras de sangre. Tenía el pelo crespo atado en una coleta alta y llevaba puesta una bata blanca.
Ella alzó la mirada y se puso roja de la vergüenza.
—¿Y ustedes? ¿Qué hacen acá?
—¿Trabajas para Rifftod? —soltó Jefferson, lucía sumamente en desacuerdo.
Alice asintió con la cabeza y tomó aire. Se levantó y caminó hacia ellos con las manos sumergidas en los bolsillos de su bata.
—Me descubrieron. Ahora, díganme cual es el motivo del por qué están aquí o tendré que avisar al agente.
—No queremos problemas. Solo vengo a por mi muchacho ¿Dónde está Raúl? —Jefferson se notaba impaciente, y al igual que Marcus, estaba sudando.
Alice se negó a decirle así que Jefferson actuó por su cuenta. Deslizó una de las cortinas dejando a la vista una camilla rodeada de equipos médicos, entre ellos, un monitor de signos vitales y un respirador artificial.
El muchacho Raúl se encontraba en esa cama; inmóvil y con el rostro demacrado. El respirador artificial estaba conectado a él.
Marcus no pudo evitar sentirse mal al ver el estado del joven, pero algo no andaba bien ¿Por qué estaba así? Una mordedura no implicaría tantos daños como para que el joven se encontrara en tan mal estado.
—¿Qué está sucediendo? Raúl no tenía una herida grave, estaba perfecto salvo por eso ¿Por qué lo tienen atado en una camilla con una máquina para respirar? —exigió saber el sargento y sus ojos comenzaban a llenarse de lágrimas, pero las contenía.
—Confidencial —Alice alzó los hombros fingiendo que no sabía nada, pero Marcus reconocía esa mirada pícara en el rostro de su compañera. Estaba mintiendo.
Jefferson se acercó a zancadas y la agarró violentamente de la bata.
—¡Dime lo que está pasando de una puta vez! ¡¿Qué le han hecho a Raúl?! —gritó.
Alice se quedó paralizada, abrió la boca lentamente como si pretendiera responder pero una fuerte alarma intervino.
—¿Qué es eso? —preguntó Marcus y miró a su alrededor asustado, aquel sonido lo aturdía. Sus nervios estaban a full y lo único que quería era salir de ese lugar de una vez por todas. Si se quedaba allí lo matarían.
En resumen, su vida dependía del escape.
—Nos vieron por las cámaras. Saben que estamos aquí.
Marcus se cubrió la boca, no podía creerlo.
—¡¿Y ahora qué hacemos?!
—¡Pues irnos! —le gritó Jefferson y agarró a Alice del brazo —. ¡Tú vienes con nosotros!
Alice intentó zafarse de su agarre pero Jefferson era mucho más fuerte que ella, obviamente.
Salieron al pasillo y vieron acercarse a un montón de hombres armados hacia ellos. Se echaron a correr por los corredores dirigiéndose a la puerta trasera del edificio, en donde se encontraron con el resto de la escuadra de Jefferson.
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Falla en el laboratorio [Saga descontrol #1]
Ciencia FicciónCuando la tercera guerra mundial estalló, el daño fue descomunal y casi irreparable. Cinco años han pasado luego de ese terrible suceso, pero aunque todo haya vuelto a la "calma", el odio entre las naciones aun sigue incrementando y solo es cuestión...