Carta 7

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Querida Madre:

Hoy es de 18 julio, han pasado tres semanas desde que llegué a Bibury, y la verdad es que se ha convertido en mi lugar favorito.

La tía Lucía se ha vuelto una persona muy especial, me consuela en mis días tristes y cuando nos quedamos hasta media noche en la cocina con una taza de café, suele contarme historias de ustedes dos. Me hubiera gustado tener una hermana, ella dice que una hermana es tu otra mitad, esa persona que puede ser diferente a ti pero aún así siempre te apoya, que es esa persona que te ama sin barreras ni medida, que un hermana es tu mayor confidente, sin duda me hubiera gustado tener algo como ustedes lo tuvieron.

Pero aún así, tengo a mi alma gemela. Ella es realmente asombrosa, en estas tres semanas me he dado cuenta de algo.
No importa cuanto lleves conociendo a alguien, no se trata de tiempo, sino de conexión.
Rosalie es una chica maravillosa, congeniamos en muchas cosas y sin duda es de esas almas libres que les gustaría conocer el mundo, aunque es un poco insegura yo se que si supiera lo increíble que es, se comería el mundo con su maravillosa alma.

Muchos piensan que tener una alma gemela es signo de romanticismo, pero déjame decirte que tu mejor amiga sea tu alma gemela, es lo mejor que te puede pasar.
¿Tu tuviste a una amiga así? Espero que si, porque no sabes lo hermoso que es.

Con cariño, Ophelia.

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