CAPÍTULO 63 - "Ven..." (+18)

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De aquel suceso quedó el agrio recuerdo, y el aprendizaje en primer plano de cómo actuaban los servicios de urgencias. Por supuesto que Adora avisó a Glimmer y Bow por teléfono para que se unieran en la búsqueda de la morena, por lo que cuando Prime quedó fuera de combate por su propia estupidez, la rápida red de comunicación que confrontaban estos tres, puso en alarma a las autoridades pertinentes.

Una patrulla se hizo con las declaraciones de los jóvenes, uno por uno mientras los sanitarios atendían al inconsciente Prime, a una magullada morena y a una aporreada rubia, con la cara cosida a brechas. Les dieron la opción de ir a que las revisaran en instalaciones aptas para ello. Pero con los parches que le colocaron, y el visto bueno del médico de guardia para ir a descansar a su casa les fue suficiente.

Por lo que le dijeron los agentes, al parecer a Prime le iba a llevar bastante tiempo desintoxicarse y encauzar su vida, a demás de que le harían un seguimiento exhaustivo de todas las irregularidades que se habían producido al rededor de su figura. Sobre todo quedaría bajo custodia de profesionales para controlar que no volviera a repetir conductas. Habría compensación para Catra y orden de que no se acercara a ella.

Con todo y las insistencias de Glimmer y Bow a que estuvieran juntos esa noche porque sabían que la familia de Adora se encontraba ausente de la ciudad y la madre de Catra estaría trabajando todo el finde también, y que ellas no querrían informar del suceso por el momento para no llamar al pánico y la preocupación, tanto la rubia como la morena se negaron. Continuarían con su plan de pernoctar en casa de Adora, su plan inicial. Estaban demasiado cansadas como para pasarse toda la noche relatando lo ocurrido a los cotillas de sus compañeros. Adora sólo pensaba en llegar a casa y caer donde fuera y descansar.

Tras el barullo, las largas declaraciones de informaciones repetidas, y los insistentes consejos de los sanitarios de que con cualquier cosa acudir a urgencias, y en su defecto en la mañana que los revisaran en condiciones en un centro, pudieron iniciar su camino a casa.

Durante la travesía permanecieron totalmente calladas. Iban de la mano, pero Adora ligeramente por delante, dándole la espalda, con actitud rígida. Catra podía sentir cómo palpitaban los nudillos de la rubia, los habían lavado y aplicado algún ungüento cicatrizante, estaban totalmente despellejados y el calor se irradiaba a toda la mano.

A ella le habían mirado el rasguño de la espalda, que también limpiaron y le colocaron algo así como "puntos de aproximación" creyó escuchar, le dijeron que se los dejara unos días, también le revisaron la garganta, asegurando que no había sufrido ninguna deformidad anatómica, y los demás arañazos y hematomas quedarían en eso, no mucho más. Pero como siempre, Adora era la que le habían pintado la cara como un cuadro de esos posmodernos a los que llaman "arte", aunque el rostro de la ojos celestes ya parecía estar esculpido por ángeles, ahora estaba maquillada por ángeles caídos. De milagro no le rompió la nariz, ni la espalda al lanzarla dos veces por los aires, aunque lo más feo, que aún así le daba un puntito seductivo, era el pómulo machacado, ligeramente abultado, cubierto por una costra rápida que se le había formado cuando paró de sangrarle.

Al llegar al porche, Adora la soltó, se limitó a sacar las llaves y abrir la puerta, entrando primero, saltándose el gesto de cortesía de darle paso a la invitada. Estaba rara, o eso pensaba la gata, y algo incómoda, sintiendo cómo alguna retahíla estaba por caerle. Disponían de un aura bastante seca, aguda y revuelta, pero silenciosa. Algo se aventaba. Cerraron la puerta tras de sí, la capitana soltó las llaves donde vio oportuno y se dirigió a su cuarto escaleras arriba, seguida de la felina, que no dijo ni media palabra.

La rubia entró, quedándose de pie en medio de la estancia. La luz de la luna que entraba por la ventana atravesando las cortinas levemente apartadas, proyectaba la sombra de la capitana en el parqué. Estaba cabizbaja, con el cuerpo tenso y apagada. Catra se detuvo en la puerta al ver aquello, no sabía qué se le estaba pasando por la cabeza a la que tenía delante.

TE DESEO (Omegaverse) (CATRADORA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora