TE DESEO (Omegaverse) (CATRADORA)

CAPÍTULO 59 - ¿Podemos volver a clase?

Bright Moon se convirtió en campeón de liga, era de lo único que se hablaba, eso y el estado de salud de la capitana. El instituto entero se dedicó a hacerle postales de ánimo, mandarle cartas más o menos indebidas o subiditas de tono, a decorarle la taquilla, y a hablar de lo que hubiera supuesto "la mejor party de todos los tiempos" en un pequeño velatorio por la ausencia de la famosa rubia, claro que hubo fiesta, claro que fue un desmadre, pero se echó de menos a la ojos azules.

A la semana siguiente de la gran escena de una Adora empapada de sangre, desmayándose en frente de todos, dejando una huella agridulce a aquella gran victoria, las clases no fueron lo mismo, todos lo notaban, sobre todo una morenita que se había ganado un hueco especial en su corazón, en su corazón y en su pensamiento.

Esa semana de la que fue comidilla en las conversaciones de todos los alumnos, Adora no fue a clase, estuvo recuperándose de las múltiples heridas, además de los palpitantes dolores musculares que sentía, no solo ella, sino el resto del equipo.

Después de esa semana libre, volvió al instituto, donde fue recibida con gran expectación. Ya se había corrido el rumor de que volvería ese día, Glimmer se encargó de eso. Estuvieron hablando todo ese finde de su vuelta triunfal después del espectacular y malogrado partido. Pasillos de alumnos aguardaban con paneles con su nombre y fotos de todo el equipo en diversas situaciones: entrenando, haciendo pases, primeros planos dignos de exposición, alguna de los vestuarios, e incluso algunas fotos robadas podría decirse que bochornosas, pero no dejaban de ser un talismán para quienes las echaron. Como cada vez que la capitana sudaba más de la cuenta, y dejaba mostrar su trabajado torso desnudo para secarse con la camiseta. Esas imágenes la ruborizaron, y lo que más la sobresaltó fue que estaban repetidas en innumerables carpetas de varios de sus compañeros de clase. Bueno, en verdad no le importaba, nunca le importó, sólo pensaba en encontrarse con los ojos más bonitos del insti. No esperaba que estuviera en aquel pasillo de gente, tampoco esperaba una gran reverencia por su parte, pero de alguna manera o de otra, se dejaría ver, para romperle los esquemas y dejarla sin habla, como siempre hacía, como siempre gustaba de hacer.

No fue hasta la penúltima clase que por fin encontró un hueco para escabullirse e ir al encuentro de la morena. Tenía un justificante en caso de que se encontrara mal en cualquier momento y pudiera ir a la enfermería, pero no era la enfermería lo que realmente buscaba. Sabía que Catra disponía de una hora libre, aunque no es que fuera libre, se suponía que tendrían que usar esa hora para estudiar cualquier materia que quisieran.

La rubia se camufló entre el resto de la clase, y como un hurón, reptó hasta el mismísimo asiento de la gata. Carraspeó un poco para aclararse la voz antes de susurrar.

"¿Te sabes la cuatro?" - farfulló suspirando.

Catra dio un respingo antes de alejarse, al mirarla se le iluminó el gesto, sonrió de manera picarona a la vez que se acercaba al oído de la capi, casi soplándole.

"No sabes ni cuantos temas son, ¿verdad?" - esbozó una pequeña risotada.

"Yo solo sé, que quiero que te vengas conmigo." - ahí estaba, esa sonrisa de ojos azules que la volvía loca.

"¿Y a dónde quieres que vaya?" - le seguía el juego.

"Le dije a Light Hope que iba a ir a la enfermería."

"¿Por qué? ¿Te encuentras mal?" - cambió su tono, a otro algo más serio.

"No, sólo quería verte. Anda ven conmigo." - se acercaba más de la cuenta.

"¡Vaya! Luego soy yo la mala influencia." - dejaba caer bromeando.

"Vamos." - cogiéndola de la mano, y arrastrándola fuera, buscando algún pequeño hueco donde pudieran tener algo de intimidad. Entraron en una de las clases que se encontraban en desuso a esas horas. Cerrando la puerta tras de sí.