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Era una cosa horrible, era una especie de persona deformada, la piel era negra, como si estuviera chamuscada, era grande, pero grande en altura porque su cuerpo era demasiado delgado, tanto que parecía que en cualquier momento podría romperse, en su cabeza había solo mechones al azar de cabello negro y maltratado, era como ver a una muñeca calva y hablando de su rostros, era algo más aterrador, era un rostro derretido, con la mandíbula rota, ojos casi en las mejillas, sin nariz, solo un simple agujero. Sus ojos eran simples canicas negras que brillaban con la luz.

Aunque me había preparado para gritar su presencia, no me esperaba esta apariencia, era más aterradora de lo que me esperaba y por la sorpresa, las palabras no me salían de la boca.

-Ivy ¿Qué sucede? -Jimin me movía del brazo, pero mis ojos no podían apartarse de él, sus ojos me miraban fijamente y me hacían sentir escalofríos

-Es él -dijo Bellator -despiértenla, necesito sus ojos

Y sin estar muy seguro de las cosas, Bellator se lanzo hacia adelante a atacar, pero claro que esa cosa podía moverse y lo hizo, así que Bellator parecía que peleaba con el aire.

-Ivy -Arthur me sacudió al igual que Jimin -despierta, dinos dónde esta esa cosa

Moví un poco mi boca y al final pude sacar mi voz.

-Por allá -apunte con mi dedo y Bellator lo siguió, así fue el juego, yo mantenía mi dedo levantado y solo decía hablaba y me movía siguiéndolo.

Los que no sabíamos pelear que prácticamente éramos todos a excepción de Arthur y Bellator, nos manteníamos en una esquina, era estresante que no pueda ayudar, pero me conformaba un poco en que mis ojos fueran de ayuda.

Entre toda la pelea esa cosa le dio a los barrotes rompiéndolos y haciendo que sonaran con fuerza cuando cayeron al suelo, mientras que nosotros estábamos peleando con esa cosa, el borracho de enfrente estaba arrinconado en una esquina de su celda.

De un golpe, un simple golpe quitó del camino a Arthur y a Bellator, supongo que lo logró porque ellos dos ya estaban cansados, y con ellos fuera del camino, quedábamos los simples ratones temerosos a merced del gran gato, pero este gato, en lugar de comernos estiró sus largos, delgados y asquerosos brazos, nos tomó del tobillo a Lucius y a mi tirando de nosotros haciendo que diéramos un sentón en el suelo y nos arrastró.

-¡Ivy!

Jimin y los demás salieron corriendo tras nosotros, intentando detenerlos, tomarnos de la mano o cualquier cosa que evitara que nos llevaran, pero, obviamente íbamos demasiado rápido.

Cuando pasamos por las oficinas, nos dimos cuenta de que todos los policías que habíamos visto antes estaban muertos, esa cosa los había destazados y todo aquí estaba lleno de sangre, con cosas rotas... un desastre total.

Cuando salimos de la ciudad y entramos al bosque nos dimos cuenta de que a pesar del modo en que nos estaba llevando, tal vez su intención no era matarnos inmediatamente, con la arrastrada que nos estaba dando probablemente ya hubiéramos muerto, estuviéramos muy heridos o algo así, pero no, era como si una fuerza debajo de nuestros cuerpos nos separara unos centímetros del suelo para no lastimarnos.

Aunque fuer así, Lucius y yo aún intentábamos sostenernos de algo para zafarnos de él, pero no podíamos, íbamos demasiado rápido como para podernos detener.

Hasta que llegamos al lugar, esa cosa nos soltó, los dos nos quedamos en el suelo aún confundidos por la rapidez del viaje.

Dejé mis codos en el suelo para incorporarme un poco y me di cuenta de que él, nos estaba rodeando como un animal, sabía que no quería matarnos de inmediato, pero entonces ¿Qué quería con nosotros? 

-Ivy

Lucius se levantó y gateó hasta mi lado.

-¿Dónde esta esa cosa? -miró alrededor asustado

-Enfrente -dije sin despegar mis ojos de los suyo

-¿Enfrente? ¿Qué esta haciendo?

-Nos esta mirando fijamente, camina de un lado al otro lentamente, es como un animal

-Debemos encontrar la manera de llamar a los demás, tardaran años en encontrarnos y no sabemos qué quiere esa cosa, no podemos pelear contra él nosotros dos

-Lo sé, pero, no sé si sea buena idea llamarlos

-¿Por qué no?

-No sé qué quiere esa cosa y sin saberlo, no quiero poner a los demás en peligro

-¿Qué podemos hacer entonces?

-¿Hablar?

-¿Hablar? ¿En serio quieres entablar una conversación con esa cosa?

-Podemos intentarlo por lo menos

-Bien

Tragué saliva y carraspeé un poco mi garganta.

-Oye, podemos... ¿Podemos ayudarte en algo?

-¿En serio así planeas comenzar? -susurró Lucius

-¿Tienes una mejor idea?

Se quedó en silencio.

-No, prosigue

-Gracias

Volví mi atención a "elalma" que seguía caminando de un lado al otro sin dejar de mirarnos.  

-¿Necesitas ayuda con algo?

No respondía, solo nos miraba.

-Podemos ayudarte en lo que necesitas

Todo cambió, mis manos temblaron cuando el alma dejó de caminar de un lado al otro, tomó una pausa y comenzó a caminar lentamente hacia nosotros.

-Mierda

-¿Qué? ¿Qué?

-Viene hacia acá

-¡¿Qué??¡

Los dos dimos empujones con los pies hacia atrás, pero no fue suficiente, el alma se nos acercó, se me acercó lo suficiente para hacerme caer de espaldas, cerrar los ojos con fuerza al no querer tener su rostro tan de cerca guardado en mis recuerdos y girando cara hacia un lado, el olor a carne quemada y putrefacta era tan asqueroso y fuerte que me hicieron tener nauseas.

-Quiero la muerte... de todos mis hermanos

Los hijos de la línea 26 y los niños desaparecidos (ParkJimin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora