Royal Blood |Lucius Malfoy ✔️

31.Sangre pura.

▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃

⚜⚜⚜

Lucius se apresuró a llegar al lado de Catalina y se arrodilló junto a su cuerpo. El dolor provocado por la maldición había desaparecido, pero su cuerpo seguía temblando por la conmoción. Todavía le dolía la región inferior y era como si alguien le hubiera arrancado el útero.

Sus ojos color avellana no se fijaban en ningún lugar en particular, su visión era borrosa a pesar de tener los ojos bien abiertos. Murmuraba algo incoherente mientras el sudor goteaba en su cara, mezclándose con la sangre. Sus lágrimas no dejaban de fluir.

Lucius colocó con cuidado una mano detrás de su cabeza, levantándola suavemente e intentando que la mirara a los ojos. Los ojos de ella estaban vacíos, como si estuviera muerta, pero él podía saber, por su respiración y los latidos de su corazón, que estaba muy viva. Ella miraba a alguna parte, a la pared, detrás de su cabeza. El brillo de sus ojos había desaparecido. Su piel estaba sucia y extremadamente pálida y tenía ojeras y rojeces en los ojos. Apenas podía reconocerla ya, pero sabía que seguía siendo la mujer que más amaba en este mundo.

Una sola lágrima suya rodó por su mejilla y cayó sobre su rostro.

—"Mira lo que te han hecho".— Lloró, sintiéndose impotente ante el espectáculo que tenía delante. —"Lo siento, es mi culpa que te hayan quitado todo".— Lloró y susurró mientras miraba fijamente sus ojos sin vida. —"¿Por qué no me lo has dicho?" —Sus ojos se movieron por un breve segundo hacia sus piernas que estaban cubiertas de sangre.

No pudo soportar ver esa imagen así que sus ojos volvieron a su rostro.

—"Mi hijo, nuestro hijo". —Susurró. Con una mano, agarró la camisa de ella en su puño, tratando de contener un grito de desesperación y dolor.

Draco se volvió de espaldas a la escena, era demasiado para soportar. Su mejor amiga estaba medio muerta y él no podía hacer nada para salvarla. La habitación llena de mortífagos le recordaba que lo superaban en número y que si intentaba algo, Catalina seguramente moriría más rápido.

Oyó a Bellatrix reírse maliciosamente.

—"Qué conmovedor". —Se burló del mayor de los Malfoy. — "Has mezclado tu sangre real con la de una sangre sucia. Te hice un favor. Ahora no tienes que ver lo que podría pasarle a un hijo tuyo mestizo". —Dijo ella, haciendo un mohín.

Lucius la ignoró y le apartó a Catalina unos mechones de pelo de la cara. La sangre y el sudor lo pegaron a su piel.

—"Es una criatura inferior y asquerosa, Lucius. Y tú eres un mago rico de sangre pura que puede conseguir cualquier cosa con un movimiento de su varita. No deshonres así tu estatus". —Intentó hacerle sentir menos simpatía hacia la chica que amaba.

Catalina sintió que le dolía la garganta seca, pero aun así logró decir una palabra.

—"Lu...cius..." — quiso decirle que no escuchara a Bellatrix. Decirle que él es más que lo que le enseñaron a ser, que fue la persona de la que se enamoró. Un hombre que pudo superar lo que le enseñaron y aprender a ser empático, suave y gentil. Un hombre que puede amar.

A pesar de su falta de palabras, sólo la mención de su nombre con voz débil, atrajo la atención de Lucius. Aunque ella no pudiera comunicar sus pensamientos, él entendía lo que ella quería decir sólo con esa palabra. Ella tenía una forma de llegar a su corazón sólo usando su voz con suavidad. Era extraño, pensó. Ella no necesitaba expresar sus sentimientos hacia él con palabras porque él la entendía perfectamente.