CAPÍTULO 32 - Haciendo las paces (+18)

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Cuando salieron del agua, Sea Hawk recogió toda la ropa que estaba esparcida por la arena, y lo que había dejado encima de la roca. Dirigiéndose al coche para buscar algo que sirviera de toalla. Colocó todo encima del capó. Mermista lo observó todo el camino, silente, expectante.

Mientras el chico le daba la espalda, con las manos sobre el coche. La sirena cautivada por aquella visión. Posó las manos en el cuello del otro. El del mostacho se extrañó.

"¿Qué sucede Almejita?"

Ella, igual que en la playa, no medió palabra. Se limitó a echarse encima de él, recorriendo su espalda. El chico se apoyó con ambos brazos en el capó, suspirando por las caricias.

"¿Cómo tienes ganas de más? ¿No estás cansada?"

Mermista le echó una mirada caprichosa, que él no pudo ver pues la tenía en su espalda. La chica rozó la intimidad del muchacho con la suya. Ambos bufaron por la fricción de sus cuerpos.

La sirena no lo soportó más, dio una suave embestida.

"Ahh... Medusita..." - el calor volvió, sentía el sudor recorrerle la sien. - "Te... tenemos que volver a casa."

"Primero... ocúpate del mástil Marinero..." - susurraba con esfuerzo, mientras apretaba sus caderas, y acercaba las de chico con fuerza.

"Es... estás borracha..." - bajó los brazos, abrazándose al coche. Poniéndose de puntillas, juntando las piernas. Aumentando gratamente el roce del miembro con su núcleo. Se sentía muy bien.

Tras esto, Mermista perdió el control por un momento. El olor del omega, sus suspiros, el embotamiento mental provocado por la borrachera. En ese trance, las pupilas se les dilató. Levantó a Sea Hawk hacia ella, sacando las fauces, y sin esperarlo, sin avisar, sin haberlo hablado, le mordió con fuerza. Lo tenía inmovilizado y lo hizo. Casi estrangulándole.

"¡Ahh...!" - gritó el del bigote sin poder respirar. - "¡Espera Estrellita...!" - ella no lo escuchó. - "¡Mermista! ¡Para!" - suplicó con alguna lágrima recorriéndole el rostro.

La sirena volvió en sí. El alcohol se le fue de un plumazo. Lo soltó, alejándose de él. Quedándose estática antes de actuar. Sea Hawk empezó a toser con fuerza.

"¡Oh Dios mío! ¿Estás bien?" - el muchacho sollozó. - "Lo... lo siento mucho... No sé que me ha pasado..."

Ella fue a buscar agua. Al llevársela, notó que Sea Hawk tembló con su roce. Estaba asustado.

"Sea... Sea Hawk. Lo siento mucho..." - comenzó a llorar. Tapándose la cara con las manos.

El marinero, ya más tranquilo, la vio, y dudando un poco, se acercó.

"Está bien... Vamos a casa..." - dijo pasándole la mano por la espalda.

Se vistieron en silencio. Entraron en el coche, y no hablaron en todo el camino. Mermista sollozaba disimuladamente. Llegaron a la casa, el conductor suspiró, queriendo decir algo.

"Bu... buenas noches Estrellita."

Pero Mermista ya había abandonado el coche. Se fue corriendo sin decir nada. Sintiéndose culpable por lo que había hecho. Desde entonces no volvieron a hablar.

De vuelta a los vestuarios, Mermista comenzó a llorar, con una callada capitana a su lado.

"¡Lo forcé! ¿Vale? ¡Lo marqué! ¡Sin ni siquiera mirarle a los ojos! Casi lo ahogo..." - se cubría la cara. - "Dios mío... soy despreciable..."

"¿Pero no crees que es peor ignorarle?" - Adora la intentaba consolar, pero era algo bastante delicado y los únicos que podían resolverlo eran ellos dos como pareja.

"Si es que no merezco su perdón. Ni a él, no merezco a alguien como él." - decía con la cara hinchada por las lágrimas.

"No creo que él lo vea así. Si es como creo que es, querrá estar contigo. Habla con él... no le hagas más daño del que ya está hecho..."

Pasó un tiempo, con sonidos de una respiración entrecortada, sorber de nariz, antes de que Mermista se tranquilizara.

"¿Sa... sabes dónde está?" - se limpiaba la cara con la camisa.

"Lo vi marcharse a la vez que tú."

"Creo... creo que sé donde encontrarlo."

"Pues ve a por él." - la rubia la animaba.

Mermista se fue, después de lavarse la cara, y mirarse varias veces. Se veía horrible, pensó. Pero tampoco podía hacer nada.

Adora se quedó meditando en los vestuarios. Pensando sobre lo que le había contado Mermista. Sobre los malentendidos que se pueden crear entre dos personas cuando hay sentimientos de por medio. ¿Puede que Catra tuviera algo que la retenga? Sólo una persona tenía la respuesta, y en algún momento tendría que ceder.

Poco después llegaron Bow y Glimmer.

"¿Dónde está Mermista?"

"Haciendo las paces con Sea Hawk. O eso espero..."

"A ver si es verdad. Hoy Sea Hawk se veía espantoso en el entrenamiento. Si esos dos se pelean, se pondrá todo patas arriba."

"Bueno no es la única pareja que si se pelea ocasionaría problemas al equipo." - rió Adora dirigiéndose a Glimmer. Dándose Bow también por aludido.

Era cierto. Cualquier problema de pareja les afectaba. Se acordaban de cómo estaba Scorpia antes de pedirle salir a Perfuma. No acertaba ni una, estaba distraída y nerviosa todo el rato. Sin hablar de la capitana, en el barullo mental en el que se encontraba.

Aquel día, salieron del insti. Y la capitana acertó a ver a lo lejos, a la pareja hablando y darse un abrazo. Cuando se separaron, Mermista vio a Adora, la rubia le lanzó una sonrisa y mostró el pulgar arriba. La morena asintió, devolviéndole el gesto. Lo habían arreglado para el alivio de la capitana. Ahora faltaba trabajarse a una con los ojos más bonitos de todo el instituto, tan escurridiza como guapa. 


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Tengo otro fan fiction de CATRADORA que se llama "Y YO A TI" que sí sigue la temática de la serie, después de la temporada 5. Y su traducción al inglés "A FUTURE WITH YOU".

TE DESEO (Omegaverse) (CATRADORA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora