tw: TortillaLand
Rebornplay-
A cierto chico con mechón rubio se le había ocurrido una magnífica idea para pasar el rato, pero claro, necesitaría si o si una mano de sus amigos pueblerinos.
Así que, con la ayuda de Reborn, Axozer, Imantado, Zorman y Juan se pusieron en marcha a una dungeon, que se encontraba en el pueblo central, el cuál estaba con un loot de locos, sin embargo, estaba rodeado de muchos monstruos chetados. En pocas palabras, esos seres malignos estaban más fuertes que el vinagre. Entre ellos necesitaban ayudarse para derrotarlos.
Cuando llegaron y entraron de manera estratégica, se repartieron por los largos y oscuros pasillos para conseguir de manera personal buenos materiales. La cosa se complicó en el momento que todos se encontraron en la sala central de la dungeon, que estaba rodeada de lava y diversos monstruos.
Antes de poder saquear los cofres, se vieron obligados a ir a muerte por esos blazes y cubos de magma que le estaban jodiendo la tarde. No podían estar un momento en paz porque empezaban a recibir múltiples golpes que podían causar la muerte de cualquiera que se encontrara presente.
—¡Auron, detrás de ti!— un grito lejano hizo que reaccionara inmediatamente.
Apenas volteó a la velocidad de la luz, se encontró con unos tres minis magma, los cuales tenían la malvada intención de quitarle la vida tirándolo abruptamente en el profundo lago de lava. Suspiró aliviado. En su cabeza, vagó el pensamiento de estar visitando al chaval del banco que había fallecido.
Intentando recuperar el aliento, visualizó como sus amigos mataban al último blaze y celebraban por esto. Mientras se acercaba a ellos, río sutilmente cuando empezaron a hacer bailes raros, tratando de imitar los pasos prohibidos de Drako.
La sonrisa del rubio se esfumó lentamente, en el momento que busco con la mirada al trajeado y este no se encontraba cerca. Algo había sucedido.
—¿Chavales, habéis visto a Reborn?— cuestionó, ocultando su preocupación.
—A la verga, cierto que Ribourn in de Live estaba con nosotros— murmuró Juan, repasando con la mirada a los otros hombres presentes.
—¡Hostia, allá estaba papi Reborn!
Apenas vió a Imantado señalar el cuerpo abatido del nombrado, corrió lo más rápido que sus piernas le permitieron para llegar y auxiliar al castaño.
Se arrodilló a su lado, viendo como Reborn estaba, a vista de Auron, inconsciente con sus fornidos brazos rodeando parte de su torso, como si esto calmara el dolor. El rubio con el corazón en la mano, empezó a moverlo sutilmente, con el objetivo de despertarlo.
—Venga, Reb, despierta— acarició de forma tierna su mejilla, rozando la barba del castaño que estaba perfectamente recortada. Tenía la esperanza que despertara, aunque su pulso estaba débil —Cariño, no me hagas esto, joder.
Tomó la mano del más alto entrelazándolas, acariciando su dorso delicadamente como si fuera una pieza apreciada y frágil. Podía ser muy precipitado, pero empezaba a sentir sus ojos amielados escocer por las lágrimas que amenazaban a salir. Pensó rápidamente y de su amplia mochila, sacó unas vendas que tenía en caso de emergencia. Desinfectó las heridas que se veían visibles para luego vendarlas
Sobresaltó cuando sintió una mano cálida más grande posarse encima de su regazo. Vió como Reborn, con su mirada entrecerrada, suspiraba pesadamente, recuperando el oxígeno perdido.
—Casi me matas del susto, cabrón— susurró con sus sentimientos a flor de piel. Sentía las inmensas ganas de abrazar al castaño durante mil años y nunca soltarlo.
—Todavía no ha llegado el momento de palmarla, nene— esbozó una pequeña sonrisa, viendo como los ojos del contrario irradiaban un lindo brillo.
Reborn enternecido posó su mano cerca de los pómulos del rubio. Su corazón palpitaba rápidamente. Auron se había preocupado por él, no sabía ido de su lado. No estaba solo.
Auron ante el cogedor tacto, ladeó la cabeza quedando más cerca del rostro del castaño. Pestañeando lentamente, paseaba su mirada por esos orbes oscuros que hacían que una verdadera sonrisa floreciera en su rostro cuando no se sentía bien. No sabía cómo agradecerle a Reborn, siempre que no se sentía bien o algo faltaba, el más alto siempre se preocupaba por su salud e integridad. Exploraría todo el pueblo para encontrar lo que su rubio necesite.
Reborn rió sutilmente, desviando su mirada de Auron y enfocándola en sus amigos, los cuales estaban medio cerca de ellos, observando enternecidos a la lejanía esa sentimental escena.
—Creo que llegó el momento de explicarles...— sin quitar la mirada de Auron, señaló con la cabeza hacia los intrusos que estaban a unos metros de distancia.
—¿A que te refieres, abuelo...?
—¡Comele el morro!— gritó Axozer emocionado.
—¡Joder, cásense ya!
—¡Reborn y Auron mis papis!— chilló Imantado.
—¡No, son los míos!— recalcó el bicolor, iniciando una escenita con el del disfraz de rata.
—A eso me refiero— rieron con un sonrojo en su rostro cuando a lo lejos escucharon la discusión de los menores.
—¿Tú crees que se lo tomen bien?— cuestionó, sintiendo como un sentimiento de temor florecía en su ser.
—Conociendo a estos gilipollas, se lo tomarán de puta madre, ya verás— esto hizo que la expresión del rubio se suavizara —Cuando tú estes listo, yo también lo estaré. Tenemos todo el tiempo del mundo, Auroncito.
—Joder, no hay razones para no quererte, Reborno— sonrió, peinando los mechones rebeldes del castaño —¿Te puedes levantar o tus huesos de viejo no te dejan?
—No me llames viejo, y si creo que me puedo levantar— se enderezó hasta quedar sentado, para luego quedar de pie con ayuda del mayor.
—Ya está, abuelo. Vamos, te llevo a casa— escuchó un gruñido por parte del menor debido al apodo.
—Joder, estamos a tomar por culo. Llegaremos en navidad.
—Pues, estarás todo el tiempo conmigo. Pasáremos tiempo juntos— le guiño un ojo, viendo como Reborn negaba con la cabeza divertido.
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𝙊𝙣𝙚 𝙎𝙝𝙤𝙩𝙨 ; Intenabo y Rebornplay
FanfictionCortos relatos sobre las parejas Intenabo y Rebornplay, sin continuidad entre ellos.