Capítulo 16.

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Hi~ Y con esto ya logro mi cometido de estar más o menos activa hasta el día de hoy. Debo decir que ame el capítulo, no estaba planificado de esta manera y lejos se convirtió en mi capítulo favorito de la trama. Era importante el contexto pasado porque el cambio en el comportamiento de Eiji como se imaginarán es bien notorio, así que para que no estuvieran tan perdidos. No me había dado cuenta que ya llevamos 17 capítulos con el prologo, siento que no le queda mucha vida porque mis fics suelen ir entre los 20 capítulos sino son dinamicas, pero, lo que tenga que ser no más. Mil gracias por tanto cariño, especialmente hoy, lo aprecio mucho.

¡Espero que les guste!

Su atención salta hacia sus zapatillas, hacia sus converse rojas, esas que Griff dice que se paran solas por lo fétidas que se encuentran, un par de gotas de mugre han salpicado el empeine, sus cordones se hallan atados de manera dispareja, dejand...

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Su atención salta hacia sus zapatillas, hacia sus converse rojas, esas que Griff dice que se paran solas por lo fétidas que se encuentran, un par de gotas de mugre han salpicado el empeine, sus cordones se hallan atados de manera dispareja, dejando al lado derecho del nudo ahorcado mientras que el izquierdo batalla por no cortarse, la caña permanece intacta aun cubierta por sus jeans, ese color es vibrante e intenso, es rojo, rojo cenizo.

«Be who you want to be in Converse sneakers», es el lema de la marca.

Sé quién eres en tus zapatillas converse.

Sé libre.

Sé Ash Lynx.

Suspira.

Aquellas converse fueron lo primero que pidió al llegar a Nueva York, estaba paseando con su padre con una actitud de mierda frente los escaparates del centro comercial, porque lo único que él odiaba más que Cape Cod, era dejar Cape Cod sin Griffin, le prometió estar ahí apenas iniciara la universidad y sin embargo, ni siquiera había rastro del soldado. Así que sí, salir a celebrar su carta de aceptación con Jim era el peor panorama del mundo, recuerda haber refunfuñado desde que se levantó y haber usado cualquier excusa para criticar al remedo de padre que tenía, ya que, aunque no hubiera rencor y comprende que hizo lo que mejor pudo e incluso le ofreció irse a otro lugar...lo resiente.

—Elige lo que quieras como regalo. —Suspicacia fue lo primero que despertó la oferta tan generosa, porque generosidad y Jim no iban en la misma oración y por ende, debía ser una trampa—. No mires así a tu padre, no es tan rara mi oferta.

—Ajá.

—Cómo quieras. —Le gruñó y eso lo hizo bajar la guardia—. No te quejes de que nunca te doy nada.

—¿No me reprocharás luego? ¿De verdad puede ser lo que quiera?

—Así es.

—¿Incluso si es algo innecesario?

—Es tu regalo. —Le respondió con simpleza—. Escoge lo que quieras y te lo regalaré, no hay trampa.

¿Lo que quiera de verdad?

Ja.

Aslan contuvo una carcajada, Jim era apretado con el dinero y con todo lujo en general, por ende su objetivo de esa tarde no fue buscar un regalo que genuinamente le gustara, sino algo que le negase a causa de su exuberante precio. Unas Chuck Taylor 70 fueron lejos su opción favorita, y él de verdad esperaba que Jim se las negara, que le dijera que era un mocoso presumido que se creía la gran cosa por quedar en una universidad y que arremetiera su rabia o al menos, explotara, de esa manera Ash podía seguirse odiando en paz y mantenerse sumido en una creencia catastrófica y negativista sobre que Griffin no había vuelto porque él no valía la pena. Pero su padre miró con una mueca angustiada que jamás había visto su billetera y le sonrió, pidiéndole una talla que no sabía que su padre conocía y susurrando que lo envolvieran con un listón de su color favorito.

Love struck.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora