Al no sentir dolor de nada y al no escuchar más ruidos, lo único que pude hacer fue abrir los ojos.
Estábamos en una habitación oscura, de piso de tierra, un piso que reconocí de inmediato.
-Pensé que habíamos muerto –dijo Lucius
-Volvimos –susurré
-Pero ¿Por qué?
En la habitación de los 10 gigantes que vivimos cuando fuimos con los niños, estábamos en esa misma habitación y afortunadamente, o desafortunadamente, las 10 estatuas estaban aquí, tal cual las vimos la última vez.
-¿Ahora qué?
-Por lo menos podemos movernos –dijo Jimin y los otros dos movimos nuestras piernas para asegurar que fuera así
-¿Vamos con los niños? Tal vez ellos sepan algo –sugirió Lucius
-Suena...
-Rey Joseph –una voz muy grave resonó en toda la habitación asustándonos un poco. Mis ojos buscaron el movimiento de los labios de alguno de los gigantes, pero ninguno estaba hablando, solo... sonaba la voz -nuestro rey Oto le declara la guerra a tu especie
-¿Por qué nos declaran la guerra? –preguntó Lucius
-Sus delitos son la traición, el dominio de tierras ajenas y asesinato
-¿Quién es el rey Joseph y quién es el rey Oto?
-Rey Oto, el gran salvador, el sabio y justo, rey de los gigantes
Ahora las palabras de las brujas tienen sentido.
-¿Por qué su rey se lleva a los niños? –pregunté
-Los pequeños soldados deben ser desterrados de nuestras tierras
-¿Sus... tierras? –preguntó Lucius
-Línea 26, línea de los que tocan el cielo, los gigantes
Entre más preguntaba y ellos contestaban, menos entendía las cosas.
-No queremos iniciar una guerra, nos dijeron que el traidor podía hablar con el rey –dije -¿Podemos tener una... audiencia con él?
Hubo silencio, no volvió a sonar la voz.
-¿Esperamos? –susurró Lucius
-Eso... creo
Sí era solo cuestión de esperar, una de las estatuas hizo lo mismo que la que nos trajo aquí, se hinco y volvió a aplastarnos con su mano, sin dolor, pero lo hizo.
Cuando volví a abrir los ojos, nos encontrábamos en una nueva habitación oscura, con piso de piedra, con columnas, pero sin gigantes.
-Pensé que nos llevarían con el rey –dijo Jimin
-La audiencia con el rey Oto, ha sido aceptada
No era que estábamos en una habitación sola, es que estábamos de espaldas.
Al darnos la vuelta, todo fue diferente.
Ante nosotros estaba un enorme trono de piedra blanca, era un trono hermoso, con toques dorados. Una estatua diferente a todas las demás estaba sentada sobre ese trono, sin mascara, con la cara al descubierto, una barba que le llegaba por debajo de los hombros, cabello rizado, estaba casi desnudo si no fuera por la manta blanca que le cubría de la cadera y un poco arriba de las rodillas, era como si la manta solo se la hubiera puesto encima, estaba descalzo y tenía los brazos posados sobre los posa brazos del trono.
A cada lado del trono había gigantes como todos los demás, con sus máscaras doradas, pero a diferencia de las demás, estas tenían lanzas doradas en la mano derecha que llegaban desde el piso hasta por encima de sus cabezas.
Lo más alucinante de esto era que por encima de la cabeza del rey Oto, por encima de su corona dorada había 4 esferas que parecían de cristal, seguramente si esas esferas bajan y se nos acercaban serian del tamaño de la bola que usan en año nuevo en Times Square o incluso más grande.
Dentro de cada una de esas esferas había un elemento, en la primera, había una llama de fuego en el centro mientras que a los lados parecían que las llamas se estrellaban contra el cristal o lo que fuera que le daba la forma de esfera y lo contenía. En la segunda estaba el elemento de agua, parecía que la esfera estaba llena con agua solo ¼ de la capacidad y parecía que dentro había una tormenta porque de la parte de arriba llovía, sin truenos, solo lluvia. En la tercera estaba la tierra, pero estaba representada con tierra igual en solo ¼ de la esfera, con una capa encima de césped y un hermoso árbol en medio, brillante, verde, seguramente sería tan fresco ahí dentro; en la última era el aire y como el air no tiene una forma o color, supongo que para identificar que estaba funcionando, en el centro de la esfera había una pluma blanca que giraba por todos lados, de izquierda a derecha de arriba abajo, constante, sin parar.
-La guerra comenzará ¿Qué tiene que decir el traidor? –la voz era diferente, era mucho más grave que la de antes, así que supuse que era del rey Oto
-Sí... am... sobre el traidor y el rey, no sabemos quién es el rey Joseph, pero, en nombre de nuestra especia, queremos llegar a un acuerdo, un tratado de paz –dije
-Solo hablaré con el rey, con el traidor
-Vera –dijo Lucius –no tenemos idea de quién es el rey traidor, si nos da alguna pista, podemos traerlo ante usted y arreglar este malentendido
Hubo un diminuto momento de silencio antes de que la mano del rey Oto dejará su posa brazos y un dedo acusador señala a la derecha de Lucius y mía, directo a Jimin.
-¿Q-Qué? -sonrió Jimin, una sonrisa nerviosa
-am, con todo respeto, su majestad -miré al rey -pero, él no es el rey Joseph, su nombre es Jimin y es un simple empleado en la primera dimension
-Él es la reencarnación del rey Joseph
-A eso se referían las brujas -susurró Lucius -Jimin es la reencarnación del rey traidor -lo miró
-¿En qué momento? -preguntó Jimin -en mi vida pasada fui... Jimin ¿No?
-Sí -contesté
No dijo nada más y de nuevo una mano gigante, directo a nosotros, por un momento me sentí como un mosquito, aplastada por una mano 3 veces en menos de... ¿Una hora?
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Los hijos de la línea 26 y los niños desaparecidos (ParkJimin)
Teen FictionPareciera que todo iba con calma, pero, la desaparición de las almas nuevas son el inicio del final. 2/2