Intenabo
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Gustabo se removía entre sus sábanas sintiendo rayos de luz colarse en la habitación. Un sentimiento de soledad se adueñó de él en el momento que vió como el sitio al lado de el estaba totalmente vacío. Suspiró, un día más solo. Ya habían pasado cuatro meses y unos cuantos días, los cuales el rubio los tenia contados, desde que a Jack lo habían mandado a una investigación del CNI en Washington.
Sin el azabache, ya nada era lo mismo. Le faltaba esa especial y única pieza que nadie podía reemplazar que completaba su rompecabezas. Los de altos cargos todavía no le habían dado la autorización a Conway para que regrese a casa, pero este a cada rato convencía al rubio diciendo que cada vez faltaba poco, que en unas pocas semanas ya estarían juntos nuevamente.
Animándose mentalmente para levantarse de la cama y empezar un nuevo día, se entusiasmó agarrando su móvil marcando un nuevo telefónico en especifico. Después de tres tonos, una voz se escuchó al otro lado de la línea.
—¿Si?
—¡Buenos días, Jack!— saludó el rubio, quién veía como Ivadog abría la puerta de la habitación, la cuál estaba entreabierta, para ir con él para abrazarlo y jugar un rato juntos.
—Hola, Gustabín. No había visto que eras tú.— una sonrisa se colaba por el rostro del mayor—¿Cómo estás, honey? ¿Pudiste dormir bien?
—...Si, no te preocupes— mintió, las pesadillas cada vez se hacían más recurrentes. No le gustaba, odiaba mentirle a Jack pero no tenia otra opción ya que no quería verlo angustiado por "su culpa"—¿A ti como te va? ¿Qué tal el trabajo estos días?
—Hay días en los cuales suele haber más trabajo por el descubrimiento de nuevas bandas, pero cada vez es...— se vió interrumpido por una tercera voz que le hablaba, específicamente un compañero había entrado en la oficina donde estaba—Can't you leave me alone for a few minutes? Come on, fuck you, idiot.— espectó Conway con su maldita perfección en el inglés.
Gustabo negó con la cabeza divertido. Sabía lo molesto que era para su pareja que lo molestaran entrando a su despacho sin tocar la puerta.
—Cuando vuelvas a Los Santos tienes que insultar más en inglés, se me pone inspectora cuando lo haces.— rió Gustabo contagiándole el gesto a Jack.
—Joder, se me está poniendo tiesa.— dijo entre risas con su característica voz grave.
—¿Tienes que irte?— masculló el rubio esperando que la respuesta fuera un no. De fondo se escuchaban algunas voces discutiendo sobre un tema que él desconocía.
—Lamentablemente si,— el pelinegro suspiró agobiado, ignorando por completo a las personas que le hablaban.— pero más tarde te llamo. No sabes cuanto te extraño, Gus. Te amo.
—Yo te amo más, amor. Hablamos luego— respondió el menor con una sonrisa afligida.
—Bye, sweetie.
Colgó la llamada tirando su celular a un lugar desconocido de su cama. Se quedó viendo un punto fijo del dormitorio con la mente en blanco, sin embargo, una pequeña lamida del canino en su mano lo sacó de sus nulos pensamientos.
Se quedó unos largos minutos en su cama jugando y haciéndole mimos a Ivadog, después se fue a duchar para vestirse con su particular vestimenta que utilizaba de uniforme como Inspector Jefe, comió un desayuno como a él le gustaban, real food, y luego emprendió camino con su coche a comisaría. Los comisarios, su mejor amigo Horacio, que también mantenía su mismo rango, y él tenían que trabajar 24/7 gracias a la ausencia del Superintendente, en esos momentos no podían dejar ni un milisegundo solo el edificio policial porque era capaz de acabar en llamas al no tener alguien a cargo.
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𝙊𝙣𝙚 𝙎𝙝𝙤𝙩𝙨 ; Intenabo y Rebornplay
FanfictionCortos relatos sobre las parejas Intenabo y Rebornplay, sin continuidad entre ellos.