[Capitulo 14]

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Un mes había pasado desde que esa extraña silueta apareció en la habitación de Chica, pero el estado de la gallina no había cambiado y su programación se mantenía igual. El único cambio era que Roxanne era más insoportable y el comportamiento de Montgomery era peor que nunca.

─ ¡Maldición! ─ Monty arrojó al suelo su Fazer Blast para pisotearlo con mucha rabia. Había perdido contra Roxanne en la tonta atracción de Freddy. La loba solamente restregaba su victoria en la cara del caimán ─ ¡Te quitaré esa sonrisa de la cara! ─

─ ¡Aquí te espero, mastodonte! ─ Respondió Roxy sin tenerle miedo a su oponente. Antes de que se desatara el caos, entre Bonnie y Foxy sujetaron los brazos del caimán para detenerlo mientras que Freddy protegía a la loba, Chica sólo estaba mirando la situación aterrada.

─ ¡SUÉLTENME! ─

Montgomery forcejeaba sus brazos para que Bonnie y Foxy lo soltaran, ¡No permitiría que esa loba continuara burlándose de su derrota! Roxanne tenía una expresión complacida al tener a todos protegiéndola, haciendo que Monty sintiera más ganas estrellar su rostro contra el suelo para que dejara de creer la más bella del mundo.

Entonces el caimán dejaría de moverse al sentir otro agarre en su cintura, se trataba de Chica que lo tomaba de esa parte. Montgomery no se movía más, calmándose al sentir los brazos de la gallina en su cuerpo. Permitió que sus compañeros lo alejaran de Roxanne, en otro momento acabaría con ella.

Freddy se sentía algo decepcionado no quería que las cosa terminaran tan mal. Los había reunido a todos para que pudieran pasar un buen momento de amigos, realmente no se esperaba que Monty reaccionara de esa forma sólo por haber perdido por un punto contra Roxy.

Nunca había visto a Montgomery comportarse de esa manera, solía ser agresivo pero no demasiado. Por la seguridad de todos, decidió reportarlo con los de la Gerencia cuando llegaron en la mañana. Así que lo llevaron Mantenimiento y Servicio para hacerle una revisión.

Pero no encontraron nada inusual en sus sistemas, todo estaba bastante bien. Dejaron que Monty regresara a su atracción pero que intentara no estresarse mucho con los clientes que visitaban su Pantano Artificial. No querían tener demandas debido a su comportamiento.

Mientras tanto Chica se encontraba en el Marzecise haciendo una rutina de ejercicio divertida para los niños. Los pequeños imitaban como podían los movimientos de su instructora, los cuales no eran tan complicados. La gallina hacía lo posible para que pudieran seguirle el ritmo.

─ ¡Quiero a todos marchando! ─ Alentó Chica comenzado a mover sus pies como si fuera un soldado, los niños no tardaron en hacer lo mismo. Entonces comenzaría a sentir unos dolores en el estómago, tenía hambre ─ ¡Hagamos una pausa para tomar agua y descansar! ¿Ok? ─

Un Staffbot se acercó a los niños pidiendo amablemente que lo siguiera, iba a darle algunas Gaseosas para que calmaran la Sed que tenían después de tanto ejercicio. Por parte de Chica, ella salió corriendo directamente a la cocina. De pronto comenzó a tener demasiada hambre.

Al llegar a la cocina empujaría a los Staffbots Cocineros para que dejaran caer la comida que llevaban en unas bandejas, para que ella pudiera comérsela usando el suelo como su plato. Se llevaba grandes bocados de comida a su pico, tragando rápidamente para seguir comiendo.

Los Staffbots que la observaban no sabían que decir, estaban viendo como la más tierna de la banda Glamrock se volvió una maniática por comerse todo lo que había tirado y hacia muchos sonidos desagradables al masticar los alimentos, estaban horrorizados y asqueado por ella.

Pensaban que pararía al terminarse toda la comida que tiró al suelo, pero vieron como ahora quería comerse los ingredientes con los que hacían las pizzas. Así que entre todos tuvieron que detenerla sujetándola de los brazos y piernas, mientras que otros llamaban a los de Seguridad.

Ese día mantuvieron a Chica en el Cilindro intentando encontrar el motivo del por qué actuó de esa manera en la cocina, pero al igual que Montgomery no encontraron nada fuera de lo normal. Así que como castigo por arruinar las ordenes de los clientes, le quitaron su pico.

Chica no podía comer, pero si hablar al conservar su caja de voz. Los técnicos también la dejaron en el Cilindro al no poder encontrar la causa de su falla. No querían que por accidente ella lastimara a alguien. La Empresa no quería más demandas por Animatronicos defectuosos.

Aunque volvieron con ella por en la noche para poder sacarla y devolverle su pico, pero le dieron una advertencia de que no volviera a entrar a la cocina hasta que descubrieran la causa de su falla, Chica estaba deprimida por eso, pero al menos podía volver con sus amigos.

Sus amigos la recibieron bastante preocupados, se habían enterado de lo sucedido gracias a los Staffbot de la cocina, tantas preguntas sólo hicieron que Chica se sintiera incomoda, haciendo que sólo los ignorara a todos y que se fuera corriendo a su habitación.

Nunca se había reaccionado de esa manera al sentir hambre, se sintió como una completa marrana. Si sus amigos la hubieran visto de seguro pensarían que era la gallina más asquerosa de todos. Quería llorar, pero entonces escucharía a alguien tocar la puerta de su habitación.

─ Ahora no quiero hablar con nadie... ─ Diría Chica sentada en uno de los muebles.

─ Chica... No quiero molestar, pero si necesitas conversar... Estaré en el Monty Golf. ─

Se trataba de Montgomery, Chica se esperaba más a que Freddy se apareciera en su puerta para intentar animarla o tal vez Roxy para llevarla al Salón de Belleza para que se distrajera un rato.

Podría desahogarse conversando con Monty, pero temía que si le contaba lo que hizo en la cocina podría causarle mucho disgusto hacia ella. Aunque de todos modos sabía lo que ocurrido por parte de la boca de los Staffs. Igualmente no estaba lista para hablar sobre eso.

En otra parte, Foxy se encontraba en la Kid's Cove buscando desesperado aquel pequeño aquel niño que había estado ocultando durante un mes, por un momento pensó que esa criatura se lo había llevado, pero al verlo bajar por el tobogán del farol lo tranquilizó.

Realmente se había asustado, pues se inquietaba al dejarlo solo cuando llevaban a todos para una Sesión de Fotografías o durante los Conciertos. No podía negar que se había encariñado del niño. Hasta ahora nadie los había descubierto, pero no sabía cuánto duraría su suerte.

30 días MonticaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora