Emilse Hilton
Pasé la mitad de mi vida escuchando a mi madre decir, que yo era demasiado caprichosa en general.
Después de todo tal vez si tenga razón.
Cuando cumplí siete años de edad apareció un hombre muy bien vestido, él aseguro ser mi padre, mi madre por otro lado se negó a que fuéramos con él.
La última imagen que recuerdo de mi madre, es verla de rodillas suplicándole algo a mi padre mientras lloraba. Luego de eso recuerdo tomar la mano de Emilio y dejar que mi padre nos guiará al interior de un auto muy grande.
Nunca más volví a ver a mi madre, pero conocimos a nuestro hermano, el supuesto único heredero de la familia Hilton.
Cuando le pedía algo a mi padre, él no se negaba, de sus tres hijos yo era su favorita.
Emilio era muy tímido, reservado, Víctor era muy controlador y casi siempre estaba de mal humor.
En cambio, yo podía acompañarlo por todos sus viajes al extranjero sin ninguna excepción.
Poco tiempo después mi padre anunció el compromiso entre los mellizos Hilton y los mellizos Cooper
Emilio y Daphne se llevaban bien, en cambió Magnus, no soportaba ni tenerme cerca, supongo que fue porque él también entendió bien lo que significa un compromiso.
Suponía que de nosotros dos, Emilio si cumpliría con el compromiso y tal vez Magnus lograría conversar a su padre de anular nuestros compromisos.
Pero fue todo lo contrario, Emilio cancelo su compromiso con Daphne, ahora era esposo de Skyler Francell y yo estoy aquí a punto de casarme con Magnus Cooper.
– El vestido te queda hermoso- Emilio estaba apoyado en el marco de la puerta.
– No crees que es algo simple - me mire al espejo que tenía al frente.
– Otra vez con eso Emilse - Emilio se cruzó de brazos.
– Recogeré todo su cabello en un muño señorita - la joven estilista me informo.
– Bueno iré a ver cómo van las cosas abajo - Vi por el reflejo del espejo como salió de la habitación.
Mientras ya casi terminaban de arreglarme el cabello alguien entro a la habitación y no dijo nada más que tenía algo para mí.
–¿De quién es la carta? - pregunté, pero no recibí una respuesta ya que aquél chico salió de la habitación.
Era un pequeño sobre de carta, lo observé misteriosamente unos minutos antes de abrirlo, el sobre era todo blanco, no tenía ninguna información de la persona que lo había enviado.
Lo abrí con sumo cuidado y encontré una hoja de papel doblaba en dos partes, la desdoblé, reconocía muy bien esa letra, la carta era de Magnus.
Por un momento un pequeño escalofrío me recorrió la espalda y me sentí muy nerviosa.
Pedí que todos salieran un momento de la habitación, para poder leer la carta.
» Sé que este es un día importante para nuestras familias, también es muy importante para ti, pero Emilse ya no quiero seguir siendo parte de este juego que crearon nuestros padres.
Tú mereces estar con alguien que te amé de verdad y no sólo por un simple acuerdo entre familias.
Sé que no estuvo bien esperar hasta este momento para que me diera cuánta de que estaba a punto de cometer uno de los peores errores en mi vida.
Si Emilio pudo encontrar el amor en alguien más, yo sé que tú también lo podrás lograr»
–¡No, no me puedes hacer esto ahora Magnus, no en este día! - sin darme cuenta había empezado a llorar y estaba arruinando el maquillaje.
» Esperó que un día llegues a entender que todo lo que estoy haciendo ahora es por el bienestar de ambos y sé que debes pensar ahora mismo que esto es muy egoísta de mi parte, pero no puedo seguir con esto.
Para cuando te entreguen esta carta, yo estaré en un avión con rumbo desconocido.
Te deseo lo mejor en tu vida, sin más que decir me despido, hasta que nos volvamos a encontrar.
Con cariño Magnus Cooper «
–No te saldrás con la tuya querido Magnus, quien te crees que eres, no puedes esperar hasta último momento para que me salgas con esto, no ahora- trate de mantener la calma y limpiarme las lágrimas.
Pero no pude controlar mi ira por mucho tiempo y terminé arrojando todo lo que había en el tocador.
Sin darme cuenta golpe tan fuerte el espejo con mis manos que terminó rompiendo y haciendo los cristales me lograrán hacer pequeños costes en las manos.
No lo pensé dos veces, salí de la habitación lo más rápido que pude, la estilista y sus ayudantes trataron de detenerme y preguntar qué había ocurrido, pero en ese momento no tenía ganas de hablar con nadie.
Al llegar al pasillo donde estaba mi habitación, Víctor salió furioso de la suya, tal vez todos ya se habían enterado de que Magnus no llegaría a la boda.
Baje y me dirigí al despacho de la casa, antes de ingresar escuche dos disparos provenientes del patio, Salí hacia ahí.
Luego observé a mi hermano tirado en el piso, sin pensarlo corrí hasta él.
Sentí una fuerte presión en el pecho, no podía respirar.
–no, no, no... - mi voz se volvió muy aguda casi sin dejarme hablar- Emilio, cariño abre los ojos.
Sentía como las personas tenían puesta la visita en nosotros, pero no hacían nada para ayudarlo.
– Ayúdenme, por favor- tome la mano de Emilio, aún estaba tibia- ¡Papa'!
sentí que alguien me tomaba de los hombros tratando de alejarme de mi hermano.
– Emilse lo siento, pero ya es tarde - Daniel me alejo del lugar mientras me abrazaba.
– No, Daniel tenemos que ayudarle, Emilio va a estar bien - trate de librarme de él, pero no lo logré.
– Tu padre llegará pronto tranquila...
Sentí que me acaban de inyectar algo sin darme cuenta y poco a poco el ruido del lugar se volvió nulo.
Por un momento deje de sentir todo, ya no en dolía nada y podía respirar mejor.
De repente sentí que los ojos se me cerraban sin ningún motivo.
Emilio, vas a estar bien, no puedes dejarme sola...
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Lo siento, pero ya es Tarde✔️
Roman pour AdolescentsDudas, desconfianza, falta de sinceridad... Esas palabras quedan muy cortas entre las familias Morelli y Francell. Nesrin Francell una chica risueña y soñadora que dañaron de pequeña tendrá que mantenerse firme y segura de si misma durante todo ese...