Una Última Vez

Capítulo 10.4

Una vez que los hemos perdido de vista, Llane y yo nos miramos directamente a los ojos, un suspiro escapa de mis labios y sonrió, Llane abre la puerta del copiloto y me invita a que entre toma mi mano ayudándome a sentarme sobre la suave almohada, cuando por fin estoy muy bien acomodada se inclina para colocar mi cinturón de seguridad, el calor de su cuerpo inunda mis sentidos y de pronto unas ganas de besarlo aquí nacen desde lo más profundo de mi ser, cuando me ha colocado el cinturón me mira a los ojos y yo tomo su rostro entre mis manos acercándome hasta tomar sus labios, esta vez nuestro beso es distinto, el fuego que nació desde mi interior poco a poco se va curando cuando sus labios toman los míos con dulzura, abro los ojos para ver los suyos cuando nuestro beso ha finalizado.

- ¿Puedes despertarme de este hermoso sueño?.-Le digo mirándolo.

- No es un sueño mi niña.-Me dice sonriendo.-Esta es nuestra realidad.

- Para mí sigue siendo un perfecto sueño.-Le digo.-Mi fantasía se cumplió contigo.-Le digo, aún mis labios conservan su aroma y su dulzura.

- Mi fantasía también se cumplió el día que te conocí, le pedí a dios un ángel y me llevo hasta ti.-Me dice mirándome directamente a los ojos.-Le pedí que mi ángel conservara la dulzura en su alma, que su mirada fuese transparente, que me temblara hasta el corazón cuando la viera directamente a los ojos, que sus manos encajaran perfectamente con las mías, que...

- No Juancho, estoy muy lejos de ser ese ángel que describes.-Le digo interrumpiéndolo.

- ¿Por qué no confías en ti misma?.-Me dice herido.-Si te digo que eres un ángel es porque de verdad lo eres, no es necesario que te subestimes.

- Estoy trabajando para ser eso que necesitas Llane.-Le digo.

- No quiero nada más que no sea la misma Alana que conocí en el aeropuerto, esa chica que estaba enojada porque su equipaje no había llegado en el avión donde ella viajaba, la misma que él día que me choco no solo se robó mi atención, tú con solo mirarme a los ojos y tocar mis manos te llevaste hasta mi cordura.-Me dice.

- Tú también causaste tantas cosas solo con tocarme la mano.-Le digo.-Pero te seré franca, siempre he pensado ¿Cómo alguien como tú pudo fijarse en alguien como yo?.-Le digo.-Sé que esta pregunta la he hecho por lo menos un par de veces pero es que todavía no me queda claro ¿Qué hice para merecer que me amarás?

- Ni yo mismo puedo explicártelo, cuando te vi supe que tú eras lo que estaba buscando, mi fe me mantenía en pie por que estaba seguro que en alguna parte del camino tu y yo nos encontraríamos, estaba seguro que cuando te mirara a los ojos tendría claro que tu eras la indicada, yo estaba seguro que tu estabas perdida en algún lugar del mundo y que en cualquier momento te encontraría.-Me dice.

- Yo en cambio lo único que quería era perderme en alguna parte del universo donde nadie me encontrará para que no me volvieran a dañar.-Le digo avergonzada.-Seguramente ya estás cansado del mismo cuento de siempre pero esta vez hay algo distinto en tus palabras amor, la verdad espero que sea la última vez que hablemos de esto, pero Llane de algo puedes estar completamente seguro, tú eres el sueño mas hermoso que he tenido en esta vida.-Le digo y deposito un tierno beso sobre sus labios rojos.

- No mi pequeña hablaremos las veces que sea necesarias hasta que te quede claro que para mí tú eres lo más importante.-Me dice y toma mi rostro entre sus manos.-Mi sueño inicio contigo y quiero que se termine cuando estemos viejos.-Me dice.

- Yo también quiero eso para los dos.-Le digo sonriendo.

- Ya nos hemos puesto algo sentimentales, es momento que vayamos a organizar nuestra noche especial.-Me da un beso y cierra mi puerta, abre la suya con movimientos tan delicados que me parece un ángel andando, después se sienta en su asiento de piloto y sonríe.