Capítulo 7.1

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Observo cada detalle del desayuno que está encima de la mesa, en el centro esta perfectamente acomodada una fuente con chocolate y a su lado un bowl lleno de fresas, enfrente de nuestros asientos se encuentra un desayuno compuesto por chilaquiles, huevo y un plato de fruta. Llane sale de atrás del refrigerador sonriendo, lleva puesto un delantal con una frase escrita al frente "El mejor cocinero" me causa un poco de risa, y corro para abrazarlo, durante unos minutos me sostiene en sus brazos mientras comienzo a sollozar de nuevo.

- Tranquila.-repite después de un momento.- ¿Te ha gustado tu sorpresa?

- ¿Que si me ha gustado?.-Le pregunto aún con lagrimas en los ojos.-¡Por Dios, es simplemente hermoso!. Llane sé que quizá estas cansado de escuchar lo mismo, pero es que no comprendo qué es lo que hice para merecerte.- La sonrisa que desbordan sus labios me da a entender que no pregunte, simplemente disfrute del momento.

- Mi pequeña, yo no me canso de escucharte decir que me mereces por que yo también quiero merecerte de la misma manera, sabes que eres la persona más dulce, amable, comprensiva e ideal para mi, en pocas palabras eres justo lo que me imaginaba de una mujer, durante años estuve imaginando ¿cómo seria encontrar a mi alma gemela?, ¿Cuales serian las sensaciones que tendría al verla? Y ahora aqui contigo puedo decir que esos pensamientos quedaron atrás por que te juro que estar contigo no tiene explicación simplemente se siente con el corazón.-Sus palabras son como el calmante que necesito, siempre que lo escucho decir algo referente a nosotros me llena el corazon de alegría y felicidad.

- Tú eres merecedor de todo lo bueno que te está pasando por que eres la persona más humilde, carismática y de buen corazón que conozco en el mundo, mi pequeño llanero tú eres simplemente sensacional y no dudes que estaré contigo en todos los momentos de tú vida.-Le digo recordandole que siempre estaré para él si importar que pueda suceder.

- Gracias, mi amor. Por todo lo que me haz dado!.-Me dice sonriendo.

- Gracias a tí, por dejarme entrar en tu vida y formar parte de ella.-Le respondo dándole un beso en la mejilla, sonrió al ver que sus ojos se iluminan, es algo que entre nosotros es único puedo jurar que jamás me había perdido en unos ojos tantas veces como lo he hecho en los de él.

- Vamos a desayunar, que es un poco tarde.-Toma mi mano y nos dirigimos hacia la mesa, me siento en el lugar que me indica y el se sienta a mi lado.- Y bien... ¿A dónde decidiste que iremos?.-Me pregunta.

- Pensé en los dos para tomar la decisión espero que tú también quieras ir ahí, he decidido que vayamos al archipiélago de San Bernardo.-Le digo sonriendo.

- ¿En serio?.-Me pregunta emocionado.-

Creí que decidirias que fuéramos al nevado de Cocuy, sé que te gusta el frio ¿Por que elegiste el calor en lugar del frío?

- Mi pequeño Llanero, cuando tome la decisión pensé en ambos tú amas el calor y la playa, yo quiero pasar unas buenas vacaciones a tu lado, así que vamos pa' la playa.-él me mira por unos instantes y sonríe.

- Entonces cariño tendremos que desayunar y arreglar nuestras maletas el vuelo sale a las 9 de la noche y debemos estar en el aeropuerto a las 7.

Ambos comenzamos a comer durante el desayuno simplemente lo observo ver sus suaves movimientos al comer me hacen sonreír, imagino despertar cada mañana abrazada a su pecho, inhalando su dulce fragancia y ver la primera sonrisa que sus labios asoman al salir el sol. Si vivir con él es una aventura que me ha puesto de cabeza el mundo, quiero estar a su lado el resto de mi vida.

- ¿En qué piensas?.-Me pregunta interrumpiendo mi bella imaginación.

- ¿Tú que te imaginas que pienso?.-Le digo sonriendo.

Una Última VezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora