Ella

Parte II Capítulo VII En otra vida

-Chiqui ¿Dónde estás? -Poché menciona entrando en la casa, deja su maletín con sus pertenencias junto con las llaves tanto del auto como de la casa en la mesa de entrada, la casa se encontraba un poco en penumbra, el sol acababa de ponerse y al parecer la dueña de su corazón y de sus pensamientos se encontraba en el jardín ya que la única luz provenía de la puerta corrediza de cristal que separaba la sala de estar y el jardín, la cual se encontraba abierta-Ahí están- menciona Poché viendo a su castaña favorita en compañía de su peludo compañero Ramón, aquel pequeño cachorro que adoptó antes de que falleciera su madre, que por años ha sido su compañero de aventuras y ahora es un perro adulto que disfruta ser cuidado como un bebé por ambas mujeres.

-Hola mi gordi- saluda Daniela a Poché alzando su cabeza para alcanzar a besarla una vez que esta se había agachado con el afán de saludarla como usualmente lo hacían, con un beso de piquito- ¿Qué tal tu día de trabajo?

-Bastante agotador ¿Quién pensaría que tomarles fotos a adolescentes para sus anuarios sería tan difícil? Ninguna toma les gusta, tengo que hacer veinte tomas hasta que eligen una-comenta Poché sentándose junto a Daniela y tomando algunas uvas del platón que había en el pasto.

- ¿Cómo van los anuarios? ¿ya están ensamblados? - cuestiona Daniela levantándose para tomar un par de botellas de agua de la barra que estaba en la terraza y darle una a Poché al regresar a tomar asiento junto a ella.

-Hoy en la mañana quedaron las fotografías de los alumnos que faltaban, el resto del día me la pasee ordenando, corrigiendo enviando por aprobación, volviendo a ordenar a corregir y a enviar por aprobación, hasta que por fin quedó y se mandaron a imprenta.

-Me encanta que ese proyecto ya haya terminado, ahora señora maestra de arte que en sus ratos libres la hace de fotógrafa- se pone de pie y le extiende su mano- acompáñeme a cenar, hoy celebraremos que sus alumnos se gradúan pronto, que el anuario ya está terminado, pero sobre todas las cosas que usted y yo podremos pasar unos días libres antes de que me concentre en el hípico para el campamento de verano y después a las competencias europeas.

- ¿Qué cocinaremos? -cuestiona Poché caminando de la mano de su castaña- ¿tienes algún antojo, quieres que pidamos algo?

-Solo vamos a necesitar encender el horno, tengo una lasaña que necesita calentarse, la ensalada ya está lista y el pan de ajo solo espera ser tostado- sonríe Daniela- ¿te encargas del vino?

-Dios bendiga las clases de cocina-le deja un beso un poco más largo antes de ir por el vino- si por mis conocimientos culinarios fuera viviríamos a base de cereal y emparedados-descorcha el vino al tiempo que observa como Daniela prepara la mesa- hablando de las competencias europeas, hoy me llamó Fer-suelta de la nada.

- ¿Qué tal están? ¿los veremos en la competencia de Suiza? Odio que hayan tenido que huir de los padres de Manuela porque me alejó de dos de mis mejores amigos, pero sé que es por un bien mayor, ellos merecen estar juntos y me da gusto que Manuela haya tomado todo lo que tenía a su nombre para marcharse con Fer justo al cumplir los 21 y así evitarse problemas legales.

-Tal vez lo que me contó no sea de tu agrado-menciona Poché sirviendo un par de copas de vino tinto y dándole una a Daniela- Manuela no va a competir.

- ¿Qué? –menciona sorprendida y observa en su reloj la hora- es demasiado tarde para llamarles, ¿Qué fue exactamente lo que te dijo?

-Me dijo "no le digas nada a Daniela, pero Manuela no va a poder competir, su médico se lo prohibió, pero tanto nuestro club como nuestro caballo va a estar en competencia, así que nos veremos en Suiza"

-Eso significa que no podré preguntarle nada y que pasaré un par de meses con la intriga del porqué mi amiga no podrá competir.

-Amor es simple ¿Cuáles son las razones por las que Manuela no podría competir debido a que su médico se lo ha prohibido? Para mí solo hay dos: la primera que su lesión de la columna haya resurgido o la segunda que este embarazada.