Carta 14

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Querida Madre:

¿Has escuchado sobre el cortejo de los delfines? Suelen tocarse o bailar Juntos. Recuerdo todas esas veces que nos sentabamos en la sala a ver documentales de animales.
Teníamos pendiente el de los delfines.

No tenía idea de lo increíble que es bailar con la persona que te gusta; Spencer y yo dimos nuestra caminata y nos pasamos por el lago. El día era maravilloso, un Mirlo se postro en un árbol, era hermoso. De su celular puso una canción lenta The night we met- Lord Huron.
Esa canción decía más de lo que nos atrevemos a decirnos a la cara.

Bailamos juntos por mucho rato, me perdía en sus ojos, eran preciosos, y aún más cuando sonreía. Spencer era el chico que no encontrabas dos veces, amable, cariñoso, sabe lo que quiere, te demuestra su interés, no quiere a medias, respetuoso, cariñoso y además toca la guitarra.

Me sentía única y especial con el, lograba hacerme sonreír en momentos tristes, me hacía entender que no siempre las personas están contigo físicamente, pero que siempre están en tu corazón y mente.
Sus manos tomaban las mías con cariño y anhelo, suele darme besos en los nudillos y en mis mejillas, además me he dado cuenta que no le gusta que le agarren su cabello, pero igual a mi me deja tocarlo. Se pone rojo cuando le digo algo tierno, y el me pone nerviosa, demasiado nerviosa.

Su voz es ronca, y canta muy bonito, y mueve sus cejas de arriba a abajo para hacerme reír, el es demasiado tierno. Con el me siento protegida y amada, con el a mi lado tal vez pueda superar esto.

Mamá, ¿Crees que el sea mi Darcy?

Con cariño, Ophelia.

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