Capítulo 5

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Abro los ojos cuando la luz del sol me lastima, la cabeza me da vueltas mala elección haber bebido demasiado a mi mente recurre el suceso de ayer en la noche me siento tan avergonzada que no sé si podre verlo directamente a los ojos, observo a mí alrededor y escucho el suave ronquido de Llane, está acostado a un lado mío con sus labios entreabiertos, se encuentra tan tranquilo que tomo mi celular de la mesita y le tomo una foto, parece un ángel dormido. Me doy cuenta que me tiene tomada de la cintura, quizás para asegurarse que no salga corriendo y lo deje ahí, sonrió como boba ante su gesto protector mientras sigo observándolo dormir, su pecho sube y baja tranquilamente, contengo la respiración cuando comienza abrir los ojos, la luz del sol se ha recorrido dándole directamente en la cara.

Abre los ojos despacio, parpadeando en lapsos cortos para lograr enfocar su vista, tomo mi almohada y tapo la luz directa que está enfocada en su rostro, cuando por fin logra abrirlos me mira, sus ojos somnolientos me causan ternura, me sonríe y yo le devuelvo la sonrisa.

- Buenos días, mi pequeño Llanero.-Le digo dándole un beso en la mejilla.

- Buenos días, mi pequeña Princesa.-Me dice, lo que obliga a mi sonrisa a crecer.

- ¿Cómo dormiste?.-Le pregunto.

-  Muy bien, bastante bien diría yo. Tenía tiempo que no me quedaba dormido hasta tarde, ¿Y tú?

- Yo dormí bien.-Le digo.-Hubiera dormido mejor pero tus ronquidos no me dejaban hacerlo.-Digo riendome, las mejillas de Llane se ponen coloradas, es la primera vez que me toca verlo así.- No es cierto cariño, no roncaste y si, si he dormido bien la avergonzada soy yo por lo visto estas dos noche que me he quedado aquí, te ha tocado cuidarme.-Le digo.

- No te preocupes por eso, me gusta cuidarte cuando estás conmigo. Además ayer no estabas en muy buenas condiciones.- Me dice regañándome.- ¿Por qué bebiste tanto?.-Me pregunta.

- Bueno… Pues… ¿La verdad?.-Le pregunto.

-  Si, dime la verdad.-Me dice convencido.- Entre tú y yo no pueden existir los secretos.

- La verdad es que me dieron celos esas chicas, verte tan divertido bailando con las demás hizo que una parte de mi sintiera celos, mi parte egoísta quería ser esas chicas.- Le digo avergonzada, escuchándolo en voz alta la razón suena bastante tonta ¿Qué me paso ayer?. Observo que está a punto de reírse pero se contiene.- ¿Qué es tan gracioso?.-Le pregunto.

- Nena te sentiste celosa de un baile, imagina que dirán las chicas ahora que...-Se queda callado.

- ¿Ahora qué... Qué?.-Le pregunto confundida.- ¿Qué paso?

- Nada bonita.-Me dice.- ¿Tienes hambre?.- Cambia de tema rápidamente.

- ¿Qué pasó?.-Le digo, me siento avergonzada de no saber si hice algo ayer en la noche oh que fue lo que paso, me observa detenidamente mientras yo fuerzo a mi cabeza por encontrar la razón de su comentario, al no encontrar nada vuelvo a mirarlo sólo que ahora mis ojos deben reflejar la preocupación que siento.- ¿Puedes decirme que ocurrió? Dijiste que entre nosotros no habría secretos.-Le digo utilizando sus propias palabras.

- Bueno.-Me dice al mismo tiempo que toma su celular y me muestra una foto al principio no logro enfocar bien quien es, pero la observo detenidamente hasta que caigo en cuenta... Maldición soy yo… En la foto se ve a Llane recostado en la cama de la habitación y encima de su pecho duermo yo plácidamente, mis facciones no se logran ver bien, una parte de mi cabello está sobre mi rostro, mi mano derecha está encima de su pecho, tengo los labios y las mejillas rosadas y mis ojos cerrados, en cambio la sonrisa de Llane en esa fotografía no se compara con nada, sus ojos marrones brillan a pesar de tener la luz apagada, la luz de la luna es lo único que iluminaba la habitación. Sonrió ante la perfección de fotografía, pero al instante se borra cuando me doy cuenta que la ha publicado en Instagram, la descripción de la foto “Nuevos comienzos”, lo observo confundida, nuestro acuerdo era nada de fotografías.

Una Última VezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora