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-No acepto esos cargos

-Entonces díganos la verdad

-Tampoco podemos hacer eso

-Bien –suspiró cansado –entonces por el momento permanecerán en prisión hasta que se decida qué pasará con ustedes, aunque –sonrió –con la resistencia que están poniendo sobre querernos dar información, no esperen salir muy pronto

Si nos quedábamos aquí, ese amissa anima probablemente venga por nosotros, después de Bellator lo llamará, estoy segura que vendrá y no solo se limitará a matarnos a nosotros, probablemente matará a cualquiera que esté en su camino.

Después de ese interrogatorio, nos regresaron a nuestra celda junto con todos los demás simplemente para llevarse a Arthut y Bellator, supongo que sus espadas y el escudo eran armas raras que tenían que investigar.

Pero al final, ninguno de nosotros dijo nada.

-Bueno –dijo el capitán Wilston mirándonos del otro lado de las rejas –deberían acostumbrarse un poco a dormir aquí, pasaran un buen tiempo en este lugar –se puso un abrigo negro y se lo acomodó –disfruten su noche, piensen bien las cosas y espero que mañana, las cosas sean diferentes –sonrió un poco y se puso un sombrero de copa de color negro –buenas noches, caballeros –me miró –señorita

Y así nos dejó en la celda.

-¿Y ahora? –preguntó Arthur –debemos salir de aquí y continuar con lo que tenemos que hacer

-¿Alguna idea? Si nos vamos de aquí en primer lugar ¿Cómo lo haremos? Estamos en una estación de policías, con policías en todos lados –Edric parecía entrar en crisis por el modo en que hablaba

Viéndolos bien, Edric y Lucius eran todo lo contrario del uno del otro, Edric era calmado y un poco callado, algo temeroso y Lucius era más extrovertidos y un tano aventurero.

-Y en segundo, si logramos salir de aquí todos esos policías nos van a seguir hasta encontrarnos y van a sospechar más de nosotros

-Tranquilo –dijo Louis dejando su mano en el hombro de Edric –algo se no ocurrirá, por el momento, solo podemos quedarnos aquí, mañana conforme avancen las cosas, pensaremos en algo

La celda era pequeña, era de paredes de piedra con una pequeña ventana con barrotes a lo alto de una de las ventanas y paralelo a esa pared, los barrotes que daban a un pasillo con más celdas. Había 4 "camas" en realidad solo era una sencilla estructura de madera con un colchón cubierto con una cobija café oscuro que mientras más la miraba, más asquerosa se me hacía, quien sabe cada cuanto tiempo cambian esas cobijas., cada cama estaba en una de las paredes, derecha izquierda y frente, la 4 era más como una litera ya que estaba encima de la cama de enfrente.

-Turnémonos para dormir un poco –dijo Louis

Y así fue, no era el lugar más cómodo del mundo, éramos 9 personas una celda pequeña, pero por lo menos teníamos donde descansar un poco.

Arthur, Lucius, Jimin y yo fuimos los primeros en dormir. Arthur en la cama de la derecha, Lucius en la izquierda, Jimin en la de arriba y yo en la de abajo. Mientras nosotros dormíamos, los demás no tuvieron más opción que sentarse en el suelo recargados en las camas para poder descansar un poco, todos en silencio lo que a mí me incomodaba un poco, normalmente me gusta dormir en lugares donde no hay demasiadas personas, pero aquí... como pude, intente dormir, les di la espalda a todos y trate de concentrarme en dormir.

-¡Hora de dormir! –un policía que no pudimos ver, gritó desde la entrada que daba a este pasillo de celdas y después de decir eso todo quedó en oscuridad, apagaron las pocas velas que iluminaban el pasillo, pero aún con la oscuridad me era difícil dormir.

No sé por cuanto tiempo había estado acostada intentando dormir, pero supongo que en poco tiempo darían el cambio y nos tocaría vigilar así que aproveche para descansar un poco más.

-¿Qué sucede? –escuche la voz de Lucius

-Huele a sangre –dijo Bellator

Me di la vuelta de golpe y al parecer los demás tampoco habían podido dormir porque de igual manera se giraron.

-¿Qué? ¿Cómo que huele a sangre? –preguntó Edric en un claro tono de temor

Bellator se levantó del suelo para acercarse a los barrotes, Arthur, Lucius, Jimin y yo nos levantamos de la cama y nos acercamos a él.

-Hay demasiado silencio –susurró Arthur y todos nos quedamos en silencio

Era cierto, antes había silencio, pero ahora era demasiado.

Dos disparos me hicieron saltar del susto antes las explosiones, después unos cuantos golpes, el borracho que estaba en la celda de enfrente se levantó de su cama aun tambaleándose y se acercó a los barrotes tratando de entender qué era lo que estaba pasando y después dándonos una mirada esperando que nosotros se lo explicáramos.

Bellator hizo aparecer su espada y su escudo al mismo tiempo que escuchábamos golpes, disparos y quejidos.

-Es él ¿No es así? –preguntó Lucius

-Sí –respondió Bellator

Sé que Arthur hubiera sacado su espada, pero se la quitaron desde que nos detuvieron en el bosque, así que lo único que pudo hacer fue ponerse en posición de pelea.

Yo trataba de estar alerta, tener mi voz lista para anunciar su llegada, así que mi boca estaba ligeramente abierta.

De pronto, después de todo ese ruido hubo silencio de nuevo, un silencio que en cuestión de segundos el ruido de la puerta de metal se escuchó como la abrían. 

El borracho intento sacar su cabeza por entre los barrotes, pero era inútil, él era demasiado cabezón para hacerlo, pero su curiosidad era más grande.

Mientras el ebrio quería ir más adelante, nosotros sin ponernos de acuerdo dábamos pasos hacia atrás, casi pegados a la pared. 

-¿Hay alguien? –preguntó el hombre con las palabras medio encimadas -¿Ah? ¿Qué carajos está pasando?

Lo más horrendo de esto es que no había ruido, todo estaba en completo silencio. 

-No puedo ver nada -susurré

-Espera un poco más -dijo Bellator 

No estaba segura si debíamos esperar cuando no podía ver nada y cuando no se escuchaba nada, pero Bellator supongo que tenía más experiencia en esto que todos nosotros juntos, porque después de que él me dijera que esperará, esa cosa apareció.

Los hijos de la línea 26 y los niños desaparecidos (ParkJimin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora