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Me había venido en su mano...

¡Oh Dios!

¡Me vine en su mano!

En estos momentos estoy aquí en el baño limpiandome de mis restos, ella había ido a su oficina y yo simplemente me había encerrado en el baño debido a la vergüenza, es cierto que ella fué quién lo ordenó y se sintió tan bien que ella me ordenara que hacer, es el sueño de todo sumiso, solo espero que ella no se haya dado cuenta que soy este enfermo amante del sexo.

Decido volver a la oficina y todo los chicos se me quedan mirando.

—Eres el más puntual de todos, ¿Que te pasó? —pregunta Jimin.

—Lo siento, tuve un problema —me siento calmadamente.

Después miro hacia la oficina y puedo ver a la señorita Reels mirándome fijamente, se está mordiendo el labio, aquello me puso duro de nuevo. La señorita Reels es una mujer perfecta tiene el porte perfecto para una Ama, pero mis gustos sexuales son condenados por mucho, el hecho de que te guste explorar cosas que otros no, no quiere decir que sea malo, pero la sociedad, especialmente nuestra cultura coreana, que es algo conservadora, los temas sexuales no se tocan como en otros países.

Ahora para mí trabajar va a ser un reto, especialmente cuando vaya a llevar trabajos o deba presentarme solo ante ella, no creo que pueda mantener la compostura. Decidí concentrarme en mi trabajo, teníamos otra reunión con los japoneses y da la causalidad que yo hablo fluido el japonés.

—Jungkook —me llega Namjoon Hyung— La señorita Reels necesita que lo acompañes a la reunión con los japoneses, le comenté que lo hablas fluido así que debes ir con ella.

La veo salir de su oficina, bella como siempre y se detiene frente a nosotros.

—¿Quién es el que habla fluido el japonés? —ella nos mira pero luego su mirada de fuego queda en mí.

—Y-Yo —levanto mi mano algo nervioso y la veo colocar una sonrisa pícara en su rostro.

—Esta bien, vamos Jungkook-ssi.

¿Me llamó Jungkook-ssi? Me gustó cómo sonó eso.

Ambos subimos a su auto, ella sube primero y luego me subo yo, me dí cuenta que me estaba mirando, podía sentirlo, escucho una suave risa y luego la veo mirar hacia la ventana. Mi pierna se mueve impaciente cuando veo que estamos tardando debido al tráfico, solo el tenerla a mi lado que me crea sensación que no se expresar.

—¿Estás nervioso? —ella me pregunta y su voz suave pero firme me tiene ya en sumisión.

—No puedo evitarlo, usted me pone nervioso —ella se ríe de manera suave.

—Me refería a la reunión, si estabas nervioso por tener que traducir —mis ojos se abren al notar que he dicho algo que me delató. Ella se ríe al darse cuenta de mi reacción— Tranquilo no te haré nada, lo siento si llegué a incomodarte.

—No, no se preocupe —vuelvo a agachar la cabeza.

Llegamos al lugar e inmediatamente comienzo a trabajar, traduciendo todo lo que ellos dos hablaban, podía verla a ella en acción como toda una mujer de negocios, pero lo que no me gustaba era que el japonés que le estaba coqueteando obviamente, yo no traducía los cumplidos pero por el rostro de ella creo que ella se daba cuenta que no traducía esas cosas, ella solo sonreía y me seguía la corriente.

Cuando termina la reunión que nos metemos en el auto, apenas cierro la puerta, ella se acerca demasiado cerca de mi cara, se me fué imposible no sonrojarme ante su cercanía.

—¿Q-Que sucede? —ella escanea mi rostro y se queda fija en mis labios, mis ojos también se van a los suyos.

—¿Te dí permiso para mirarme los labios? —me quedó sorprendido y automáticamente bajé la cabeza.

—N-No, señora —ella me toma del mentón y levanta mi rostro uniendo sus labios con los míos.

Sus besos eran apasionados, ella devora mis labios de una manera que me hace suplicar por más, de la nada se suelta y solo puedo jadear en busca de aire. Cuando abro mis ojos, nuestras miradas se cruzan y ella me da una cachetada, gimo cuando ella lo hace.

—¿Te dí permiso de mirarme, Jungkook?

—No, mi señora, lo lamento —inclino mi cabeza hacía abajo.

—¿Eres sumiso, cierto Jungkook? —me quedo quieto apenas lo dice, no quiero que nadie lo sepa.

—No, mi señora —ella me da otra cachetada y gimo aún más duro.

—A mí no me engañas, Jungkook, conozco a los sumisos dónde sea y viendo cómo gimes y lo duro que estás diría que no solo eres sumiso sino que disfrutas del dolor, ¿Cierto? —ella levanta mi cara.

—¿Puedo mirarla?

—Hazlo —su orden es clara y fuerte— Si tú me lo pides... —se acerca a mi oído— Puedo hacer todos tus deseos y fantasías en una realidad.

Ella se vuelve a acomodar en su asiento y yo me quedo en el mío, terminamos de llegar y yo la sigo de cerca pero aún detrás de ella, al entrar al elevador el silencio es incómodo, ella me miraba por el espejo y yo quitaba mi mirada.

No puedo creer que ella se haya dado cuenta que soy un sumiso, aunque aún no sabe que soy masoquista y seguramente se dará cuenta pronto.

¿De verdad ella se ofreció ser mi Ama?

—¿Puedo preguntar algo?

—Tienes mi permiso —ella voltea a verme.

—¿En su propuesta usted se está proponiendo ser mi Ama? —su sonrisa pícara me hace sentir excitado.

—Soy una dominatrix, cariño y puedo enseñarte muchas cosas, pero, debes pedirlo —se acerca lentamente.

Las puertas de elevador se abren dejándome sin poder responder, ella camina hasta la oficina y pasa directamente hacía la suya.

—¿Cómo estuvo la reunión? —pregunta Namjoon.

—Bien, ya veo que muchos le coquetean a la jefa —dije sentándome.

—Es normal, digo ella es una mujer hermosa y además poderosa, he oído tantas cosas de ella que algunas me cuesta creerlas —dice Yoongi.

—¿Cómo cuáles? —pregunté por curiosidad.

—Que es una sádica en la cama...

—Que es una sádica en la cama

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Seduce Me +19 [Completada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora