-¡Corran, corran, corran!- decía el entrenador, mirando como sus subordinados cada vez eran mejor que antes, nadie podría creer que estos hermosos donceles eran máquinas asesinas.
-Vamos jefe... estamos exhaustos- decía el más pequeño de los cuatro.
-Si jefe... esta sería la vuelta número 150- decía uno de los más altos y fuertes del grupo.
-Bien, bien... descansen- diciendo en un suspiro- Ustedes dos- señalando a los otros del grupo- No se les olvide entregarle el reporte al director.
Luego de que el entrenador los dejara solos en la sala, los cuatro jóvenes no podían dejar de pensar en todo lo que habían pasado.
-¿Qué tal tu jefe Fluke?- preguntaba Gulf.
-¿Te refieres al zombie?- suspirando molesto- Ese hombre es una máquina, un adicto al trabajo y a las mujeres... este mes he tenido que terminar con sus citas ocho veces... y cada una de ellas me ha golpeado en la cara o pateado... no lo soporto.
-Dejaran de ser primos tu jefe y el mío- decía Krist- Este no deja de querer entrar a mi cama... al principio era de manera indirecta, pero ahora es más directo... fue capaz de seguirme hasta el baño e intentar besarme.
-Bueno no quería que te le perdieras de vista- decía Gulf riendo.
-Muy gracioso- arrojándole la toalla.
-Disfruta de tu libertad mientras puedas Gulf... porque te aseguro que tu futuro protegido será mas que eso- decía Fluke.
-Nada de eso... si intenta propasarse se las verá con mis puños.
-Lo mismo dije yo hace un año y mira... estoy comprometido con él- decía Saint sonriendo.
-Touché-decía Fluke.
Los guardaespaldas del jefe protegían al joven hijo de uno de los empresarios más importantes de Tailandia, ya que habían recibido una amenaza de acabar con su vida, pero este joven odiaba ser protegido por guardaespaldas, tenía el entrenamiento suficiente para poder cuidarse las espaldas él solo, pero su padre era un paranoico que no podía permitir que su único hijo saliera lastimado. Al llegar sano y salvo a la mansión, su padre simplemente lo abraza y comienza a tocar todo su cuerpo asegurándose de que no estuviera herido.
-¡Papá ya basta!- gritaba Mew molesto.
-¡Eres mi único hijo, es normal que esté preocupado!- decía mirando su rostro- Desde que tu madre fue asesinada y a ti intentaron secuestrarte cuando eras niño, no he podido dejar de estar preocupado... lamento si este pobre viejo es sobreprotector.
-No es para tanto... te recuerdo que puedo defenderme muy bien- sonriendo.
-Eso lo sé... pero aun así no puedo dejar de preocuparme... lo mismo pasa con Singto, Ohm y Perth.
-Si ya lo sé... cada uno de nosotros somos los únicos herederos de este imperio... pero no necesito más guardaespaldas... lo que necesito es un asistente.
-¿Otro?- decía su padre sorprendido dejando de tomar su vaso con whisky- ¿Ahora que le hiciste a esa pobre chica, Mew?
-¿Pobre chica?- decía levantando la ceja- Esa pobre chica apareció en mi oficina prácticamente desnuda- diciendo molesto- ¿De dónde diablos la sacaste?
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Asistente encubierto
FanfictionUna organización secreta, encargada de proteger a los miembros más poderosos del país, sin saber que aquellos bajo sus órdenes son armas mortales capaz de todo con tal de mantenerlos a salvo, incluso de su propio corazón. El cuarteto impenetrable...