-¿Estás seguro de lo que vas a hacer?- decía el sujeto del otro lado de la línea.
-Lo estoy... tu agente encubierto sigue con él ¿verdad?
-Así es... él se asegurará de protegerte... recuerda proteger tu mente, es lo único que te salvará- escuchándolo afirmar.
-Bien... entonces que empiece el plan- cortando la llamada.
Despertando esa mañana, luego de estar varios días en la cabaña Mew no quería dejar a su amado asistente y menos ahora que sabía era un agente encubierto y de los mejores, también estaba seguro que fue él quien le salvó la vida en ese bosque hace unos meses y hace años, cuando era más joven.
-Eres uno de los integrantes de la espada alada ¿verdad?- acariciando la mejilla de Gulf.
-¿Mew?- despertando y estirando su adolorido cuerpo- ¡Eres un salvaje!
-Yo no tengo la culpa de que alguien me pida más- colocándose encima.
-¡Si tuviera fuerzas te golpeaba en este instante, pero hasta las uñas me duelen!- decía molesto, pues a pesar del dolor, su cuerpo empezaba a reaccionar de nuevo a las caricias de Mew.
-No me disculpo- besando el cuello de Gulf y escuchando su suave gemir- Porque a pesar de todo tu cuerpo me pide más.
-¡Ni se te...!-siendo callado con un beso.
-¿Se han mandado las invitaciones?
-Si jefe... todas han sido entregadas a las personas correspondientes- decía el sujeto con una mirada lasciva.
-Perfecto... la primera fase de mi plan empieza a suceder- riendo- No permitiré que una cosa más me sea arrebatada.
-¿Aceptarán jefe?- preguntaba el subordinado.
-Más les vale... de lo contrario ella pagará las consecuencias.
-¡Mis padres van a matarte, maldito!- gritaba la joven, intentando soltarse de sus ataduras.
-¿Tus padres?-riendo- Ellos sólo tiene una empresa de contratación... será la mejor en el país... pero son sólo eso.
-¡Te vas a arrepentir!-viendo al sujeto salir del lugar- Más vale que este dispositivo de rastreo funcione... papá me va a matar cuando me encuentre-suspirando.
Luego de días de estar desaparecidos en la cabaña, Mew y Gulf regresaban para discutir los contratos que iban a firmar; al momento de entrar a la residencia todos se les quedaron viendo a las manos entrelazadas de ambos, causando una sonrisa por parte de Saint, sabiendo que su líder había perdido la batalla con el objetivo y por lo tanto tendría que pensar en otra forma de acercarse al enemigo.
-¿Todo bien?- preguntaba Yibo- Bueno creo que no tengo porque preguntar... sus manos dicen todo.
-¡Tres días!- gritaba Krist- No pudiste siquiera avisar- diciendo molesto y levantándose del lugar.
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Asistente encubierto
FanfictionUna organización secreta, encargada de proteger a los miembros más poderosos del país, sin saber que aquellos bajo sus órdenes son armas mortales capaz de todo con tal de mantenerlos a salvo, incluso de su propio corazón. El cuarteto impenetrable...