Capítulo 10

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Abro los ojos cuando aún es de madrugada, quiero organizar algo especial para Llane antes de irnos y es que hoy amanecí de un humor inigualable. Me muevo un poco tratando de zafarme del abrazo de Llane quien tiene sus manos sobre mi abdomen y me sujeta con fuerza, tomo mi celular que está sobre la mesita de noche, y veo la hora son las 6:30 de la mañana el horario perfecto para ordenar todo y realizar un buen desayuno.

Tomo su mano con cuidado y la quito, me levanto de la cama y voy por mi ropa para vestirme, me colocó encima el vestido que use ayer por la noche, camino hasta la cómoda y cepillo mi cabello lentamente observando al ángel que está sobre la cama, la respiración de Llane me parece tan tierna, se remueve en la cama un poco y se queja cuando no siente mi cuerpo cercas del suyo pero no se despierta, camino lentamente hasta su lado y le doy un beso sobre la frente.

- Vuelvo en un momento amor. -Le digo en voz baja.

Me colocó mis zapatitos de piso y camino hasta la puerta sin hacer el menor ruido, cuando estoy fuera de la cabaña me acerco al restaurante, la recepcionista me mira y sonríe.

- Señora Castaño que placer verla por aquí tan temprano. -me dice sonriendo.

- El placer es mío. - Le respondo. - Quisiera que me ayudarás con un desayuno para mi esposo.

- Claro. -Me dice. -Pasemos a la recepción para que me indique todos los detalles que desea que tenga está pequeña velada.

Caminamos hasta una pequeña oficina que se encuentra fuera del restaurante, es una oficina elegante muy bien estructurada y con una luz impresionante, llegamos hasta ahí y la recepcionista llamada Sofía me indica que me siente. Durante casi una hora hablamos de los detalles que quiero para el desayuno me dice que en una hora estará listo, salgo de la recepción con una enorme sonrisa en el rostro, al llegar a la cabaña la abro sin hacer ruido, camino hasta la cama y veo a Llane profundamente dormido, ¿Cómo lo despierto?.- Es sencillo.-habla mi subconsciente.-Solo dale un beso.-Me río en voz baja.-¿Así como si él fuera mi princesa?.-Le pregunto.-Claro tonta.-Me responde.-Es una buena manera de hacerlo, así que andando.

Camino lentamente hasta llegar a su lado sigue siendo un ángel caído del cielo mientras duerme, no puedo evitar pensar en que nuestros hijos serán preciosos, me siento en el borde de la cama y lo observo durante un rato, su respiración sube y baja de manera controlada, sonrió mientras paso mi mano por su rostro acariciándolo lentamente, mis dedos agradecen el tacto que les ofrezco de sentir el calor de la piel de Llane, poco a poco acerco mis labios hasta los suyos besándolo, inmediatamente me responde el beso y sonrió en sus labios.

- Buenos días mi pequeña. -Me dice aún sin despertarse.

- Buenos días amor. -Le respondo llena de alegría.

- ¿Qué haces despierta tan temprano? - Me pregunta bostezando, sus ojitos apenas logran adaptarse a luz que hay dentro de la habitación.

- Hoy es nuestro último día aquí y quiero disfrutarlo al máximo. - Le respondo con voz entusiasmada.

- ¡Hum! Esa voz me agrada. -Dice sonriendo en mis labios, pongo mi mano sobre sus labios y sonrió.

- Despierta cariño. Me encanta que estés de buen ánimo. -Me levanto para elevar la persiana que está en la ventana y que de una vez por todas el sol nos inunde con su resplandor.

- Estas vestida ¿Saliste antes?.-Dice observándome mientras camino de nuevo a su lado.

- Si, salí hace un momento. -Le digo.

- ¿A dónde?.- Me pregunta levantando su ceja izquierda, su mirada está llena de intriga.

- ¿Quieres saberlo?.-Le preguntó sin contestar su pregunta.

Una Última VezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora