Royal Blood |Lucius Malfoy ✔️

2.Encuentro furtivo.

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—"El entusiasmo de todos por el último año es ridículo". — Comentó Draco mientras caminaba al lado de Catalina por los largos pasillos de Hogwarts. Sostenía un libro en una mano y con la otra se acomodaba el cuello de la camisa negra.

—"Sí, supongo que sí".— Dijo Catalina distraídamente. No podía apartar su mente de la vuelta a casa.

Tenía que volver al mundo muggle y vivir escondida, como alguien común y corriente. Pero, ¿realmente era tan fácil fingir ser ordinario después de haberse acostumbrado a lo extraordinario?

—"Hola, Pottah". —dijo Draco con entusiasmo y de forma burlona. Su oh tan encantadora sonrisa estaba en toda su cara mientras tomaba el desastroso estado de su colega.

—" Has cogido el estilo Weasley?" —Se rió.

—"Sólo he metido la pata en una poción, Draco". —Harry se quitó las gafas, intentando limpiarlas en su túnica.

—"Oh no, dime que esto no pasó en Pociones".— Catalina jadeó. —"No, ahora Snape estará de mal humor. Definitivamente la tomará con nosotros. Justo lo que necesitaba". Puso los ojos en blanco.

—"Sí, estoy bien. Gracias por tu preocupación". —Contestó Harry con la misma sorna.

Catalina se acercó y le dio una palmadita amistosa en el hombro.

—"Ánimo, elegido, estarás bien". —Le guiñó un ojo.

Harry miró cómo Catalina pasaba a su lado, sonriendo sutilmente.

—"Ni lo pienses, Pottah". — Draco se acercó a su cara, tanto que pudo sentir la respiración de Harry.

Se retiró y comenzó a seguirla por las escaleras hasta que llegaron a las mazmorras.

La clase pasó muy rápido con Snape siendo el mismo viejo malhumorado que Catalina conocía tan bien. Recordaba haberse sentido atraída por él en sexto año, pero se convenció de que intentar algo con un profesor, especialmente de su edad, no sería ético. Y si los rumores eran ciertos, de todas formas nunca superaría a la madre de Harry.

—"Bueno, Draco, me voy a la biblioteca".— Anunció  a su rubio amigo mientras que este  hablaba con otros varios Slytherin.

—"Adelante, Catalina. Nos vemos en la sala común, más tarde?" — Se despidió agitando la mano.

Catalina asintió.

— "Estaré allí antes de que tengamos que ir a dormir". —Respondió la chica dándole a Draco una sombra de sonrisa.

Estaba a punto de doblar la esquina cuando escuchó una voz conocida que hablaba en cámara lenta, como siempre lo hacía.

—"No te descuides". —Exigió con enfado.

Su curiosidad la mataría, pero no pudo evitar asomarse a la esquina para ver por qué el profesor estaba tan alterado. Allí se fijó en un montón de pelo rubio y largo que no podía confundir con otra cosa. Era el padre de Draco pero, ¿por qué estaba hablando con Snape?

—"No tienes opción, Lucius, tienes que... señorita Fawley..." — Catalina dio un pequeño salto, colocando una mano en su corazón que se aceleraba.

La habían atrapado. Por supuesto que la había atrapado Severus. Siempre era Severus. Ahora seguramente será castigada.

—"Salga, señorita Fawley". — Miró directamente a la pared tras la que se escondía su entrometida alumna.