|Vándalo Salvaje.

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𝘌𝘱𝘪𝘴𝘰𝘥𝘪𝘰 𝘝𝘦𝘪𝘯𝘵𝘪𝘤𝘪𝘯𝘤𝘰: 𝘝á𝘯𝘥𝘢𝘭𝘰 𝘚𝘢𝘭𝘷𝘢𝘫𝘦.






















Tragué en seco indecisa antes de ir a la puerta principal y abrirla, Oliver y Felicity hablaban. No, no hablaban. Discutían. Sentí a Barry seguirme, cerrando la puerta detrás de nosotros.

Era una mala idea.

─Pero no... confías en mí. Jamás lo harás. ¿Cómo puedo estar con una persona que no confía en mí?─. La chica soltó un sollozo, viendo fijamente al hombre que se mantenía inmóvil en su lugar. La rubia salió en dirección opuesta a la entrada.

Solté un suspiro.

Era una mala idea ocultarlo, por supuesto. Pero también era una mala idea decirlo. Conocía a Oliver lo suficiente para decir que tenía una razón, pero también sentía válida la palabra de Felicity.

─¿Todo está bien?─. Cuestionó Barry con las manos en la chaqueta negra. Oliver soltó un bufido. ─¿Qué pasa?─. Le pidió una respuesta.

El rubio se mantuvo enfocado. ─Nada, estoy bien─. Respondió fríamente, subiendo las escaleras de la entrada de la casa.

─No te ves bien─. Murmuré, ganándome una mala mirada de su parte.

─¿Todos están adentro?─. Barry asintió, lo que le dio luz verde al hombre para entrar. Lo seguí, moviendo mi cuello de lado a  lado, tratando de relajarme. ─¿Cómo va todo con Vándalo?─. Preguntó al instante.

─¿Y Felicity?─. Regresó Laurel. Simulé cortar mi cuello con los dedos, esperando que zanjara el tema. La rubia cerró la boca al instante.

─¿Los guantes funcionaron?─. Cambié de tema a la castaña, que no parecía estar segura. Se levantó de su lugar, acercándose a mí.

─Deben hacerlo. No hay tiempo─. Contestó. Abrí uno de mis brazos, para abrazarla. La necesitaba.

─El báculo pasará de "no puedo tocarlo" a "toque invisible"─. Aseguró Cisco viendo fijamente el guante que llevaba en una de sus manos, de aspecto grisáceo.

Oliver tomó aire antes de girar a vernos. ─Vándalo no sabe que Kendra tiene acceso a sus habilidades. Eso te convierte en nuestro haz bajo la manga. Enfrentarás a Vándalo, lo atacarás con el elemento sorpresa. Leah y yo te cubriremos─. Asentí ante su llamado. ─Barry, tú entrarás y...─.

─Le quito el Báculo─. Completó el hombre, cruzado de brazos.

─¿Cómo ayudamos?─. Interrogó Diggle en la entrada de la casa.

─Seremos Barry, Leah, Carter, Kendra y yo─. Exigió, causando desacuerdo en la mayor parte de sus compañeros. ─No arriesgaré más vidas de las necesarias─. Dijo con determinación.

Aclaré mi garganta. ─Equipénse─. Ordené con determinación. Los reencarnados asintieron estando de acuerdo, al igual que Barry. Le di una mirada a Caitlin, sin saber qué decir.

─Te esperaré aquí─. Aseguró en voz baja.

Solo le sonreí.



















Leah. | Caitlin Snow. | 1. | En Proceso.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora