tw: TortillaLand
Rebornplay-
Auron caminaba por los prados de ese agradable y silencioso pueblo, estaba en busca de más animales para domesticarlos y tenerlos como mascota. Le hacía cierta ilusión tener más acompañantes para su amada gallina Frederick.
Mientras observaba detalladamente entre arbustos y arboles su objetivo, sintió como pequeñas gotas de agua empezaban a caer en su jersey de color rojo.
—Me cago en su puta madre...— chistó entre dientes agotado. El único día que había podido ir a ese pueblo para explorar por su cuenta, era abruptamente arruinado por la lluvia.
Se colocó el gorro de la sudadera tapando su cabellera rubia, casi blanca, con su característico mechón anaranjado. Corría, con cuidado de no caerse, por todo el campo en busca de algún refugio, estando alerta de un posible ataque de zombie, creeper o hasta de una malévola bruja. Mientras descansaba y recuperaba energías bajo un gran árbol, alzó la mirada y distinguió a lo lejos una cabaña en una alta montaña. Sonrió, era de su mejor amigo, Reborn, o mejor conocido como el guardabosques.
En el momento que llegó al terreno donde vivía el castaño, visualizó un ascensor que lo salvó de subir toda esa gran y larga escalera de roble oscuro. Corrió para refugiarse bajo el techo de la casa, pero se dió cuenta que esta no tenia puerta de retina, si quería podía entrar tranquilamente sin necesidad de una llave o contraseña.
Entró y cerró de un, sin querer, portazo. Suspiró tranquilo apoyando sus manos en sus rodillas, después de tanto correr sentía como su cuerpo le pedía a gritos descansar un rato. El calor de las fogatas encendidas lo abrazaron sintiéndose más cálido, la llegada del invierno y las bajas temperaturas se estaban empezando a hacerse presentes.
Sin darse cuenta, la puerta del sótano, dónde el dueño de la casa guardaba sus cofres, fue abierta dejando ver la figura del castaño. Auron elevó sus comisuras levemente, el menor siempre solía vestir ya sea su uniforme de guardabosques o su típico traje de la gabardina azul, sin embargo, ahora vestía un pantalón negro de chandal con un sueter verde claro con un adorable reno tejido en el medio. En la perspectiva de sus ojos, Reborn se veía adorable.
—Joder, Auron, ¿Qué haces acá? Estás empapado.— Reborn se acercó y el rubio lo abrazó para saludar.
—Tengo frío...— murmuró entre risas viendo como el castaño tenía cara querer regañarlo.
—Ven, te voy a dar algo de ropa.— el castaño preocupado por la salud de su mejor amigo, agarró su mano sin otras intenciones guiándolo hasta el segundo piso de la cabaña.
Auron estaba admirando todo con sorpresa, la última vez que estuvo en ese lugar, todavía estaba en remodelación, no estaba del todo acabada. El segundo piso se basaba en una acogedora habitación bien decorada con su toque moderno, entre los objetos que distinguió fueron algunos cofres pequeños y ordenados, un lampara, plantas, un amplio closet y varios posters y figuras del videojuego que tanto amaba Reborn, Metal Gear Solid. Un lugar cómodo, limpio y organizado.
Mientras Reborn rebuscaba alguna prenda de ropa que le quedara al más bajo, este se dedicaba por medio de las ventanas ver como la lluvia se volvía cada vez más fuerte, a la distancia se podía escuchar el sonido de unos cuantos truenos.
—Toma, espero que esto te sirva.— le tendió una sudadera negra y un pantalón chandal del mismo color —Allí está el baño, yo estaré abajo.— finalizó apuntando a una puerta de madera que se ubicaba en la misma habitación.
Al terminar de cambiarse, dejó la ropa que traía a un lado para que se secara por completo y bajó al sótano dónde se encontraba Reborn organizando algunos objetos en los cofres. Auron de forma silenciosa empezó a ayudarlo con el indexer, pudo darse cuenta que tenía unos cuantos problemas en la conexión de los tubos y armarios, al final de cuentas era un profesional de primeras en el tema del indexer. Al finalizar su trabajo, miró de forma curiosa al castaño, quién indagaba en un cofre aparte con el ceño fruncido. Parecía que no encontraba lo que quería.
—Joder, acá está...creo— murmuró cacheando una red que había sacado, verificando si era la correcta.
—¿Qué es eso, Reborno?
—Hace unos días te escuche cuando estabas con Focus y 8cho que querías un koala, ayer explorando encontré uno y me acordé de ti.
Respondió para luego sacar delicadamente al animal que estaba dentro de la red, revelando a un pequeño koala gris mirando su alrededor confundido. Mientras el rubio estaba con la boca abierta emocionado, Reborn encontró en un armario a la mano una etiqueta y el recetario de los alimentos que podía ingerir el animal.
—Te lo regalo con el pack completo.— el castaño le tendió los objetos totalmente nuevo como regalo.
Auron risueño de un salto rodeó a Reborn con sus brazos dejándolo pillado por completo
—¡Te quiero comer to' el morro, Renato!— bromeó el rubio en los brazos del otro.
Desde que había llegado al pueblo y se había reencontrado con Auron, la tensión 'amorosa' cada vez se agrandaba entre chistes y bromas coquetas y de doble sentido. En esos momentos subconsciente de Reborn le decía que dejara el orgullo atrás y fuera sin miedo a darle un beso. Batallando pensó que esta última idea era la correcta, la vida es una.
El castaño unió sus labios tímidamente creando un sentimiento completamente nuevo en los dos hombres, ambos sentían como sus estómagos se removían por los visibles nervios. Se separó del rubio cabizbajo, sintiéndose insuficiente.
—Pude haberlo hecho mejor.— susurró Reborn apenado.
Auron lo atrajo nuevamente hasta él juntando sus frentes, subió una de sus manos para acariciar su suave mejilla mientras que con la otra mano, la entrelazaba con la mano del castaño.
—No te rayes, bebé— sinceró Auron transmitiéndole tranquilidad con una agradable sonrisa.
Empezó a dejar pequeños besos en sus labios hasta que el último fue más largo, más profundo. Auron acarició delicadamente los hombros del más alto sintiendo como estos se destensaban por su suave tacto, subió su mano hasta el cuello hundiéndose más en sus labios exquisitos y sedosos labios. El castaño fascinado rodeó con sus fornidos brazos la cintura del rubio uniendo más sus cuerpos.
Antes de separarse, Auron sonrió satisfecho por robarle un suspiro al castaño.
—¿Mejor?
—Si— masculló Reborn con los nervios a flor de piel ocultando su sonrojo en el cuello del rubio, quién rió enternecido.
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me basé en un fanart que vi en twitter, créditos para el respectivo creador. <3
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𝙊𝙣𝙚 𝙎𝙝𝙤𝙩𝙨 ; Intenabo y Rebornplay
FanfictionCortos relatos sobre las parejas Intenabo y Rebornplay, sin continuidad entre ellos.