Querida Madre:
Caminaba por las calles de Bibury, eran las 4 de la mañana y muchos aún estaban despiertos. Mi cabello caia humedo por mi vestido
- When you feel my heat
Look into my eyes
It's where my demons hide
It's where my demons hide- me escuchaba cantar, el efecto de la marihuana se estaba pasando y creo que me estaba empezando arrepentir de mis actos.
Caminé por unos minutos cuando vi a Spencer llegar y plantarse delante de mi. Sentí sus brazos dandome un abrazo cálido, tomó mi cara entre sus manos y dejó un beso corto y tierno.
-Estaba muy preocupado por ti -
- Si, yo no -
-¿en donde estabas? ¿Por que estas mojada?-
-tocando las estrellas, son tan bonitas, despues me meti al lago, era tan relajante- solté una risa.
Después de eso me llevó a casa, la verdad es que si lo extrañaba, había echado de menos sus besos pero eso jamás se lo diría. Me ayudó a recostarme en mi cama, me quito mis botas y me dio un beso en la frente.
No recuerdo muchas cosas sólo se que lo detuve antes de que se fuera para que durmiera conmigo, lo necesitaba tanto. No supe cuando mi como Spencer Grey se había vuelto una persona especial e indispensable para mi. Mamá, le amo tanto.
Con cariño, Ophelia.
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Cartas de verano
Novela JuvenilOphelia a tan sólo tres meses de cumplir sus 18 años, decide pasar el verano en un pequeño pueblo donde su madre solía vivir de niña. Su tía Lucía la amaba tanto como podía hacerlo, y aunque la madre de Ophelia no estaba a su lado, siempre podía hab...
