୨⎯ "ᴋᴇɴᴛᴀʀᴏ ᴋʏᴏᴛᴀɴɪ" ⎯୧

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"= [Warnings: Lectora dominante, penetracion masculina, pegging, mistress kink, degradación leve, control de orgasmo & sobreestimulación ] //

: ̗̀ Depósito de dudas sobre el FF ( dinámicas, palabras, situación, etc.)

-ˏˋEn caso de que el contenido de la historia no sea de tu agrado, te pido de manera más amable que te retires de este fanfic y cheques alguno de los otros FF que tengo disponibles. ˊˎ

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ᴠᴏʟᴜᴍᴇ : ▮▮▮▮▯▯▯▯▯▯

II

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Kentaro: ¿Ha? - dijo desconcertado - ¿Dominarme?

Una mirada escéptica en su rostro con una de sus cejas levantadas miraban tu puchero, tratabas de convencerlo desde hace horas.

T/N: Vamos~ - rogaste - Solo esta vez, por favor

Kentaro: hah... supongo - suspiró - Pero ¿realmente puedes dominarme?

Siempre terminaba rendido ante ti pero, no te la dejaría fácil, dejando un cierto tono de burla en su oración, haciendo la situación una apuesta.

T/N: Oh... puedo hacerlo - dijiste retante - Lo haré

Le diste una sonrisa confiada, eliminando el espacio que había entre ustedes, tensión y deseo generandose en el ambiente, sacando una sonrisa juguetona del menor.

T/N: De hecho, estoy segura de que te encantaría ser mi sumiso - dijiste burlona -

Kentaro: Tch- - resoplo - De ninguna manera sucederá eso

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Kentaro: ¡Aah! - gimió alto -

Sus brazos rápidamente envolvieron tu cuerpo, escondiendo su rostro en la curvatura de tu cuello mientras seguias golpeando su agujero con precisión.

T/N: Se siente jodidamente bien ¿No? - ronroneaste -

Susurrabas en su oído de manera lenta y suave, dejando que cada palabra se apuntará con tus embestidas, percibiendo como este solo te abrazaba más fuerte y temblaba contra tu cuerpo.

T/N: Sabia que serias una puta para mi, Kyoutani - susurraste burlona -

Este solo pudo jadear en respuesta, haciendo su mejor intento de empujar hacia ti de manera desesperada cuando escucho tus palabras.

T/N: ¿Te sientes bien, zorra? - te reiste -

Kentaro: ¡Mngh-! ¡S-se siente bien! - tartamudeo -

T/N: ¿Se siente bien que? - lo imitaste burlonamente -

Kentaro: ¡Se siente bien, mi señora! - gimió en alto -

El pelinegro podía sentir como sus mejillas se sonrojaban tanto de la vergüenza como del placer al darse cuenta de lo fuerte que estaba gimiendo y hablando.

Nunca pensó que tú, entre todas las personas, podrías dominarlo, siempre siendo tan linda y hermosa a sus ojos que a veces se le olvida que puedes ser bastante intensa al igual que él.

Ciertamente, nunca espero que le nalgueara y le exigieras que te llamará "mi señora" y por mucho que quisiera negarlo, se sentía totalmente satisfecho a lado tuyo.

Te veias jodidamente hermosa así, dominante, agresiva y exigente, no le importaría ser el sumiso si tenía la oportunidad de verte así cada vez que lo hicieran.

Te reías disimuladamente, teniendo la oportunidad de ahora ver su rostro, veías como se encontraba sonrojado hasta las orejas.

Kyoutani sintiendo un escalofrío recorrer su espina dorsal al sentir tus ojos generando un agujero en él, ojos vagamente mirandote, gemidos escapaban de su boca sin temor alguno.

Podía sentir como el típico calor llegaba a su vientre bajo, avisando por su climas, empezaste a desacelerar tus embestidas, recibiendo súplicas como repuestas.

Pero necesitabas oírlo de él, oír como solo se degrada y humilla como un patético pervertido que solo le interesaba su placer y nada más.

T/N: ¿Disfrutas ser mi pequeña zorra? - preguntaste dominante - Respondeme, Kyoutani

Kentaro: ¡Sí! ¡Por favor! ¡Me encanta ser la puta de mi señora! - gimió desesperado -

T/N: Entonces, correte - demandaste - Correte, Kyoutani

Kyoutani gimió, arqueándose hacia atrás mientras se corría, la baba goteaba de su boca mientras lo hacía, y el cuerpo temblando incontrolablemente mientras lo seguías follando.

Gemía débilmente por su orgasmo, atrapando una gota de baba de su barbilla, la empujaste con un solo dedo hacia su boca, callando lo que se volverían sollozos por altos.

Tenías planeado seguir abusando de sus entrañas, sin parar hasta que lo hicieras correr varias veces y gemir.

incoherentemente, babeando hasta la barbilla mientras sus ojos miran vagamente a los tuyos.

Sería una larga noche para los dos y para los vecinos que se encontraban listos para ir a dormir con sus tapones de oídos.

HENTAIYAROUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora