Leah. | Caitlin Snow. | 1. | En Proceso.

|Jackson Jefferson.

𝘌𝘱𝘪𝘴𝘰𝘥𝘪𝘰 𝘋𝘪𝘦𝘻: 𝘑𝘢𝘤𝘬𝘴𝘰𝘯 𝘑𝘦𝘧𝘧𝘦𝘳𝘴𝘰𝘯.

Leah Allen:

—¿Están seguros de que éste es el sitio correcto?—. Preguntó el profesor Stein avanzando lentamente con el bastón como apoyo por el lugar desordenado y sucio en donde encontraríamos a uno de los dos participantes para salvarlo.

Asentí rápidamente, buscando por la zona con música bastante... peculiar algo de Jefferson Jackson.

—Él es mecánico—. Expliqué y mi hermano asintió estando de acuerdo conmigo.

Barry se acercó al aparador y tocó una pequeña campanita que sonó suavemente comparado con la música de letra... interesante.

—Podría indicar una alta aptitud técnica. Eso es positivo—. Masculló el profesor caminando con más velocidad que antes, definitivamente estaba adaptándose.

Fruncí el ceño al encontrar en uno de los carritos rojos unas pastillas para la alergia que Martin también vio.

—Propenso a las alergias. Definitivamente algo negativo... sin mencionar su gusto por la música—. Agregó y yo reí dándole una mirada divertida a mi hermano detrás de mí.

El profesor era un verdadero caso.

—¿Prefiere una canción de Céline Dion? Tengo la banda Sonora de Titanic—. Volví a reír, llamando la atención del chico que anteriormente había visto pero en una fotografía digital.

—No. Gracias—. Rechazó el profesor se manera cortés, un tanto tenso.

Aclaré mi garganta y extendí mi mano en su dirección. —Tú eres Jefferson Jackson ¿cierto?—. Él asintió, estrechando mi mano.

—Me dicen Jax—.

Sonaba como el tipo de apodo... informal. Iba con él.

—Pegajoso—. Comentó el profesor, analizándolo de arriba a abajo sin discreción alguna.

—Me llamo Barry Allen, ella es mi hermana Leah y él es Martin Stein—. Nos presentó mi hermano, señalandonos para después continuar hablando con rapidez. —Somos del Departamento de Seguridad. Es una reciente y pequeña agencia recién formada—.

—Muy nueva, probablemente ni siquiera tenemos sitio web aún, ¿o sí?—. Continuó el profesor Stein con nuestra coartada.

Negué, con una falsa mueca como si estuviera afligida. —Sigo trabajando en eso todavía—. Mentí y Barry nos dio una mirada confusa, Jax interrumpió.

—¿Necesitan ver nuestros permisos? Quiero decir, cumplimos con la normatividad—. Pasé mi lengua por mis labios, incómoda.

Sí, definitivamente esto no estaba saliendo como creía.

—No, no. Nada de eso—. Masculló Barry con un pequeño bloc de notas en sus manos cubierto de una tela parecida al cuero color negro. —Estamos reuniendo datos de personas que fueron afectadas por la explosión del acelerador de partículas hace dos años—. Jax suspiró cansado.

—Mira, viejo, perdí suficiente tiempo en mi vida por culpa de esa estúpida cosa saliendo mal. Ahora, si no tienen un auto que pueda arreglar, no puedo ayudarles—. Ladeé mi cabeza, confusa por sus palabras ácidas.

¿Qué le había hecho el acelerador de partículas?

—Si pudiera considerar venir con nosotros a Los Laboratorios STAR, creo que podríamos ayudarle—. El chico arrugó la nariz.