No sé cuánto tiempo ha pasado, intento abrir los ojos pero me pesan muchísimo, sólo sé que alguien me lleva en brazos y por cómo me siento sé que es Llane quién me está cargando, su respiración es lenta y tranquila, no se parece en nada a la primera vez que me cargo. Llega a lo que supongo que es la habitación y abre la puerta, inmediatamente el olor me reconforta al instante, me recuesta en la cama, colocando mi cabeza con cuidado encima de una almohada.
Abro los ojos despacio cuando siento que ya no está cercas de mí y veo su delgada figura enfrente de la cama, está dándome la espalda quitándose la ropa, me levanto colocado el peso sobre mis codos mientras observo sus movimientos tranquilos al realizar las acciones ¡Diablos hasta quitándose la ropa este hombre sigue viéndose jodidamente perfecto!, se quita primero la chaqueta que lleva encima, la deja doblada al borde del sillón que está a un lado de él, después se quita los zapatos y los acomoda dentro del closet para seguir con su pantalón, lo desliza sobre sus piernas de una manera tan sexy que solo provoca que mi deseo comience a crecer, continua y se retira la camisa dejando lucir su esculpida espalda, paso saliva al presenciar este acto, sin duda este hombre es el pecado andante.
Voltea hacia la cama y me ve observándolo, le sonrió descaradamente. Se acerca a mí poco a poco y se sienta en el borde de la cama sonriendo como solo él sabe hacerlo.
- Creí que estabas dormida.-Me dice.
- Algo me decía que tenía que despertar.-Le respondo.
- ¿Cómo va tu estomago?.-Me pregunta.- ¿Ya no sientes nauseas?.
- No, me siento mejor gracias por preguntar.-Le digo.
- ¿Deseas algo para cenar?.-Me pregunta.
- Si, la verdad es que tengo hambre.-Le digo mientras me siento cercas de él.
- ¿Qué se te antoja?.-Me pregunta.-Es un poco tarde pero seguramente encontraremos algo.
- Tú y estas disponible ahora.-Le digo con malicia, él abre los ojos como platos pero su sonrisa me da a entender que también tiene deseos de jugar.
- ¿Ah si?.-Me dice conteniendo la risa, sabe que sigo alcoholizada.-¿Cómo te gustaría que me sirvieran?.-Me pregunta.
- Uhmm… Es algo difícil de explicar, pero de la manera en que quieran servirte seguramente lo disfrutaré.-Le digo, su risa ilumina la habitación.
- ¡Dios! Realmente estas un poco alcoholizada, anda vamos a dormir.-Me dice riéndose.
Toma mis manos y me levanta de la cama para quitarme el vestido que aún tengo puesto. Se coloca detrás de mí, siento su respiración cercas de mi oído lucho contra el deseo de voltearme y besarlo, baja con delicadeza el cierre del vestido, mi piel se eriza al contacto y el calor de su cuerpo me quema mientras va pasando sus manos por mis hombros dejando caer el vestido, me volteo para poder verlo de frente estoy en ropa interior mientras que él se encuentra solo en Boxer, le doy un vistazo rápido a la figura de su cuerpo deteniendome en esos ojos tan hipnotizantes.
Bajo la vista hasta sus labios que están entreabiertos, el aire esta cargado de tensión nuestros cuerpos se desean uno al otro, estiro mi mano tocando su rostro atrayéndolo hacia mi poco a poco, cuando está bastante cercas me rindo ante lo que estoy sintiendo y beso sus labios iniciando suavemente mientras él me toma de la espalda a la altura de mi cintura, comienza a caminar dando pequeños pasos eliminando el espacio restante entre nosotros, introduce su lengua en mi boca dejándome con ganas de más, el beso comienza a subir de intensidad. Toma mis piernas levantándome del suelo, las enrollo alrededor de su cintura sin dejar de besarlo, le doy un mordisco en los labios lo que ocasiona que gima en mi boca excitándome cada vez más.
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Una Última Vez
Romansa3... Ningún chico me hará cambiar de opinión. 2... Todos los hombres son unos patanes. 1... Pero él, es jodidamente guapo. Si me mira de esa manera no tendré escapatoria y me rendiré ante él. Ellos no tienen nada en común, ella... Una joven que con...