[Capitulo 05]

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Montgomery y Chica pasaron un buen rato conversando y comiendo pizza, sobretodo Chica que disfrutaba de cada pedazo que pasaba por su pico, dejando bastante impresionado al caimán por lo tanto que ella podía comer sin llenarse o atorarse.

─ Wow... ─ Expresaría subiendo un poco sus lentes para ver cómo ya se había comido tres cajas de pizza y una soda de limonada rosa ─ Sabia que te gustaba mucho la comida, pero no esperaba que tanto. ─

─ ¡Monty! ─

Chica ignoraría olímpicamente lo que él había dicho y lo tomaría de la cara acercándolo a ella, algo que obviamente puso con los nervios de punta al caimán por la poca distancia que ella mantenía, además de que había gente alrededor que fácilmente podría verlos.

─ Tus ojos... ─ Mencionaría ella con desconcierto.

─ ¿Q-Qué tienen? ─

La gallina mantuvo su mirada en la de Monty que no estaba para nada como con la situación, pero no podía mover ninguna parte de su cuerpo, es como si el toque de Chica lo hubiera paralizado, se sentía tan sumiso en este momento, podía sentir su rostro calentarse.

─ Son... ¡Hermosos! ─ Respondería después de unos segundos.

Y lentamente retiraría los lentes de su rostro, dejando expuesto sus rojizos ojos, algo que dejó pensando a Monty, ¿Ella dijo que era hermoso? Era la primera vez que recibía un halago de su parte y eso lo emocionaba internamente, haciendo mover su cola.

─ ¿Qué tal me veo? ─

Ahora Chica tendría puestas sus gafas mientras hacía flexiones con los brazos, causándole mucha ternura en Monty, ¿Cómo que siempre podía lucir tan adorable? Éste le respondería con un "Nada mal" y al cabo de un rato ella le regresó sus lentes.

Más tarde, anunciaron por los altavoces que el Centro Comercial cerrarían pronto y que todos los animatronicos principales debían regresar al Rockstar Row a excepción de Foxy, algo que dejó confundidos a ambos animatronicos.

Chica se despidió de Monty dándole un adorable abrazo prometiendo visitarlo en otro día, éste obviamente estaría encantado de tener la compañía de la gallina otra vez, la hermosa tranquilidad que sentía estando a su lado era bastante reconfortante.

─ Demonios... Ojalá hubiera alguna forma de expresar lo que siento... ─ Murmuró para no ser escuchado por otros.

De camino al Rockstar Row, pudo ver a un Foxy dirigirse al Kid's Cove, y era acompañado por un pequeño grupo de niños «Quizás por esta razón no irá a su habitación está noche» Pensó decidiendo acercarse y preguntarle ella misma.

─ ¡Arr, Chica! ─ La saludó Foxy al verla llegar ─ Dime, ¿Por qué la marea te ha traído hasta mí? ─

─ Bueno... ─ Pensó un poco antes de hacer su pregunta ─ ¿Por qué llevas a estos niños al Kid's Cove? ─

─ Verás princesa, la gerencia me ha informado de un nuevo proyecto en que los niños podrán quedarse a dormir en la Kid's Cove, estos cachorros de agua dulce son hijos de algunos de los empleados que trabajan aquí, hoy se realizará la primera prueba. ─ Explicó Foxy dejando con el pico abierto a la gallina ─ Si todo sale bien se hará oficial. ─

─ ¡Eso es increíble! ¡Te eso toda la suerte del mundo! ─

─ Lo mismo digo. ─

Pasaron unos minutos de platicando, hasta que los niños empezaron a bostezar exigiendo que tenían sueño y estar demasiado cansados, alarmando a Foxy sintiéndose algo mal por haberse distraído tanto con Chica, por lo que se despidió de ella y rápidamente se dirigió al Kid's Cove.

La de ojos amatistas solo pudo observar como estos se iban, sabía que Foxy podía ser alguien bastante despreocupado pero también tenía un lado responsable, por lo que era normal que se inquietara al no realizar alguna actividad a tiempo.

La Glamrock continuó su camino hacia el Rockstar Row, pero se detuvo pensando en mejor ir a la cocina antes de que los Staffbots escondieran la comida, lastimosamente su plan se vería interrumpido por Freddy y Bonnie que la llevaron a la fuerza a su habitación rosa.

Estos dos también tenían órdenes de la gerencia sobre que Chica no debía ir a la cocina en cuanto Pizzaplex estuviera cerrando o después de esto, por lo que estaba en su obligación detenerla y no caer ante sus súplicas, sabían que no iban a fallar pues Freddy y Bonnie son bastante obedientes, sobretodo el oso cantante.

30 días MonticaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora