De un salto alcanzó el escenario donde las animadoras hacían sus números, y se dirigió hacia Perfuma, sin pensarlo dos veces y sin importarle que todo el estadio estaba pendiente de ella. La alzó entre sus brazos, y se acercó a sus labios, profiriéndole un beso de esos que se quedan grabados en las mentes de los que lo ven y en los corazones de quienes lo viven.
"¿A ti qué te ha picado?" - le susurró Perfuma entre sonrisas, incrédula de lo que estaba viviendo.
Y sin decir nada, la volvió a besar, y entre vítores y gritos de éxtasis se la llevó. Le hacían el pasillo allá por donde iba.
Scorpia se dirigió hacia su coche, bajó a la mulata delante de la puerta del copiloto, sin sacar las llaves, estiró sus brazos a ambos lados de Perfuma, y la miró, la miro fíjamente, analizó todas y cada una de las facciones que tenía delante, le gustaba lo que veía, cómo no le iba a gustar, si con tan solo olerla podía alcanzar el mismo cielo, un roce suyo era suficiente para verse perdida en su mente, con la única guía de poder encontrarse si alcanza a tocarla. Era bella, y sus labios la única razón que la movía en ese momento.
La animadora le pasó la mano por la mejilla, haciendo una dulce caricia.
"Estás ardiendo."
Scorpia que estaba con los brazos extendidos y el cuerpo en tabla, hizo el amago de una flexión. Acortando la distancia entre las dos. Buscó sus deliciosos labios sabor a frambuesa mezclada con miel. Aquel beso no sería el más exquisito de aquella tarde, pero fue, fue arduo en su principio, lento y húmedo, suave. Sentía que no sería capaz de pararlo, saboreaba aquella lengua, blandita, sabrosa, que la acariciaba desde dentro, pidiendo más, se separaban solo para volver a mezclarse con fuerza, embriagada por un breve resoplido mezclado con el calor que sentían. Se arrimaba hacia ella, con imposible atracción. La abrazaba cada vez con más fuerza, pero delicadamente.
Tras un intento, Perfuma pudo separarse para coger aire.
"Con lo que te gusta hablar, ¿Hoy no me dices nada?"
Scorpia ni se inmutó, y con las mismas se dirigió al cuello de la pecosa, entreteniéndose con ternura, merendándosela con suave golosidad. Un murmullo salió de la garganta de Perfuma, que se aferró a los hombros de la deportista mientras se encogía. Entonces Scorpia hizo algo que no haría de normal, algo por lo que Perfuma a veces suplica.
Llevó las manos a los muslos que tenía al aire por el traje de animadora, desde casi las rodillas, colocó sus dedos, y en un tierno movimiento, empezó a ascender esquivando ropa, llegando a la corta falda, mientras seguía entretenida con la suave piel de su cuello. Perfuma empezó a sentir una fiebre que le subía a la cabeza, los latidos de su corazón empezaban a notarse en su pecho, y juraría que los podía escuchar como si fueran un tambor enloquecido que quisiera darse de sí para dar zambombazos cada vez más fuertes. Llevándola a ese punto de casi perder el control. Pero la despertaron las manos que se intentaron perder en su ropa interior.
"¡Scorpia!" - exclamó acalorada - "... aquí no..." - dijo con la voz entrecortada jadeante. - "Vamos, abre el coche."
Scorpia se incorporó, acercó su cuerpo al de la mulata, las dos pegadas intercambiando temperatura, o más bien aumentando la de la la rubia. La deportista agachó la cabeza y juntó su frente con la de la otra.
"No creo que pueda conducir." - dijo casi susurrando, en un tono... de deseo, que volvió a repetir sobre su oído.
Perfuma nunca la había visto así, pero no podía decir que le disgustaba, todo lo contrario, tenía muchas ganas de comérsela. De demostrarle físicamente lo que sentía por dentro, de lo que le hacía sentir.
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TE DESEO (Omegaverse) (CATRADORA)
RomanceEl equipo del instituto Bright Moon llega a semifinales. Una megaparty organizada después del partido, una pelea originada por la lujuria. ¿Se resolverán los problemas hormonales de éstos adolescentes? Portada de @GloriaZM1 (on twitter)