CAPÍTULO 27 - ¿Quieres hablar del tema?

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Catra sacó algo para limpiarse las mejillas. Iba a paso acelerado, sin percatarse de nada a su al rededor. Cogió el móvil, presionando un número que muy bien conocía. Dándole el sonido de llamada unos segundos.

"... Ey, ¿Qué pasa gatita? ¿Cómo estás?"

"Scorpia, ¿Puedes llevarme a casa?" - Scorpia notó el tono algo alterado de la morena.

"Cla... claro. ¿Dónde estás? ¿Sigues en casa de Adora?"

"..." - sorbió la nariz, cosa que no le gustó nada a la peliblanco. - "No, ehhh, estoy por su calle. Te espero en el estanco. ¿Sabes cuál te digo?"

"Sí, no te preocupes. Atenta al móvil por si me pierdo." - eso le sacó una risilla a la gata. - "Emm, no tardo." - colgando tras esto.

Catra estaba agradecida de tener a alguien como Scorpia, pero eso también la entristecía, no creía ser merecedora de tan gran amiga. Se sentó donde pudo, a esperarla. Al rato se arrepintió de haberla llamado, sus interrogatorios eran peores que los de la policía. Pero quería llegar a casa cuanto antes. Encerrarse en su cuarto y pasar el resto del celo sin nadie que la desquicie. Sus pensamientos fueron interrumpidos por una voz que procedía de la carretera.

"Ey. ¡Hermosa! ¿Te llevó?"

"Pff. Vaya cliché ¿no?" - decía mientras se levantaba para dirigirse al asiento del copiloto.

"A ver, eres guapa, y necesitas que te lleve." - La morena se sentó, desviando la mirada hacia la ventanilla. - "¿Ha pasado algo?"

"¿Podemos irnos ya?"

"Sí claro, pero ¿no me vas ni a mirar?"

Catra bufó, dejándose ver por la musculosa muchacha.

"Ey, eyy. ¿Por qué tienes los ojitos hinchados?" - cambió el gesto por uno de enfado. - "¿Adora te ha hecho algo?"

"..."

"¡Eh! ¡Voy ahora mismo a hablar con ella! ¡Ya sabía yo que no era buena idea que pasarais la noche juntas con tu condición! ¡¡Pensaba que ella era decente!!"

"¡No! ¡No! Scorpia te equivocas..." - agachaba la cabeza, para evitar que la pudiera ver bien. - "No me ha hecho nada. He... he sido yo... Como siempre soy yo quien lo estropea..."

"No digas eso..." - la abrazaba con cariño.

"¿Puedes llevarme a mi casa, por favor?"

Sin decir más, arrancó el coche. Tras unos cuantos semáforos, Scorpia seguía inquieta por saber qué había ocurrido.

"¿Quieres hablar del tema?"

"Sabes que nunca quiero hablar del tema." - siguió mirando hacia afuera, con el aire que entraba por la ventanilla calmándole su enrojecida vista.

"Ya lo sé, pero algún día entenderás que no es bueno guardárselo todo. Y sabes que puedes contar conmigo para lo que necesites." - el resto del recorrido lo guardaron en silencio, ese silencio que caracterizaba a la felina. - "Bueno. Ya hemos llegado. ¿Quieres un rato de compañía?"

"Mi madre estará durmiendo." - las negativas se le daban muy bien. Volvió a dirigirse cabizbaja a la peliblanco. - "Muchas gracias." - Fue interrumpida por otro abrazo. Provocando que alguna lagrimilla se le escapara. - "De verdad... muchas gracias." - sollozando un poco en el musculoso hombro que suavemente la intentaba calmar.

"Venga. Anímate. Le diré a Perfuma que te envíe métodos de relajación. No puedes envenenarte con tus rayamientos cada vez que te pase algo. Cuídate ¿vale?"

Salió del coche, para saludar por última vez a su amiga, antes de meterse en la silenciosa casa. Para subir sigilosa hasta su habitación. Para con callados murmullos sumergirse en la cama después de sacarse la ropa que llevaba arrastrando de la noche anterior. Para silenciosamente llorar sobre su almohada, que había sido testigo de aquello más de una vez.

Se limitó a pasar el resto del día aguantando los sofocos, las palpitaciones y los sudores, con el recuerdo de los roces de la noche anterior, cosa que no ayudaba. Se acordaba de la rubia, esa rubia, que la volvía loca, y a la que le había roto el corazón, pero no era su culpa. La vida las había puesto a ellas con esa inmensa atracción, irresistible, insoportable de tolerar, y también les había condicionado a no poder estar juntas, ¿por qué? La vida, aquella injusta hacedora de caprichos. Puede que con el tiempo consiguieran una oportunidad para alejarse de aquello que les impedía unir sus caminos, aunque tampoco dependía de ella. ¿Le perdonaría la rubia por hacerla sufrir? ¿Había algo que perdonar? Esa pequeña esperanza no era más que otra mala pasada de sus hormonas. Nunca podrían estar juntas, y lo sabía. Y así se torturó a sí misma el resto del fin de semana.


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Tengo otro fan fiction de CATRADORA que se llama "Y YO A TI" que sí sigue la temática de la serie, después de la temporada 5. Y su traducción al inglés "A FUTURE WITH YOU".

TE DESEO (Omegaverse) (CATRADORA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora