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𝘌𝘱𝘪𝘴𝘰𝘥𝘪𝘰 𝘋𝘰𝘴: 𝘈𝘵𝘰𝘮 𝘚𝘮𝘢𝘴𝘩𝘦𝘳.




































Sentí algo frío en pecho, lo que me hizo abrir los ojos con lentitud. Inconscientemente sonreí al encontrar a una linda mujer castaña con un estetoscopio, escuchando mi corazón que estaba segura, había acelerado.

—Es la segunda vez que despierto y lo primero que veo, es a ti.— Susurré recordando esa vez que estuve tres meses en coma después de que el acelerador de partículas fallara y fuera despertada por Red de Taylor Swift.

—Creo que soy algo así como tu doctora oficial.— Murmuró a la vez que quitaba el instrumento de mi pecho y rozaba sus fríos dedos contra mi piel. Mis mejillas se sintieron calientes por su cercanía.

Por primera vez en mi vida, deseaba herirme seguido.

Intenté levantarme, pero ella detuvo mi acción con un ademán. —Tranquila, no hay prisa.— Recordé la herida de mi abdomen.

Fruncí el ceño y pasé mi mano por el costado de mi abdomen, en donde se suponía debía estar el pedazo de metal. Solté un suspiro aliviada cuando solo sentí una gasa en esa zona.

—Creí que tendría eso toda mi vida.— Caitlin rió, era la risa más hermosa que había escuchado en mi joven vida.

—Estarás bien, no fue tan grave como parecía.— Se encogió de hombros y dejó el estetoscopio en una mesita de noche color café que estaba a lado de mí. —Fue más el susto.

—Odio la sangre, por eso entré en pánico.— Expliqué y ella parpadeó confusa, pero asintió.

—No te preocupes, estarás bien en un par de horas con ayuda de tus poderes.— Me dio una sonrisa corta.

—No sé qué haría sin mis poderes.— Y decidí agregar algo más, —No sé que haría sin mi doctora oficial.— Logré sacarle otra carcajada, pero sus ojos cafés seguían mostrando una chispa llena de tristeza.

Me removí incómoda al recordar lo que Iris me había contado, la causa de su tristeza.

Abrí mi boca, intentando gesticular algo, pero al instante me arrepentí.

No podía decirle algo así como "Lamento lo de tu esposo", "siento mucho lo de Ronni".

Sonaba patético.

Volví a abrir mi boca, como un pez.
—Hay algo que quiero decirte, pero no sé cómo decirlo sin que suene tan... mal.— Ella pareció entender de qué hablaba, porque asintió como si me comprendiera.

—No es tu obligación decir algo sobre eso— Murmuró, incómoda y seca.

Asentí, pues tenía razón. —Lo sé. Solo quiero asegurarme de que sabes que también puedes hablar conmigo. No me conoces mucho, ni yo a ti, pero podría ayudarte hablar con alguien.— Ella suspiró.

—Cuando Ronni se convirtió en Firestorm, me pidió que nos fuéramos de Central City para tener una vida normal.— Soltó un sollozo, realmente me sentía muy mal por ella. Se veía destrozada. —Le dije que no. No podía dejar los laboratorios Star, al doctor Wells. Si me hubiera ido con él, Ronni aún seguiría vivo.

Leah. | Caitlin Snow. | 1. | En Proceso.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora