Pensaron en organizar algo un poco más pequeño, a modo de bienvenida y de recibimiento a todo el equipo por recuperarse de aquel atropellado partido que supuso la final del campeonato, diría la Gran final, pero el contrincante no merecía tal honor. Poniendo a la capitana como centro de atención y motivo de la fiesta, sí, fiesta.
Glimmer organizó otra fiesta para celebrar a lo grande la gran victoria, y ahora sí, con su merecida capitana. Adora ya estaba bien para poder desmadrarse o al menos un poquito.
Ésta vez también fue Scorpia quien recogió a la morena, también tuvo unas pequeñas palabras sobre lo de pasarlo bien y que el instituto es una etapa que se va y no se puede recuperar. Pero no tuvo que convencerla demasiado, ésta vez se hizo un poquito la difícil, sólo un poquito, para disimular las ganas que tenía, sí, ganas.
Estaba extrañamente más animada de lo que solía estar, o al menos dejaba que aflorara esa sensación en su pecho sin reprimirla demasiado. ¿Por qué? Por varios motivos, algunos más justificados que otros, pero estaba contenta, contenta de dejarse ver, contenta de que ésta vez no le importara que la miraran. Consciente de que estaba tan deslumbrante como quería estar, consciente de que eso atraería las cotillas miradas de sus compañeros, consciente de que el maquillaje más llamativo del conjunto era su sonrisa, una sonrisa que pocos podían afirmar haber visto. Esa sonrisa que si la hubiera dejado escapar más por el instituto, fácilmente podría haberle hecho sombra a los famosos bíceps de la capitana.
Al llegar, Scorpia bajó del coche corriendo como si fuera su primer día de chófer. Le abrió la puerta casi con una reverencia, ella no entendía qué le pasaba a la peliblanca, se le antojó que los demás hacían casi lo mismo, abriéndole un pasillo hasta la casa.
"Scorpia, ¿qué pasa?" - le preguntaba sorprendida pero sin poder dejar de sonreír, casi se sentía como en una encerrona.
No le respondió, pues de entre aquel pasillo de adolescentes, torpemente pero con un porte que sólo ella sabía desprender, apareció Adora, con las manos en la espalda.
"¿Me permite?" - le extendía el brazo izquierdo a modo de apoyo para que se enganchara.
"¿Qué has liado ya, Princesita?" - le decía riendo. - "Luego te quejas de Brillitos y de sus sorpresas." - agarrándole de aquel brazo tendido.
"Cállate y disfruta." - le sonreía desvelando el secreto que tenía en la otra mano y ofreciéndoselo, un ramo de flores, bueno, un intento de ramo, que más tarde le explicaría las aventuras de las pobres flores que fueron cayendo cual soldados en combate, hasta que quedaron las más fuertes y valientes. Tres, para ser exactos, sí, un ramo, al menos para Catra lo era, era tan estúpidamente dulce que no le importó que sólo sobrevivieran tres.
Fue una entrada triunfal, y eso que seguían sin ser oficiales a los ojos de los demás, pero eso a Catra ya no le importaba. Cuando entraron en la casa, hubo algún que otro aplauso, acompañado con suspiros de sorpresa y silbidos. A Catra casi se le cae aquella máscara de indiferencia ante los demás, y empezó a tirar de Adora, como dándose la vuelta, para dejar de ser el centro de aquella atención. Aunque no le importara, seguía sin estar acostumbrada.
Al ver eso, Adora les echó una mirada a todos, y con un gesto los calló de inmediato, se giró hacia la morena, sujetándole ambas manos, y sin dejar de mirarla a los ojos, le susurró.
"Olvídate de ellos." - a la vez que le besaba las manos, fulminándola con aquellos ojos.
Catra, se volvió a asomar a aquel público, que empezaron a desviar las miradas y disimular como si no hubiera sido su entrada la que los alteró. Entonces volvió a enfocar a la capi, que seguía mirándola con súplica.
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TE DESEO (Omegaverse) (CATRADORA)
RomanceEl equipo del instituto Bright Moon llega a semifinales. Una megaparty organizada después del partido, una pelea originada por la lujuria. ¿Se resolverán los problemas hormonales de éstos adolescentes? Portada de @GloriaZM1 (on twitter)