Royal Blood |Lucius Malfoy ✔️

1.Asuntos familiares.

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-"Oh, vamos, Catalina. A mi madre le gustarás y a mi padre... no te preocupes por él, es un gruñón todo el tiempo". -Draco tiró de Catalina por la muñeca hacia la imponente mansión de los Malfoy que se alzaba entre altos árboles y arbustos espinosos. Tenía un aura oscura que la rodeaba y que provocó un escalofrío en Catalina. Y el clima nublado no lo hacía mejor.

Draco empujó la puerta principal e invitó a Catalina a entrar. Era raro que el joven Malfoy invitara a alguien, pero Catalina tenía una manera de hacer que la gente se abriera a ella, así que de esa manera, se ganó la confianza de Draco. Por supuesto, seguía sin gustarle la forma en que él trataba a sus otros amigos de otras Casas pero cuando ella estaba cerca, él optaba por suavizar su actitud.

Una elfa apareció frente a ellos.

-"Sr. Malfoy, bienvenido a casa, déjeme tomar su abrigo".

-"No es necesario. Dígale a mi madre que estamos aquí".

La elfa asintió y salió corriendo del pasillo.

A Catalina siempre le parecieron adorables los elfos y aunque todo el mundo los trataba con superioridad y algunos incluso los maltrataban, ella no se atrevía a hacer esas cosas. Eran trabajadores y leales y esperaba ayudar a Hermione a defender sus derechos.

-"Es linda". - Comentó Catalina con una sonrisa en el rostro. Draco hizo un gesto de desprecio con la mano.

Se oyeron pasos que se acercaban a ellos, haciendo chirriar la dura madera bajo sus pies. También se oyó el sonido de algo golpeando el suelo, ¿un bastón quizás?

Frente a ellos apareció un hombre alto, rubio y de ojos azules. Su atuendo era impecable y llevaba un aire de superioridad a su alrededor que hizo que Catalina tragara saliva.

-"Draco... y señorita..."- hizo una larga pausa, moviendo los ojos hacia la figura femenina que estaba al lado de su hijo. La analizó de pies a cabeza, una sutil y perversa sonrisa jugando en sus labios.

-"Catalina. Catalina Fawley". -Ella inclinó ligeramente la cabeza.

-"Ah, una Hufflepuff".- Concluyó Lucius, levantando la cabeza y sonriendo con arrogancia.

-"No, señor. La mayor parte de mi familia es Hufflepuff, pero yo soy Slytherin".- Le sonrió amablemente, tratando de ser todo lo contrario a lo que la familia de Draco era conocida.

-"Hm, sí. Me alegro de que haya Hufflepuffs con la suerte de tener Slytherins en su familia". -Se rió, tratando de hacerla sentir inferior y avergonzada. La verdad es que no se sorprendió. Todo el mundo sabía que la mayoría de los Slytherin, especialmente los sangre pura, se consideraban por encima de cualquier otra persona.

-"Papá..."- Draco le advirtió con una mirada aguda.

-"No, tiene usted razón, señor. Yo también creo que debe haber un equilibrio". -Respondió Catalina con sinceridad. Sabía que en el fondo tenía características de Hufflepuff pero también tenía una voluntad fuerte y podía volverse viciosa como una Slytherin cuando alguien querido era herido.

Lucius levantó una ceja.

-"¿Es así? Entonces supongo que nos llevaremos muy bien".

-"Realmente lo espero, señor". -Sintió que el rubor se deslizaba por sus mejillas, haciéndola bajar la cabeza. Obviamente, un cumplido de un Malfoy era raro, si no imposible de conseguir.