Los hijos de la línea 26 y los niños desaparecidos (ParkJimin)

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-No lo sé, la vez que vinieron a preguntar sobre dónde estaba la balanza de las dimensiones fue necesario que los tres hijos vinieran y en ese momento intentaron llevársela

-¿Llevársela? -pregunté

-A ellas... les gustan las mujeres para robar su tiempo de vida, lo hacen con todos, pero prefieren la energía femenina

-¿Qué haremos? ¿Qué pasa si es solo una trampa? No podemos arriesgar la vida de Ivy -dijo Lucius

-Definitivamente no -dije -podemos encontrar otra manera de descubrir qué pasó ese día

Arthur solo se quedó en silencio.

-Volvamos -dijo al final y se dio la vuelta para regresar

Cuando llegamos, las dos estaban sentadas en el suelo, pero cuando nos vieron llegar se levantaron.

-¿Qué les dijeron? -preguntó Ivy

-Dijeron que no había manera -me adelanté a decir

Sí era una mala idea que Ivy fuera, entonces no había necesidad de explicar lo que realmente pasó.

-¿No hay manera? -preguntó la jefa Luna -entonces debemos darnos prisa para encontrar una nueva solución de saber lo que pasó ese día

-¿Habrá algunos libros que nos den la respuesta? -preguntó Ivy -si buscamos en la literatura de este mundo tal vez podemos encontrar algún conjuro o modo de saber lo que queremos

-Hay una biblioteca...

-Hay una manera -dijo de repente Arthur y todos lo miramos

La mirada de Lucius y la mía era de confusión, pensé que habíamos decidido silenciosamente no mencionar lo que pidieron las brujas, por eso nuestras miradas confundidas.

-¿No que no había modo? -preguntó Ivy

-Es que... la condición que nos pidieron no es segura

-¿Cuál es la condición? -preguntó la jefa Luna

-...Ivy tiene que ir

-¿Yo?

-Sí

-¿Por qué yo?

-Recuerdo que la ultima vez que las vimos, la primera y la ultima vez que las visitamos, Jimin... el Jimin de ese entonces dijo que les habías agradado -dijo Lucius

-¿Es simplemente por eso? ¿Por qué les agrade?

-No estamos seguros -dijo Arthur -pero dijeron que no mandarían a ninguno de nosotros, que solo te mandarían a ti

-Pero no tienes que hacerlo -dije rápidamente -podemos encontrar otra manera...

-Esta bien, voy a hacerlo

-¿Lo harás? -preguntó Arthur

-Ivy, no tienes que hacer eso, podemos encontrar otra manera -dije

-Sé que probablemente hay otra manera, pero ahora no tenemos mucho tiempo para encontrar esa manera

-Pero es demasiado peligroso

-Sé que puede ser así, pero... no quiero perder tiempo

Todos nos quedamos en silencio, sabíamos que era una buena oportunidad, pero, el riesgo era muy alto.

-Primero, reunámonos con ellas y lleguemos a un acuerdo -dijo Arthur

-¿En serio vas a dejarla? -pregunté un tanto molesta

-¿Tenemos otra opción? ¿Quieres salvar tu vida o no?

-Claro que quiero, pero no a costa de la vida de ella

-Oigan -Ivy interrumpió -¿Podemos simplemente ir y hablar con ellas? Estoy segura de que podemos llegar a un acuerdo en donde mi vida no corra tanto peligro

Arthur me lanzó una mirada que pude interpretar como una mirada de te lo dije.

-...Bien, vayamos -dije al final

-Lucius ¿Puedes quedarte con Luna? -preguntó Arthur

-Seguro

Volvimos a separarnos y volvimos a caminar hasta donde las brujas.

Ivy de inmediato en cuanto llegamos bajó la mirada al igual que yo.

-Tengo una pregunta

El ruido de la madera volvió a escucharse por un momento.

-Haz tu pregunta

-Traje a la chica, pero, no aceptaremos el trato hasta que me aseguren que ella no correrá peligro

-Puedes levantar la cabeza, querida... los dos pueden hacerlo

Los dos levantamos la cabeza al recibir el permiso.

No estaba seguro hacia dónde miraban los ojos de las brujas porque eran de madera y no podía diferenciar hacia dónde se movían.

-¿Por qué quieres hacer el viaje?

-Porque quiero salvar la vida de Jimin -respondió Ivy

-¿Tanto como para arriesgar tu vida?

-Sí

-mmm... una respuesta rápida

-No hay nada qué pensar sobre eso

Una sonrisa apreció en una de las brujas, era una sonrisa escalofriante hasta cierto punto.

De la nada, Ivy se dejó caer de rodillas sobre las hojas en el césped, sus brazos caían a los costados de su cuerpo y su mirada estaba fija hacia adelante.

-Alto -dijo Arthur tan de prisa, colocándose delante de ella mientras que yo me acercaba a un lado de ella -cubre sus ojos -me ordeno él y lo hice, con mi mano cubrí sus ojos -no hemos llegado a ningún trato

-Desean salir con todo después de pedir favores, merecemos un pago

-Ella no es un pago

-¿Qué tan importantes son los lazos emocionales de los humanos hacia otros humanos? -eso lo dijo una de las brujas hacia las demás

-Parece que demasiado fuertes y valiosos

-Así es, los lazos que formamos los humanos con otros humanos, es importante para nuestra existencia -dijo Arthur  

-mmm... Entonces juguemos un juego muy divertido

-¿Qué clase de juego?

-Al laberinto

-Las reglas

-Ella va a ese día, lo ve todo, sin trampas ni contratiempos, pero... de regreso ella juega al laberinto, si encuentra la salida, pueden irse, si no, ella solo podrá regresar para contar lo que vio y nos la quedaremos ¿Qué opinan?

Era una trampa, harían un laberinto imposible de cruzar o incluso sin salida.

-¿Qué clase de confianza creen que tenemos de ustedes? -pregunté -¿Cómo sabemos que no será un laberinto imposible de cruzar?

-Prometemos que no pasará eso... promesa de bruja

-Las palabras se las lleva el viento -dije -hagamos un trato más confiable

-Ajj... -se quejó una de ellas y después de unos segundos, desde el lago, un pez salió del agua y llegó hasta la cabeza de Ivy

Era un pez de cristal, de color naranja, un pez que, al llegar a su cabeza, se desintegro en un polco naranja que cayo sobre su cabello y desapareció.

-Ella volverá si llega a encontrar el camino, si la promesa es rota por nosotras, ella regresara de inmediato, encontrada la salida o no ¿Felices?  

No estaba feliz, pero creo que la que tenía que decidir era ella.

-Déjenos hablar con ella primero -dije

De un momento al otro Ivy despertó.

-¿Qué sucede? -preguntó en cuanto despertó

-Llegamos a un acuerdo -dije -pero tienes que jugar su juego

-¿Jugar?