Los hijos de la línea 26 y los niños desaparecidos (ParkJimin)

4

Mientras él comía yo fui por mi laptop para entre los dos buscar cualquier información que a él le pudiera servir para determinar por qué había pasado ese agujero, toda la información la imprimí y se la di.

-Entonces ¿Nos volvemos a despedir?

-Eso creo

-Por el momento puedes regresar cuando quieras, le diré al vigilante que te deje pasar cuando quieras y dejaré una llave debajo del tapete

-No tienes tapete –sonrió

-Compraré uno y cuando vengas estará la llave debajo de él

-Gracias

Nos dimos un abrazo.

-Espero verte de nuevo –dije

-Yo también

Los dos salimos de mi departamento, bajamos las escaleras y salimos del edificio.

-Nos vemos pronto –dijo él

-Claro que sí

En cuanto regresé a casa me puse a investigar si había el registro de algún agujero en alguna parte de la ciudad del que antes no hubiera escuchado, era peligroso que las personas de aquí bajaran al agujero y se dieran cuenta de que podían llegar a las otras dimensiones, arruinarían todo en caso de que fuera más profundo que un simple terremoto, pero después de estar bastante tiempo buscado, no encontré el reporte de nada raro después del terremoto, por lo que pude quedarme más tranquila.

Jimin

Ese hombre pasó bastante tiempo en casa de Ivy y lo que decían era extraño, para empezar ¿Quién era él y por qué me conocía? ¿De dónde Ivy me conocía? ¿Dónde queda Atatu y Tultro? ¿Y qué es exactamente ese collar? Lo había notado, Ivy siempre lleva consigo un collar de una piedra azul en forma de lagrima, nunca se lo quitaba, siempre lo llevaba con ella.

¿Y si ese hombre tiene algo que ver con el tiempo en que ella estuvo desaparecida? ¿Y si él es el culpable e intenta manipularla de nuevo para llevársela?

Son tantas preguntas que por un momento pensé en anotarlas en una libreta y preguntárselas una por una a Ivy en una especia de interrogatorio policiaco.

Después de dos días desde aquella visita, Ivy y yo solo nos habíamos encontrado como siempre en las mañanas cuando íbamos a trabajar y nada más, así que esta tarde intenté de nuevo tener una comida con ella para preguntar, por lo que antes de salir del trabajo le mandé un mensaje para que viniera a mi departamento a comer, a lo que ella aceptó.

Cuando llegue después de recoger la comida del restaurante, me cambie de ropa por algo más cómodo, prepare la mesa con platos y vasos, también puse música y esperé por ella.

-Hola –saludó ella con una sonrisa en cuanto abrí la puerta

Esta vez, llevaba un vestido floreado casual de color verde pastel con flores blancas, le quedaba un poco debajo de las rodillas, unos tenis blancos y su cabello suelto.

-Hola, pasa, pasa

-Gracias

Los dos caminamos hasta sentarnos a la isla de la cocina donde la comida ya estaba lista.

-Lo lamento tanto por lo de la última vez, y por esto también

-¿Por esto? –serví la comida en su plato

-Se supone que yo iba a invitar

-No te preocupes –sonreí –ya habrá otra ocasión en la que tu invites

-Lo recordaré, lo prometo

-Por cierto... hablando de aquella vez... ¿Quién... era él?

-¿Lucius?

Acepté con la cabeza.

-Es un viejo amigo, es el que aparece en la foto que te mostré

-¿Es él?

-Sí

Cierto, él aparecía en esa foto con ropas parecidas a las que traía.

Si quería hacer la pregunta real, debía ir lentamente primero.

-¿Vive muy lejos? Parecía que no habían hablado en mucho tiempo

-Sí, vive demasiado lejos, no hay mucha señal donde vive, por eso es difícil contactarnos... no había hablado con él desde que tomamos la foto

-¿Piensa regresar? Si es así, deberían decirme, los dos no son de la ciudad y yo conozco muy buenos lugares para hacer turismo

-¿En serio? –se quedó en silencio un momento –sería divertido, le diré si tiene tiempo la próxima vez

-Genial, podemos ir a xxx, es un viejo pueblo lejos de aquí, nos tomará un tiempo en carretera, pero vale la pena visitarlo

-¿En carretera?

Cuando dijo eso, la miré con atención, esperaba ver terror en su rostro al recordar eso, pero, parecía feliz.

-Me gustan los viajes en carretera, sería relajante –sonrió

¿Le gustan los viajes en carretera? ¿Relajante? ¿No tiene trauma de eso?

-Si no estás cómoda con eso, podemos ir a otro lugar –dije

-Estoy bien, me gustan los viajes largos

-Es solo que... encontré lo que paso

-¿Lo que paso? –me miró con atención

-Lo que te pasó en la carretera

-Ah, eso –bajó la mirada a su plato y comenzó a jugar un poco con la comida

-Lo lamento, sé que es un recuerdo feo, no debí preguntar

-No importa –me miró con una sonrisa

-¿No importa? Debió ser aterrador todo ese tiempo

-Bueno, eso no lo sé, no recuerdo lo que pasó

-¿No... lo recuerdas?

-No –volvió a sonreír –si investigaste lo que me pasó, sabrás que no miento, a mis padres y a la policía les dije lo mismo, porque es lo que pasó, no recuerdo nada de todo ese tiempo

-¿Cómo es posible que no lo recuerdes? Cuando te encontraron estabas bien, estabas limpia, no tenías heridas graves, ni nada parecido ¿Cómo es que no recuerdas nada?

Cuando terminé, lo único que pude hacer fue cerrar la boca, apretar los labios y deseas no haber dicho nada.

-Lo siento, no quise decir eso, es solo que...

-Lo entiendo –dijo tranquila –todos se preguntan lo mismo, pero... -levantó los hombros –¿Qué respuesta puedo dar? Por más que lo intente, no puedo recordar lo que pasó, lo lamento por crear ese misterio, pero no lo sé

-No tienes que darme explicaciones

-Claro que sí, sé que la curiosidad te mata

-...Un poco –sonreí

Al final cambiamos de tema, terminamos de comer y como siempre después de comer no dan ganas de hacer nada, la invite a mi sala a ver una película.

Ella se sentó en el sofá a un lado de mí y encendió la televisión mientras yo iba al baño.