Royal Blood |Lucius Malfoy ✔️

46.Dos papás

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Cuando llegó la mañana, Catalina fue despertada por los pájaros que volaban de un lado a otro y cantaban alegremente como si no tuvieran la más mínima preocupación en el mundo. El sol era cálido y los rayos caían sobre su cuello y sus brazos expuestos.

Sintió que un brazo fuerte la envolvía mientras su cabeza descansaba sobre un pecho. La respiración de Lucius era tranquila, señal de que aún dormía. A pesar del frío de la noche anterior, se encontró entrando en calor bajo la manta de pieles y en los brazos de Lucius. Eso la hizo pensar en que no necesitaría nada más. Además de su hija.

Sus piernas se entrelazaron con las de Lucius y ella frotó sus fríos pies sobre su cálida piel, haciéndole murmurar. Abrió los ojos perezosamente, cegado por el sol. Usando su brazo, la acercó y le besó la frente para asegurarse de que no era todo un simple sueño. Catalina se rió.

—"¡Buenos días!"

—"Buenos días, preciosa". —Dibujó círculos imaginarios en la suave piel de su espalda, usando las puntas de sus dedos.

—"¿Crees que la gente se pregunta dónde hemos desaparecido?" —Ella soltó una risita, escondiendo su cara en el hueco de su cuello, tímidamente.

—"Creo que pueden tener una idea".— Él le sonrió con una sonrisa. Sus dedos se dirigieron a su pelo. —"No quiero dejar este lugar y este momento contigo". —Dijo con tristeza.

La cara de Catalina cayó.

— "Tengo que volver a Spinner's End". —Ella acarició su pecho. — "Tengo que ir a..." —su voz se apagó.

Lucius suspiró.

—"Tu hija, lo sé". —La levantó y presionó sus labios suavemente sobre los de ella.— "Puede que suene egoísta, pero no me arrepiento de esto. No quiero romper tu familia, pero te necesito, Catalina, más que nada". —La miró a los ojos.

Ella le miró con los ojos brillantes.

—"Cuando no podía recordarte, siempre sentía que me faltaba una parte de mí. Como si no pudiera reconocerme". — Llevó su mano a la mejilla de él, acariciándola. —"Quiero estar contigo, quiero sentirme completa pero no puedo". — Su rostro se volvió triste.

Lucius la acercó más a él.

—"La decisión no es totalmente mía, tengo que hablar con mi hija, con Lucille. Aunque sea joven, sus sentimientos también importan". —Ella suspiró.

—"¿Lucille es su nombre?"— Lucius sonrió con tristeza. "Es un nombre precioso". —Oírle hablar así hizo que Catalina quisiera gritar y decirle que era su hija. Pero no pudo. Necesitaba hablar con ella primero y tomárselo con calma. Sería un shock para ella descubrir que su padre biológico no es Severus. Sin embargo, independientemente de cómo se tomara la noticia, nunca le quitaría el título de "padre" a Severus. Él era su padre tanto como Lucius.

Catalina se levantó de su sitio, dejando a Lucius frío. Observó su figura desnuda a la luz del sol, pareciendo una diosa con el pelo revuelto. La vio agacharse y recoger el vestido. La observó meneando su bonito trasero para poder meterse en el vestido, preguntándose si alguna vez volvería a tener la oportunidad de estrecharla contra su cuerpo así: desnuda y vulnerable.

—"Catalina, toma mi varita. Así llegarás más fácilmente".— Le ofreció.

—"¿Y tú? Necesitas esa varita". —Ella se volvió hacia él, para ver si hablaba en serio.