Capítulo 29: La reina

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20 AÑOS ATRÁS...

-¿Son ellos?- viendo la fotografías de los cuatro niños que vivían en el orfanato.

-Lo son... lo hemos comprobado mediante pruebas de sangre- decía el joven frente a ella.

-Se parecen tanto a sus padres- diciendo con una triste sonrisa- Es una lástima que no lo hayan visto crecer.

-¿Qué desea hacer?

-Protéjanlos y ayúdenlos a ser fuertes... que sean los donceles más fuertes y salvaje que tengan.

-¿Cómo los llamaremos?

-Ellos serán la espada alada- viendo como el sujeto frente a ella salía de la oficina- Prometí encontrarlos y cuidarlos y lo haré siempre- viendo una vieja fotografía de su familia, sus amigos y sus familias, antes de ser separados.






EL DÍA DEL SECUESTRO DE LOS PRIMOS...

-Fuiste tú ¿no es cierto?

-Ustedes se atrevieron a despreciarme, me alejaron de la persona que amaba y todo por tu culpa- viendo como la mujer se reía.

-Lo drogaste... pero te equivocaste de hombre... no fue mi esposo con el que te acostaste esa noche... sino con su amigo.

-¡Mentira!- golpeando el rostro de la mujer que estaba atada a una silla.

-No lo es... esa noche mi esposo ni siquiera estaba en Tailandia... como no obtuviste lo que querías, ya que la prueba de ADN salió negativa, decidiste vengarte robando los hijos de cada uno de nuestros amigos, incluyendo al verdadero hermano del tuyo.

-Nadie se merece la fortuna de los hombres más ricos de Tailandia...más que mi hijo y él poco a poco se apoderará de todo lo que debió ser suyo.

-Eres tan patética... tienes que usar a tu hijo para tu absurdo plan de venganza... pero te puedo asegurar que ni tú ni tu hijo van a ganar... porque ellos van a detenerte.

-¿Ellos?- diciendo con curiosidad- ¿te refieres a tus amigos?

-No... a la espada alada- notando como la mujer frente a ella palidecía y escuchaba un estruendo en la puerta principal- Ya están aquí- sonriendo.








-¡Mierda, mierda, mierda!- gritaba Krist- Si le hizo daño a mi hermano, yo mismo le voy a arrancar los dedos y sin anestesia.

-¿Quién de todos ustedes es el más sádico?- preguntaba Xiao Zhan.

-Mejor pregunta quién es el menos- decía Saint.

-¿En escala del uno al diez?- volvía a preguntar el chino.

-¿Sólo hay hasta el diez?- decía Fluke que llevaba la delantera.

-Mejor me quedo con la duda- riendo.







Asistente encubiertoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora