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Bianca

Lentamente siento como su polla va entrando en mí...

Normalmente soy la que me gusta dominar y soy la que me gusta follar, aunque de vez en cuando, si alguien tiene el potencial quiero dejar que le proporcione a mi cuerpo de mucho placer.

Jungkook comenzó a moverse lento, mientras mi mano pasó por detrás de su cuello jalando su cabello, oyendolo cómo gime y gruñe en mi oído, la velocidad la fué aumentando poco a poco, sus musculares brazos me sostenían fuertemente.

—Aaah~ —gemí al sentir como daba en el punto exacto haciéndome sentir un placer indestructible.

—Ama... ¿Le gusta...cómo la hago... sentir? —dijo mientras me follaba aumentando la velocidad cada vez más, hasta que me sorprendió metiendo un dedo en la parte de atrás, en mi otro agujero, mis ojos se abrieron hasta más no poder.

Mis gemidos comenzaron a aumentar de volúmen y él agregó un dedo más, él hunde su cara en mi cuello, lamiendolo, todos los sonidos que se escuchan en esta habitación son mis favoritos.

Mientras él más aumenta los dedos, mis paredes más aprietan su polla, lo sé porque puedo sentirlo dentro de mí a la vez que lo escucho gruñir cuando eso pasa.

—¿Te...quieres venir? —digo con el poco aliento que me queda.

—S-Si, Ama —jadeó cuando lo susurró en mi oído.

—Vente conmigo.

Oí cuando gruñó y luego me soltó colocándome en cuatro para follarme sin piedad hasta que me vine y él se vino después, cayó a un lado, acostado en la cama mientras yo aún estaba boca abajo respirando pesadamente.

—Me he ganado mi recompensa, Ama —me coloqué de lado afincando mi peso en mi codo para mirarlo mejor.

—¿Y qué quieres saber de mí? —él lo pensó por unos segundos antes de hablar.

—¿Cómo se volvió una Dom? —lamí mía labios secos.

—Pues mi padre siempre fué estricto, esperaba sumisión de mi madre y de mí, pero no me gustaba, odiaba que me dijeran que hacer. A medida que fuí creciendo me dí cuenta del placer que sentía cuando hacía llorar a los niños de mi escuela, me encantaba, claro no los golpeaba ni nada pero era fuerte sobretodo al hablar. Al llegar a la adolescencia, llegó mi primera vez sentí que debía ser yo la que marcara todo, yo debía dominar aparte que descubrí también que soy sádica en ciertos aspectos, desde entonces no he dejado de ser una Dominatrix.

—¿Soy un buen sumiso, Ama? —se veía tan tierno que me dieron ganas de volverlo a follar, pero lo dejaré para el fin de semana, allí sacaré mis armas pesadas.

—No diré esto para hacerte sentir bien, pero, si eres el mejor hasta ahora y espero que esto dure mucho tiempo, Kookie —le dí un pequeño beso en los labios y este me miró sorprendido— Un pequeño regalo por ser buen niño. Ahora yo tengo una pregunta... ¿Cómo te diste cuenta que eras un sumiso?

—Tanto mi Madre como mi madrastra eran abusadoras verbalmente, luego pasó a físico, así que crecí soportando el dolor y cuando mi madrastra me llevó al sexo, aunque nunca lo hice como tal, si hubo oral y anal, cuándo tuve mi primera vez fué ahorita.

Abrí mis ojos ante aquello.

—Pero pareces todo un experto, ¿Cómo lo haces?

—Me gusta observar, aparte que veo porno —me reí.

Este niño sabe hacer cosas con solo verlas una vez, de verdad que creo que encontré lo que estaba buscando, siempre oí de otros Doms que cada uno de nosotros tiene su sumiso especial, el indicado.

—Puedo hacerle otra pregunta, Ama —simplemente asentí— ¿Quién es la persona que cada vez que llama usted se enoja y mucho?

Así que él se fija en mí hasta ese nivel o de verdad el cabrón de mi ex, bueno aún esposo, de verdad me hace odiarlo tanto que se me nota.

—Es mi esposo —sus ojos se abren bastante— No me quiere dar el divorcio, el muy infeliz.

—Ahora entiendo, de verdad que debe odiarlo.

—No sabes cuánto...

—Me gustaría ayudarla, señorita Reels —no pude evitar sonreír.

—Gracias Jungkook —lo atraje a mi pecho y lo abracé. Acaricié su cabello hasta que ambos caímos dormidos.

Desperté abriendo mis ojos para encontrarme en una habitación que no era mía, noté a mi lado a Jungkook.

Jamás me había quedado dormida en casa de uno de mis sumisos...

Jamás...

¿Qué rayos tiene este niño que bajé mi guardia?

Me levanté y después de salir al baño fuí directamente a la cocina, preparé un desayuno para él y salí de la casa dejándole una nota.

Durante todo el trayecto hacia mi apartamento, era en Jungkook, la había pasado tan bien con él, aunque es tierno y sumiso, también es un hombre hecho y derecho... Me hizo sentir tan mujer.

Me mordí el labio con solo recordarlo.

Llegué a mi complejo de apartamento y después de saludar al guardia de seguridad, me dí cuenta que el auto de mi esposo estaba allí.

Odio a este hombre.

Ya averiguó donde vivo.

Suspirando terminé de estacionar mi auto y subir, iba preparándome para otra de nuestras famosas discusiones, ya todos los vecinos de esa casa estarán cansados de nuestras peleas.

Noté que no estaba afuera, así que el muy desgraciado averiguó mi clave... Ahora tendré que volverla a cambiar.

—Vaya, alguien podría ir preso por esto —digo entrando y viendo cómo él está sentado en el sofá de mi casa.

—Cariño, estamos casados así que no puedes ponerme en la cárcel —bufé dejando mi bolso colgado.

—¿Por qué no mejor te vas? —caminé hasta mi cocina para servirme un poco de jugo.

Solo vengo a bañarme para ir al trabajo.

—No tengo porque hacerlo —comenzó a caminar hacía mí— Eres MI mujer, recuérdalo.

Me acerqué a él.

—Y yo no soy tuya, recuerda que me engañas con otra y tengo pruebas de ello, así que ante la ley puedo divorciarme de tí. Así que te lo voy a advertir Wonho, déjame en paz.

Él se acercó a mí, bastante cerca a mi cara, me tomó del mentón y levantó mi rostro.

—Eres mía, recuerda eso.

Con esas palabras salió de mi casa.

Con esas palabras salió de mi casa

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Seduce Me +19 [Completada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora