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-¿Más visitas? -preguntó la reina confundida -siempre somos los mismo

-No me refiero a usted, majestad, son solo palabras mías, hay muchos ojos en este bosque

-Supongo que hay muchos curiosos, no es fácil ignorar tu voz, Dama, es hermosa

-Me alaga, mi pequeña señora

-¿Podrías cantarme algo?

La reina tomó asiento en un tronco sobre el suelo que estaba cerca, mientras sus caballeros y doncellas se quedaban de pie detrás de ella.

-¿Qué canción desea escuchar el día de hoy?

-Puedo quedarme poco tiempo hoy, así que vals de la luna llena estará bien

-Con gusto

En cuestión de segundos comenzó a cantar y tuve razón cuando dije que ella tenia una voz inhumanamente hermosa, pero no solo era una voz, era como si fuera un coro completo, muy suave, pero así sonaba.

Mientras Dama cantaba yo simplemente caminé con cuidado para alejarme, sabia que en cualquier momento ocurriría la desgracias y más que miedo por estar aquí y que me pasará algo, no quería ver el final.

Terminé escondiéndome detrás de un árbol que a los pies tenia arbustos, me tumbe en el césped con la espalda recargada en el tronco del árbol y simplemente esperé, la canción era un buen relajante momentáneo, sabía que tenia que sacar mi cabeza del escondite y verlo todo para saber qué había pasado, pero tenía miedo de lo que vería.

Mi vida corre peligro simplemente para poder conseguir estar en este momento, así que no puedo acobardarme ahora y volver sin saber qué fue lo que paso.

Me di la vuelta, aun en el suelo, simplemente con mi cabeza asomada por entre los arbustos, mirando la escena.

Dama cantaba, mientras que todos los demás miraban en silencio, disfrutando del momento. Los caballeros estaban relajados al igual que las doncellas.

Miré a ambos lados, incluso miré detrás de mi esperando ver a ese alguien enemigo que estuviera escondido, pero no había nadie, no había ni gigantes ni humanos que pudieran lucir amenazantes, tampoco quería creer que Dama hubiera sido la culpable, se veía demasiado amable como para ser responsable de un asesinato como este.

Pero si no fue ella ¿Quién?

No fue necesario esperar mucho tiempo, mi pregunta fue respondida más rápido de lo que yo misma hubiera pensado que era posible.

No hubo gritos, ni alboroto como yo lo había pensado o imaginado, simplemente... los cuerpos de todos los humanos presentes simplemente cayeron en mil pedazos, no siquiera hubo salpicaduras, simplemente un corte, limpio, rápido y silencioso que se convirtió en charcos de sangre solo cuando las piezas estuvieron en el suelo.

-¿Qué...?

No entendía lo que había pasado, no había visto nada. Mis ojos por más que miraban a todos lados no encontraban a nadie, no podía encontrar nada. La voz de Dama dejó de sonar, se quedo en silencio y cuando abrió los ojos y lo vio todo, su sorpresa fue más que obvia, pero no hubo tiempo de que dijera una sola palabra, simplemente su cuerpo pasó por lo mismo que los demás... cayó en pedazos al suelo solo que sus pedazos se disolvieron como polvo en la tierra.

eso fue lo que pasó, ella no los mató porque incluso ella murió, pero, aun así, no sé la respuesta de quién fue el culpable.

Salí de mi escondite, cubriendo mi mirada periférica del lado derecho para no tener una imagen más fija de la reina y su gente en mi memoria, pero quería ver hacia adelante y entender qué había pasado.

-Omnes perdidit, cum una tantum perdiderit

Escuché el susurro de una voz masculina en mi oído izquierdo, un susurro que me hizo aguantar la respiración, pero así de repentino como llegó, así de repentino el ambiente aquí se relajó, lo que me hizo suponer que esa cosa, sea lo que haya sido, se fue, lo único que creo que me dejó como recuerdo, fue cuando el ardor en mi brazo me hizo mirar. La manga blanca de mi blusa tenía una mancha de sangre que se hacia más grande conforme la tela absorbía.

Levanté la manga y me di cuenta de que había una herida, pero no era una herida de algo filoso, un cuchillo o alguna garra, era más como... un raspón, un profundo, largo y ensangrentado raspón que parecía como si me hubiera caído en el pavimento.

No fue ningún humano y ningún gigante, fue un... algo.

En lo profundo de mí, deseaba que hubiera sido un gigante, de ese modo, teníamos asegurado que el rey Oto perdonará a Jimin, pero ni siquiera sé a quién culpar.

Bueno, ahora sabiendo lo que había pasado ¿Cómo regreso a casa?

-¿Brujas? ¿Alguien? ¿Dónde esta ese laberinto que tengo que tomar?

Ciertamente prefería estar en el laberinto que aquí, si esa cosa mató a todos ellos y pudo hacerme daño, quiero irme ya, no puedo verlo y no ver a los enemigos es peor que verlos.

-¿Podrían ya decirme a donde...?

Todo delante de mi fue tragado por un punto en medio del espacio, dejándome a mi en completa oscuridad. Era aterrador, pero sabía... o eso creo, lo que pasaba. 

-¿Es una especie de cuenta regresiva? ¿La parte del suspenso? -le grité a no sé quién -Solo quiero regresar a casa, ya

-No pienses apresuradamente, primero tienes que cruzar el laberinto

Era fácil reconocer la voz chillona de una de las brujas. 

-Solo déjame entrar ya ¿Quieren?

Y lo hicieron, todo lo que había sido tragado por ese punto en el espacio, regresó, pero, no era lo mismo, era el laberinto.

Un pasillo apareció delante de mí, un pasillo creado por paredes muy altas, tan altas que no parecían tener un final, paredes de hierba verde, el piso era de pétalos, pétalos de muchos colores, todo era hermoso, sin mencionar la luz cálida que emanaba del cielo, parecía más un paraíso que un juego que podría cobrarme la vida. 

Los hijos de la línea 26 y los niños desaparecidos (ParkJimin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora