Querida Madre:
¿Alguna vez te dije lo hermoso que pinta Rosalie? Pinta maravilloso, en su casa tiene una habitación sólo para pintar, tiene cuadros por doquier.
-¿Segura que me quieres aquí? Siento que invado tu espacio de paz- le dije
-tranquila, no pasa nada-Me senté en un pequeño banco mientras ella pintaba, yo leía mientras un poemario de Oscar Wilde. Los rayos del sol entraban por la ventana, podía alumbrar toda la habitación. Sentía de vez en cuando la mirada de Rosalie, la mire por un rato y analice su facciones.Sus ojos eran azul eléctrico, y sus cejas pobladas hacían que resaltaran más, su cabello rubio caía sobre sus hombros, era muy linda. Ella amaba el amor, le encantaba enamorarse y darlo todo por una persona.
Nunca me dijiste quien era la persona de quien te habías enamorado profundamente, jamás lo supe y te llevaste el secreto a la tumba. Mi papá se enteró de tu muerte, pero aún así no se presentó al funeral, si no le importe cuando nací, menos ahora.
¿Crees que algún día logre superar esto? Ahora no me siento tan segura de eso, eras muy indispensable para mi, y sólo pienso que en sólo un mes pasaré mi primer cumpleaños sin ti. Spencer continúa visitandome, ya hasta la tía Lucía se aburrió de tenerlo en casa, aunque hay algo extraño con el, sus dedos continúan oliendo a tabaco, sin embargo no quiero tocar el tema. La tía Lucía, Rosalie y Spencer se han convertido en mis personas de conforte, ellos me han apoyado mucho, pero siento que sólo los utilizó, no quiero depender emocionalmente de ellos, pero esto no está siendo fácil.
Espero tener avances y lograr superar esto.
Con cariño, Ophelia.
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Cartas de verano
Teen FictionOphelia a tan sólo tres meses de cumplir sus 18 años, decide pasar el verano en un pequeño pueblo donde su madre solía vivir de niña. Su tía Lucía la amaba tanto como podía hacerlo, y aunque la madre de Ophelia no estaba a su lado, siempre podía hab...