EXTRA 2. EL LEÓN Y EL CONEJO

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MUCHO TIEMPO ATRÁS...

-¡No me quiero despedir de ti ge-ge!- decía el pequeño con mirada felina- ¡Tú eres mío!

-No podemos hacer nada Bo-di... debes ir con tus padres... si el destino une nuestros caminos en el futuro... entonces lo estaremos, pero debes prometerme que serás valiente y te convertirás en alguien fuerte- acariciando los suaves cabellos del pequeño.

-¡Lo prometo y cuando sea tan fuerte como un león.. te casarás conmigo!- viendo las mejillas rosadas de su mayor.

-Sólo si llegas a acordarte de mí- sintiendo un beso en su mejilla, viendo al pequeño correr para subirse al auto.

-¡Adiós Zhan-ge.... Te prometo que cuando sea grande estaremos juntos!- gritaba desde la ventanilla de su auto.





5 AÑOS ATRÁS...

-¿Y por qué desean matar a este empresario, Zhehan- ge?- admirando la fotografía del sujeto con ojos fríos como el hielo.

-Él y su socio son de los mejores en la escena del entretenimiento, a pesar de ser tan jóvenes... los de la vieja escuela creen que no deberían tener lo que tienen- decía el segundo al mando.

-Eran militares- decía Zhuocheng viendo la fotografía del otro sujeto- ¿Por qué necesitarían de nuestros servicios Jun-ge?

-Porque no son ellos quienes lo piden- decía el más joven de los líderes- Lo estamos pidiendo nosotros- dejando sorprendidos a los jóvenes frente a él.

-¿Qué relación tienen con ellos?- preguntaba Xiao Zhan.

-Crecimos juntos... ellos son como nuestros hermanos pequeños... ustedes son los mejores en su rama... por eso les estamos pidiendo que los protejan.

-Cuenta con nosotros- decía Zhuocheng.






Parados frente a las puertas de la empresa, Xiao Zhan sentía su corazón latir a mil por hora, pues nunca en todo el tiempo que estuvo alejado de su tierno y travieso vecino, imaginó que iba a volver a verlo y esta vez para protegerlo; le entusiasmaba y le asustaba también tenerlo frente a él.

-¿Estás listo?- preguntaba su amigo.

-Creí que si- suspirando- Pero ahora no estoy seguro... ha pasado más de veinte años... él tenía seis cuando dejé de verlo... yo tenía doce...

-¿El conejito tiene miedo?- viendo la mirada de muerte de su amigo- Ya... lo siento.

-Más bien es anhelo... lo quise mucho cuando éramos pequeños... sentía esa necesidad de cuidarlo.

-Pues ahora lo harás... ahora deja de ser cobarde y entremos, que me empiezo a congelar en este frío.

-Así que tú serás mi asistente- decía Yibo mirando a Xiao Zhan con frialdad- Bien veamos cuánto aguantas. 





Asistente encubiertoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora