Querida Madre:
Han pasado tres días desde la última carta, lo siento por no seguir escribiendo, pero ayudaba en el negocio. Descubrí que tener empleo es más divertido de lo que pensaba.
Rosalie ha pasado unas cuantas veces por la floreria, puedes crees que sus flores favoritas son las margaritas, tu eras alérgica a ellas, vaya coincidencia. Ella me ha enseñado el lugar, incluso fuimos juntas a andar en bicicleta.
Su papá murió de un accidente de auto cuando ella tenía 11 años, desde entonces ella y su mamá han salido adelante juntas, me recuerda a nosotras. Su casa es muy hermosa, y su mamá colecciona cuadros de pintores famosos como Van Gogh, Picasso, y aunque no lo creas también de Édouard Monet, recuerdo que odiabas sus creaciones.
Descubrí que Rosalie no es como se ve, ella siempre es muy alegre pero carga mucha tristeza ¿Por qué siempre tenemos que mostrar lo que no sentimos en realidad? Esas y más preguntas abundan mi mente, pero que sabré yo, sólo tengo 17 años.
Si me vieras ahora, probablemente me mirarías con decepción, todos me dicen "Debes superarlo", pero no es fácil, no cuando fuiste tu la que me dejó. Ahora mismo estoy escribiendo esto desde mi cuarto, se me ha quitado el apetito y tengo unas ganas inmensas de llorar. Las lágrimas ya no salen, y por más que lo intento aún te extraño.
Pero yo puedo hacerlo, puedo superar esto y más, sólo dame tiempo.
Con cariño, Ophelia.
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Cartas de verano
Teen FictionOphelia a tan sólo tres meses de cumplir sus 18 años, decide pasar el verano en un pequeño pueblo donde su madre solía vivir de niña. Su tía Lucía la amaba tanto como podía hacerlo, y aunque la madre de Ophelia no estaba a su lado, siempre podía hab...