Royal Blood |Lucius Malfoy ✔️

10. Toque.

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Catalina sintió un golpe en la cabeza como si alguien le golpeara el cráneo, pero desde dentro. Tenía los ojos cerrados pero podía ver estrellas verdes frente a sus ojos. Arrugó las cejas, gimió de dolor y se llevó la mano a la sien. Con la otra mano, tocó ligeramente la superficie sobre la que estaba. Era suave, como la piel. Apretó el puño, confirmando que, efectivamente, era piel.

Sus ojos se abrieron de golpe y se dio cuenta de que estaba en una habitación. Sobre su cabeza había una araña de cristal, las paredes estaban pintadas de verde oscuro y todos los muebles le resultaban familiares. Estaba en la Mansión Malfoy.

—"Estás despierta". —Oyó una voz procedente de su lado derecho que la hizo dar un ligero respingo. Lucius estaba sentado en un sillón, junto a su cama, apoyándose con ambas manos en su bastón.

La observaba con preocupación. No cabía duda de que el hombre estuvo despierto toda la noche, vigilándola y asegurándose de que estaba bien.

—"Señor Malfoy".— susurró Catalina.

Lucius se levantó de su sillón, y tomó asiento en la cama, junto a Catalina. Ella se empujó hacia el otro lado, tratando de poner algo de distancia entre los dos.

Aunque estaba más que familiarizada con él, se sentía débil y vulnerable teniéndolo tan cerca. Un escalofrío recorrió su columna vertebral en el momento en que sus ojos entraron en contacto con los de ella y no pudo entender por qué. ¿Le tenía miedo? Por supuesto que no, él no le daba ninguna razón para tenerlo.

—"¿Cómo te sientes?" — Preguntó con su voz ronca. Catalina analizó su apariencia y notó que ahora tenía algo de barba incipiente que lo hacía aún más atractivo.

—"¿Cómo he llegado hasta aquí?" —Preguntó asustada.

—"Cuando llegué al Ministerio con los demás, tú estabas noqueado en el suelo. Había una batalla y no podía dejarte allí". —Mintió.

Catalina jadeó.

—"¿Una batalla? Tengo que ir con los demás". —Catalina apartó la sábana en la que estaba cubierta.

Lucius le puso una mano en el pecho, empujándola suavemente hacia la cama. Dejó que su mano permaneciera allí un momento antes de retirarse.

—"Te han dejado inconsciente con un hechizo, no puedes luchar. Además, la lucha ha terminado. Tus amigos están a salvo en Hogwarts". —Dijo, con amargura.

—"¿Draco?" —Preguntó ella, confundida.— "Sigue en Hogwarts".— Lucius confirmó sus pensamientos. —"Entonces, ¿cómo voy a volver allí?" —Lucius cogió un mechón de su pelo y lo hizo girar alrededor de su dedo.— "No te preocupes por eso ahora, yo te llevaré allí". —Sonrió.

Sus ojos recorrieron su cuerpo, ahora descubierto. La falda que llevaba era demasiado corta y su camisa blanca abotonada tenía varios botones desabrochados. Su sujetador negro de encaje estaba a la vista. Sus ojos siguieron los de él y se sonrojó.

—"Lo siento". —Sus dedos fueron a abrocharse la camisa, pero Lucius los apartó con su bastón.

—"Déjalo". —Le ordenó.

El bastón se desplazó más abajo, sobre su cuerpo, hasta trazar el contorno de sus pechos. Catalina inhaló bruscamente.

—"Pararé si no te sientes bien". —Le presionó ligeramente el pezón.