|| Finalizada || Mantén a tus amigos cerca y a tus enemigos más cerca es la filosofía de vida de Ash, pero incluso él sabe que se la ha tomado demasiado a pecho cuando empiezan a florecer sentimientos románticos por Eiji Okumura, diablos, ¡Eiji Okum...
Hi~ Ha pasado bastante tiempo desde que actualizamos LS ha sido un día bastante duro por estos lares, estoy bien drenada pero no a nivel de cansancio sino emocional, así que lo siento si sienten el capítulo extraño, recién ando retomandolo luego de la dinamica de Agosto. Pero de todas maneras, está hecho con mucho amor siempre.
Espero que les guste.
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Clic.
Eiji baja la cámara hacia su pecho, sus dedos aún tiritan alrededor del soporte, si bien él ha relegado la fotografía por el salto de pértiga debe admitir que ni siquiera ganar el oro en las Olimpiadas podría asemejarse a la belleza de esta imagen. Hermoso, es el primer pensamiento que corre por su cabeza. Sí, sin duda Aslan es hermoso aunque aborrezca el cumplido por ser un pandillero "muy macho" con sus propias palabras, el japonés no cree que su novio sea consciente de la belleza que posee, es casi divina, le recuerda de cierta medida a Aquiles con ese destello rosa en sus labios, el verde indómito, febril e iridiscente en esos ojos y con su cara nívea imposible de marchitar. Eiji sonríe con la metáfora antes de soltar la cámara y envolver el cuello de su perdición.
Porque si Ash es Aquiles, Eiji es su Patroclo.
—¿Salió bien? —Entonces le pregunta con una ternura que simplemente le roba la respiración, este chico ni siquiera debe ser consciente del efecto que su galantería tiene ante su cordura, pero de esa manera es mejor puesto que es menos vergonzoso si Aslan no se percata de lo loco que lo trae.
—Salvarás mi semestre con estas fotografías. —Musita, hundiendo sus yemas en la manta que Aslan está usando para cubrir sus hombros, Eiji planea exponer una serie de imágenes alrededor del lince de Nueva York para su trabajo final, debe decir que con la situación de la pértiga (y las exigencias de Fox) apenas ha tenido descanso para pensar en su carrera—. Mi héroe.
—¿Lograste darme ese aire de James Dean que tanto querías? —Eiji tararea, sentándose encima del regazo de su amante (quién viste tan solo unos pescadores y una cadena con una cruz).
—Creo que sí. —Sonríe, enrollando sus dedos alrededor del collar de plata—. Pones una mirada tan dulce cuando te saco fotografías, es imposible que no apruebe así.
—No le pongo una mirada dulce a la cámara.
—Lo haces.
—Te la pongo a ti, tontito. —Se burla, acomodando sus manos en las caderas de su pareja, grandes, fuertes y ásperas, le encantan, se derrite bajo esos toques—. Eres un tonto, onii-chan.
—Y tú eres todo un James Dean.
—¿Puedo ver las que llevamos hasta ahora? —El moreno alcanza la cámara, permite que Ash apoye su rostro contra su pecho mientras él sigue enredado encima de su regazo y puedan ver las imágenes acurrucados, le encanta esta sensación de seguridad y protección, nunca antes se ha sentido amado, no de esta forma al menos, no como si este hombre sostuviese su corazón y pudiese destrozarlo.