Carta 9

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Querida Madre:

Hoy fue un día inusual, la tía Lucía tenía una cita con un notario, a lo que ella dijo, según iba arreglar cosas de un testamento de su esposo. La verdad es que no le puse demasiada atención, por lo que yo me ocuparía de la floreria.

Acomodaba unas cajas en la bodega cuando una voz dulce me interrumpió
-¿Donde está la chica más hermosa y sexy de este planeta?- preguntaba Rosalie detrás de la barra.
-¿Que haces aquí, no tenías que ayudar a tu madre?- le pregunté mientras me recordaba en la barra
- Se supone, pero me dio unas horas libres, tengo que volver para las 5 de la tarde-.

Ella venía de vez en cuando a la floreria para alivianar mi trabajo, Rosalie tenía un talento especial, siempre se entraba de todo lo que pasaba en el pueblo, y como consecuente, era de lo que hablábamos.

-¿Supiste que los Grey volvieron al pueblo?- preguntó con curiosidad
-¿Quienes son los Grey?- le cuestionaba
-A veces se me olvida que no eres de aquí- dijo soltando un suspiro -Los Grey son una familia que vive cruzando el lago, el señor Grey es de la familia de los fundadores, y la señora Grey es miembro recurrente en la iglesia, y su hijo es un rubio muy guapo, el y yo soliamos ser amigos de niños, claro que ahora nos hemos distanciado un poco. Se fueron del pueblo como hace 5 años- dijo ella con entusiasmo
¿De casualidad el hijo no se llama Spencer?- le pregunté
-¿Como sabes eso?- me interrogó
- Lo conocí ayer en el lago-

Según Rosalie, la familia Grey se mudó porque habían tenido problemas con su hijo, de esos problemas que no quieren que se sepan. Sin embargo me enseñaste a no entrometerse en asuntos ajenos, así que lo haré.

Rosalie se fue tiempo más tarde, se dieron las 6 de la tarde así que cerré la floreria y me encamine a casa. Madre, de verdad me está gustando estar aquí, tal vez considere quedarme permanentemente.

Con cariño, Ophelia.

Cartas de veranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora